31

4.5K 246 16
                                    

¿Se a ido? ¿De verdad se a ido?
Maejor esta enfrente de mi esperando mi reacción después de haberme contado todo, me mira con sus oscuros ojos negros y yo no se que hacer respecto a eso.
-Hailey, di algo- ruega Robert sentado a mi derecha.
La verdad es que no se que decir, ¿que puedo decir? El ya tomo su decisión y no puedo hacer nada al respecto.
El corazón me palpita y me duele más de lo que nunca me a dolido, no por no ser correspondida si no por su cobardía, por que no enfrento sus sentimientos, por que decidió huir después de haberle abierto mi corazón.
No esperaba que corriera a mis brazos y tuviéramos un final feliz, por que yo sabía que él no sentía lo mismo, pero maldición, podíamos haber hablado aún que sea.
Miro a mis amigos.
-¿Por qué no te fuiste con él?- le pregunto a Maejor.
-No voy a apoyar sus malas decisiones- responde.
Me levanto de donde estoy y camino hasta el balcón.
-Hailey- me llama Robert preocupado.
-Tranquilos, estoy bien- respondo sonriendo- sólo quiero ver una vez más está maravillosa vista.
Y dejar aquí todo lo ocurrido, no voy a llorar, no voy a sufrir, me dolerá por un largo tiempo pero no me voy a deprimir por eso.
-Vamos- les digo- quiero llegar ya a casa.
El viaje es tranquilo y lento para mi mala suerte, sólo quiero llegar a Los Ángeles y bajar de este avión que sólo me recuerda a él, quiero alejarme de todo lo que tenga que ver con él.
Cuando aterrizamos en el aeropuerto y tengo que despedirme de mis amigos agarro el brazo de Maejor para decirle algo.
-¿Puedes pasar mañana por casa? tengo algunas cosas que me gustaría le devuelvas.
-Ok- se limita a responder y me abraza muy transportando algo más que fuerza.
Robert me abraza y me lleva hasta nuestro coche.
-¿Quieres que paremos a por algo de comer?- me pregunta saliendo del aeropuerto.
-Sólo quiero llegar a casa- le respondo.
Saco mi teléfono del bolso y le escribo a Kendall, la necesito más que nunca.

Hails:
¿Cuando llegas?

Ken:
Mañana ¿todo está bien?

Hails:
No, ¿puedes venir a casa cuando puedas?

Ken:
Claro, en cuanto aterrice voy

Llegamos a casa y bajo sin decir nada, entro corriendo a mi habitación y voy directa a mi armario de donde sacó todas y cada una de las prendas de vestir que tenía de Justin, las guardo en un maletín y las dejo en una esquina para que mañana Maejor se las lleve.
Entró a darme una ducha y me pongo algo para dormir.
-Hailey, tienes que comer algo- dice Robert entrando a mi habitación.
-Sólo dame este día, mañana seré la misma- murmuró para que lo comprenda.
-No vale la pena sufrir por él.
-Se que no vale la pena, Robert- digo- pero no lo puedo evitar.
Mi mejor amigo me mira desde el umbral de la puerta.
-¿En algún momento pensaste que esto sería diferente?- me pregunta.
Niego lentamente y una lágrima recorre mi mejilla.
Es la verdad, todo esto ya lo sabía, sabía que él no se puede enamorar de una chica como yo.
-Quiero que sepas que tu eres muchísimo más de lo que él merece tener- dice Robert que camina hasta besarme la cabeza.
Me derrumbó por completo con ese gesto y lo abrazo con fuerza, lo abrazo para que todo este dolor sea un poco más soportable y no se cuanto tiempo lloro en brazos de Robert hasta que pierdo la nocion del tiempo.

Me despierto sumergida en un abismo de sentimientos que desprendo de mi mente rápidamente, hoy es un nuevo día y me toca brillar como siempre.
Salgo de la cama, me doy una ducha, me visto y bajo a desayunar llena de energía.
Robert está sentado en la barra de desayuno y cuando me ve me sonríe con emoción.
-Buenos días- lo saludo con un beso en la mejilla.
-Buenos días- responde él contento.
Saco la botella de leche de la nevera y busco mis cereales favoritos en la gaveta.
Mientras desayunamos no decimos nada, Robert lee algo atento en su teléfono y yo ojeo el periódico hasta que Gregorio entra.
-Su correo, señorita Baldwin- dice después de saludarnos y deja los sobre encima del meson.
Robert toma la mitad y yo la otra.
El primero que abro es el aviso de pago del impuesto de la casa, y los tres siguientes son solicitudes de bancos, hasta que llegó a uno que me llama la atención, tiene mi nombre escrito con caligrafía hermosa, lo abro y se me apuñala el corazón al leer de que se trata.

Señorita Baldwin, queda usted cordialmente invitada como preferencia de parte del Señor Justin Bieber al Roast que Comedy Central va a ofrecer este 8 de Marzo a las seis de la tarde en nuestras instalaciones.

Un grato saludo.
Producción.

Robert me mira espectativo desde donde está sentado, me levanto para dejar el plato vacío en el lavavajillas y regreso donde estaba.
-¿Podrías ocuparte de pagar el impuesto de la casa?- le pregunto y él asiente tranquilo.
Le entregó la carta del impuesto y la de mi cordial invitación la depósito en la basura sin decir nada más.

A las tres de la tarde escucho la voz de Kendall llamarme en la parte de abajo, salgo corriendo de mi habitación y bajo a su encuentro lanzandome a sus brazos.
-¿Estas bien?- me pregunta devolviendome el abrazo.
Asiento energéticamente y ella me mira levantando una ceja.
-¿A quien quieres engañar, Baldwin?- pregunta.
-A nadie- respondo y caminamos a la sala para tomar asiento.
-¿Qué pasó?- pregunta rápidamente ansiosa de información.
-Te voy a contar todo pero cuando termine no quiero preguntas, sugerencia o consejos- le aviso- es algo que ya deje en el pasado y quiero que se quede ahí- culmino y ella asiente para que comience con el relato.

-¿Entonces jamás te dijo nada?- pregunta y yo la recrimino con la mirada recordándole en lo que quedamos.
Niego aún así respondiendo su pregunta.
-Se que no quieres que te diga nada, pero escuchame- me pide y no respondo dandole entrada a que siga hablando- él es así, Justin es una persona que con cada caída se hace más fuerte pero que tras esa caída necesita tiempo para darse cuenta de las cosas y también necesita personas que le digan lo que tiene que hacer, donde ves al chico fuerte que no le importa nada existe un corazón frágil y sentimientos jamás encontrados, y lo sabes, sólo tienes que darle tiempo y él será quien regrese.
-La verdad es que no me importa que regrese o que no, yo siempre voy a estar aquí para él cuando el me necesite pero todos sabemos que no va a ser igual- respondo.
Hailey me mira y se lanza a abrazarme.
-No- le pido y me aparto- comenzare a llorar de nuevo y no quiero.
Kendall sonríe y retrocede a su lugar.
-¿Que tal tu viaje?- le pregunto para cambiar de tema y ella comienza a contarme todo.
-Maejor llego- me informa Robert entrando al salón y Maejor viene detrás.
-En mi habitación hay un maletín al lado de la puerta del armario, ¿podrías bajarlo?- le pido amablemente a Robert que sube corriendo y baja con el maletín dos minutos después.
-¿Puedo quedarme?- pregunta Maejor y yo me rio.
-Eso no se pregunta- respondo.
Pasamos la tarde entre amigos aún que con un vacío muy grande por la ausencia de él.
Pedimos pizza, vemos películas y jugamos videojuegos hasta la madrugada.

Es 8 de Marzo y estoy delante de la televisión en mi sala esperando que comience el Roast, si lo se, soy masoquista.
-¿Ya?- pregunta Robert entrando con refrescos y snacks.
Niego y miro mi teléfono.

Ken:
Ya estoy aqui

Ella y su hermana Kourtney acompañarán a Justin está noche y no les puedo negar que tengo unas ganas enormes de ir pero mi orgullo es mucho más grande.

Hails:
Me tienes que contar todo lo que no salga en la pantalla

Ken:
Pudiendo estar aquí

Hails:
Ken, ya hablamos de eso

Ken:
Ok, ok

Bloqueo el teléfono y miro la televisión donde a comenzado ya el programa.
Salen todos los comediantes y amigos de Justin que serán quien acaben con él está noche y yo espero ansiosa verlo a él, hasta que sale volando con unas alas y un traje morado que le queda muy gracioso, sigue teniendo el cabello largo.
Maldición, lo extraño, verlo detrás de esa pantalla me emite sentimientos encontrados y la depresión se apodera de mi poco a poco, pero no, tengo que ser fuerte y sigo viendo el programa.

♡♡♡♡♡
Este es el fin de la segunda parte (:
¿Listas para la tercera?

© 《Acostúmbrate It ©Where stories live. Discover now