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111

[Capítulo 111, pidan un deseo lol ♡]

Dos días después de nuestro viaje secreto a la montaña hemos regresado a la rutinaria vida.
Acabo de llegar de una sesión de fotos en el centro de la ciudad y Justin sigue dormido plácidamente en la cama.
-Que precioso eres- susurro acariciando su cabello.
Ronronea bajo mi caricia pero sigue completamente dormido.
Recojo algunas cosas que están tiradas por el suelo y las ordeno en el armario con la esperanza de que Justin se despierte pero no, es un tronco.
Me rindo y agarro la Mac de Justin junto con la cámara que llevamos al viaje.
Al abrir la puerta encuentro a Esther moviendo el rabo energéticamente.
-Tal vez tu lo consigas- murmuro dejándola entrar a la habitación.
La casa esta completamente sola para ser tan pronto, me pregunto donde estara Robert o Gregorio.
Enciendo la televisión para no sentirme tan sola y me siento sobre la alfombra con la Mac sobre las piernas.
Me paso más de media hora viendo todas las fotos que hicimos y reviviendo cada momento como si lo estuviera viviendo de nuevo.
Cuando estoy por apagar el aparto me encuentro con una carpeta de nombre "21" y al entrar todo tiene sentido. Son las fotos del viaje que hicimos por el cumpleaños de Justin.
Lo que más me sorprende es no encontrar ninguna foto de Yovanna, pero encuentro una que podría ser mi favorita, la adjunto a la carpeta que pasaré a mi teléfono con la idea de ponerla de fondo de pantalla.

Adoro a cada persona de la foto, hubiera sido mejor si Kendall también estuviera.
Regreso a la habitación después de pasar a por algo de picar en la cocina.
-No puede ser- suelto con una sonrisa cuando veo a Esther dormida junto a Justin- ese no era tu trabajo- la regaño cuando la cachorra levanta la cabeza al sentir mi presencia.
Decido capturar ese bonito momento para después despertar a Justin.

-Mi amor- murmuro sentandome a su lado- son las doce del día...
Balbucea algo que no tiene sentido para mi y me da la espalda.
Esto va a ser difícil.
Bueno, siempre lo es cuando se trata de despertar a Justin.
-Justin...- intento de nuevo.
-Déjame- pide su voz ronca.
Tengo que despertarlo de buen humor.
Acerco mis labios al reciente tatuaje de su cuello y dejo cálidos besos, veo como su sonrisa comienza a hacerse presente.
-Quiero pasar tiempo contigo antes de que te vayas- le digo dejando máxima tristeza en las palabras.
Hoy es el evento al que iré con Kendall y aún que estaba previsto que Justin fuera tiene que ir a Nueva York por cosas de su carrera.
Abre los ojos rápidamente recordando eso y rodea mi cintura con sus brazos lanzandome a la cama.
-Cuidado- digo- esta Esther.
La pequeña saca la cabeza en mitad de ambos haciéndonos reír.
Observo a Justin que está demasiado arrebatador a pesar de que se acaba de despertar.
-¿Por qué estas maquillada?- me pregunta observandome con sus grandes ojos.
-Acabo de llegar de la sesión- le recuerdo.
Me molesta mucho que se olvide de las cosas pero ya es algo que está en él, no por nada Scooter o Alisson deben de estar siempre al pendiente de sus compromisos.
-Ve a quitarte eso, no deja ver tu belleza natural- suelta sorprendiendome.
-Me tengo que duchar más tarde- respondo rodando los ojos.
Me mira por algunos segundos con la ceja enarcada y de repente se levanta y seguido de Esther desaparece en el baño.
Al rato sale con algodón y desmaquillante en la mano.
-¿Es en serio?- pregunto.
-Muy en serio- afirma volviendo a sentarse.
Abre el bote de aceite que derrama sobre un pedazo de algodón.
-Cierra los ojos- me pide y yo como la más sumisa del mundo obedezco- ¿llevas pestañas postizas?
Suelto una carcajada.
-Me tomaré eso como un no- se responde sólo.
Su cálida mano sostiene mi rostro mientras que con la otra pasa el algodón por mis ojos.
Yo disfruto de este momento íntimo al máximo.
-Listo- dice después de un rato.
Abro los ojos con cuidado.
-Eso es- murmura- ahí está la chica que amo.
Beso sus labios que están muy cerca y recojo las bolitas de algodón que a usada, voy al baño donde las tiro en el basurero y me lavo el rostro para quitarme el aceite.
-¿A que hora sale tu vuelo?- le pregunto volviendo a entrar.
Lo encuentro cerca del armario completamente desnudo.
-A las siete- responde sacando un boxer del cajón.
Me siento en la cama a observar las bellas vistas y no puedo creer que este haciendo eso.
Recuerdo la primera vez que lo vi de esa forma y la vergüenza que me producía verlo, pero ahora... ahora somos tan completamente nuestros que eso a pasado a segundo plano.
-No quiero que te vayas- susurro.
-Ni yo quiero irme cariño- responde buscando una camiseta- pero es necesario y sólo será un día, mañana por la noche estaré de regreso.
Ruedo en la cama hasta quedar boca arriba y mientras observo el techo blanco que cada vez se acerca más a mi me pregunto por cuánto tiempo estaré así de feliz, porque seamos sinceros, soy la clase de persona a la cual la felicidad le dura muy poco.
-Nena- su voz se escucha muy cerca, al abrir los ojos lo tengo delante- te amo- agrega besando mi frente.
El teléfono de casa suena interrumpiendo nuestro bonito momento y Justin va a responder rodando los ojos.
-Esta dormida- miente a quien quiera que sea.
-¡Mentira!- grito.
Puede ser importante.
-Sólo es Kendall- dice con la habilidad que tiene de leer mi mente.
Extiendo la mano pidiendo el teléfono en silencio y él me lo da.
-Dile a Bieber que se busque una casa- me dice haciendome reír.
-De eso nada, amo tenerlo aquí- confirmo.
Justin sonríe mientras camina por la habitación buscando algo.
-Si buscas tu teléfono estaba en el suelo y lo deje sobre la mesa- digo para que no pierda el tiempo.
Se rasca la cabeza avergonzado como siempre hace.
Aprendí a conocer sus gestos y sus movimientos poco a poco y de esa forma es mucho más fácil entenderlo, por ejemplo, cuando hace algo con su cabello es por que está incómodo o nervioso, cuando se toca los labios muestra felicidad o tranquilidad y cuando cierra los puños por mucho tiempo está enfadado.
Ahora mismo está apoyado sobre la pared y mientras sostiene su teléfono en la mano izquierda con la derecha pellizca su labio inferior.
Me pilla mirándolo y me alegro de eso.
Dime por que estas feliz, Bieber.
-¿Me tomaste una foto mientras dormia?
Abro mucho los ojos.
¿Cómo lo sabe?
-¿Cómo lo sabes?
-Nuestras nubes están sincronizadas- me recuerda.
Sonrió avergonzada por haberlo culpado hace un rato de olvidar las cosas.