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{Capítulo dedicado a Fernandamarinr y Naru_Doris, gracias a ustedes señoritas me levanto con ganas de hacer esta historia infinita. No saben cuanto agradezco su apoyo y sus mensajes♡}

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E

spero a Justin en la pequeña sala del lugar donde estamos, la sesión terminó hace un rato y si nos damos prisa llegaremos a la cena.

Ken:
¿Vendrás?

Hailey:
Estoy esperando a Justin, supongo que si pero estamos al otro lado de la ciudad.

Ken:
Descuida, todos iremos a las 10

Hailey:
Te veo allí entonces ♡

La puerta del camerino se abre dejando a la vista a Alisson riendo de algo y Justin detrás de la misma forma.
Se a quitado el traje y vuelve a sus pantalones anchos y camiseta con la chaqueta Jean encima.
Esa chaqueta.
-¿Por qué te has quitado el traje?- pregunto y él me mira enarcando una ceja.
Se acerca hasta mi, deja un suave beso en mis labios y vuelve a ponerse recto.
-No voy a salir con eso a la calle- responde.
Saca su teléfono del bolsillo y lee algún mensaje que le acaba de llegar.
-¿Vamos?- me pregunta después de hacerlo.
-Vamos- repito poniéndome de pie.
Justin estira su mano para que le de la mía y cuando nota que no lo hago regresa a mirarme.
Dudo por un segundo.
Vamos a salir a la calle donde seguramente hay gente esperando para tomarle una foto y me verán de la mano con él.
Lo amo, pero aún no estoy preparada para todo lo que se viene si una foto nuestra se hace pública.
-Nadie tiene idea de donde estamos si eso es lo que te preocupa, ahora dame tu maldita mano- bufa molesto.
Tiene todo el derecho.
Bajo la mirada por sus palabras y entrelazo mi mano a la suya.
Mientras caminamos para despedirnos de todos acaricia mi palma con su pulgar. Esa es su forma de decirme que todo está bien.
-Esa chaqueta...- murmuro cuando salimos a la fria noche de la ciudad.
-¿Qué?- pregunta bajando los escalones que dan al aparcamiento.
Ya a caído la noche y tal como dijo Justin aquí no hay nadie más que Mike esperando en el furgón.
-¿Y el coche?- pregunta Justin.
-Se lo han llevado al hotel- le explica- donde vamos se va a poner loco, es mejor que vayas en el furgón.
-Esta bien pero que lleven el coche a casa de Hailey- ordena y Mike asiente entrando al asiento del copiloto.
-¿Que pasa con la chaqueta?- vuelve a preguntar cuando ya estamos en los cómodos asientos.
-Fue la que usé el día de mi cumpleaños..- le recuerdo notando como se crea un nudo en la garganta por el recuerdo amargo.
Él me mira pero en realidad solamente está buscando en sus pensamientos aquel día.
-¿La que me lanzaste como la chica mala que eres?- pregunta haciendo el tema más ameno.
-Esa misma- respondo con una sonrisa- estaba muy enfadada.
-Lo se- reconoce- lo veía en tus ojos.
Me acaricia la pierna con ternura.
-Ahora entiendo por que huele a ti- añade al rato.
-La odio- reconozco y me mira con asombro.
Se la quita y la lanza hacia atrás.
-Listo- dice con su mejor sonrisa.
Maldición, lo amo sin medidas.
Me lanzo a su cuerpo ubicando mis piernas a su alrededor para quedar sentada sobre él.
-Me encantas- comenta besando mi barbilla que es lo que está a la altura de sus labios.
-He tenido muchos momentos felices en mi vida... cuando me regalaron mi primer perro o cuando gané el concurso de ballet en la escuela, pero te aseguro que ninguno de esos momentos se compara con este.
Me mira con brillo en los ojos.
-Te amo sin medidas, Bieber- añado.
Esta vez no me besa, simplemente rodea mi cuerpo poniendo su cabeza sobre mi pecho, exactamente donde mi corazón late desenfrenado.
-¡Gracias!- grita derrepente y creo que está a punto de decir algo más pero se detiene y saca su teléfono como puede, teniendome aún encima de él.
Marca a alguien.
-¡Gracias!- grita de nuevo.
Suelto una risa mirando su arrebato, encantada.
-¡Mil veces gracias, Kendall Jenner!- ¿Kendall?- gracias por haberme llamado ese día para invitarme al cumpleaños de Hailey, !gracias!
No dejo de reír, totalmente enamorada del loco que tengo delante.
Un impulso me obliga a enredar mis dedos en su bonito cabello y lo beso con pasión, haciendo que el teléfono caiga sobre el suelo alfombrado.
-Para o no llegaremos a la cena con tus amigos- dice en mis labios.
-No sólo son mis amigos- le recuerdo aún junto a él.
-Nuestro amigos- se retracta relamiendo mis labios.
-Te amo- susurro.
Me bajo de sus piernas y vuelvo a sentarme en mi asiento, Justin enciende la televisión del coche y hace zapping intentando no pensar en nuestro momento íntimo.
-Tengo ganas de helado- musito al rato.
-¿Quieres que paremos a por uno?- pregunta poniendo su atención en mi.
Asiento energéticamente.
-¡Mike!- llama y la pequeña ventana que da al frente se abre- para en una heladería- le dice.
-¿Para que?- pregunta y ambos rodamos los ojos.
-Para comprar un unicornio- responde Justin sarcasticamente haciéndome reír.
Mike niega y la ventana vuelve a cerrarse, al rato el coche se detiene.
Me coloco una gorra antes de bajar y espero a que Justin entre al lugar para poder bajar.
Las miradas ya están en él cuando entro, pero nadie se fija en mi.
-¿Sabor?- me pregunta.
-Oreo- respondo mirándolo.
Que guapo es.
-Uno de Oreo y otro de algodón de azúcar.
¿Algodón de azúcar?
No puedo evitar reír cuando lo escucho y recibo una mirada reprobatoria de su parte.
-16,45$
Justin busca en sus bolsillos, saca su teléfono y sonríe cuando no encuentra nada más.
-¿Puedes pedirle mi tarjeta a Mike?- me pregunta avergonzado.
Sonrió y saco mi cartera del bolso. Cuando se da cuenta de lo que voy a hacer niega.
-Quiero hacerlo- le aviso antes de que diga nada y le entrego mi tarjeta al cajero.
-Date prisa- Mike nos asusta apareciendo a nuestras espaldas.
-Ve al coche con Mike- me pide Justin- enseguida voy.
Salgo de la heladería bajo las órdenes de mi novio, la noche está cayendo de un morado intenso, haciendo que las calles se vean increibles. Le pido a Mike que me haga una foto.