48

5.2K 237 18
                                    

NARRA JUSTIN.

-Cariño- nuevo con ternura el cuerpo de Hailey que permanece dormida en mi cama- despierta.
Se queja escondiendo su cuerpo bajo las sábanas.
-Ok- digo riendo- voy al aeropuerto a por Christian.
Asiente sin abrir los ojos consumida aún por el sueño y no puedo evitar sonreír por lo tierna que se ve, ahí, en mi cama completamente desnuda, es una diosa.
Me bajo de la cama lentamente y cuando estoy estoy punto de caminar hacia la puerta siento su mano sujetar mi brazo y hacerme retroceder.
Me enfrento a ella, que me mira con la sonrisa más hermosa que tiene y segundos después de mirar fijamente mis ojos vuelve a cerrarlos.
Preciosa, como sólo ella sabe.
No lo puedo evitar y me acerco a darle un pequeño beso en los labios.
Bajo corriendo las escaleras y entro en la parte trasera del Mustang que ya está encendido dirigido por Hugo.
Hoy no me apetece conducir o mejor dicho, ser el chofer de Christian, se lo bromista que puede llegar a ser.
Aprovecho el corto viaje para responder varios correos y mirar que hay de nuevo en el mundo exterior.
Estos días he estado del todo enfrascado con Hailey y no he pensado en otra cosa, cancele varias citas en el estudio por que me sentía demasiado bien cerca de ella sabiendo que en una semana me iré a Australia.
-Hugo- lo llamo y él mueve la cabeza para hacerme saber que me escucha- ¿sabes algo del viaje a Australia?
-Tengo entendido que Patrick está al tanto de eso- responde y yo asiento.
Entró a la aplicación de mensajes con la idea de mandarle uno a Hailey pero me encuentro con los de Selena y las ganas desaparecen.
¿Qué te sucede Bieber?
Decir que tengo dudas sería mentir, no las tengo, para nada, estoy completamente a gusto ahora mismo con todo en general y tener a Hailey cerca es algo que me ayuda en eso, no quiero compararlas ni nada por el estilo, pero los último meses que estuve con Selena fueron una total pesadilla, peleas, discusiones, distancia, llamadas en la madrugada pasados de alcohol, recriminaciones, errores y todo lo que eso conlleva.
En cambio con Hailey, hemos tenido momentos malos aun que cabe recordar que no somos una relación formal, aún así, me siento como tal, ya no quiero salir con nadie más, no me apetece salir a los clubs cada noche y encontrar a la chica que más me gusta, ahora quiero pasar las noches comiendo y viendo películas con mi modelo y eso es un gran cambio.
-¿Estas enamorado, Bieber?- me pregunta mi otro yo.
No lo creo, no me siento enamorado pero maldición, la quiero muchísimo.
Llegamos al aeropuerto y le pido a Hugo que salga a por Christian, varios fotógrafos nos han seguido y no me apetece posar para las cámaras ahora mismo.
Olvido todo y le mando el mensaje a Hailey.

Mi modelo:
Más te vale estar despierta ya, muero e hambre y me apetece una de tus tortillas con tocino, ya estoy en el aeropuerto supongo que en veinte minutos llego (:

Veo salir a Hugo seguido de Christian que va vestido como siempre, pantalones anchos y camisas largas, un absoluto negro frustrado.
-Gracias por mandarme a tu mastodonte y no ir tu- bufa al subir al coche.
Yo me rio y recordando viejos tiempos hacemos nuestro saludo.
-Me alegro de verte, bro- le digo.
-Ya se que me extrañabas- bufa.
Él nunca cambia.
Hugo vuelve a la carretera para regresar a casa.
-¿Podemos parar a comer algo? Muero de hambre- dice Christian escribiendo algo en su iPhone.
-Podemos comer en casa- respondo ansioso por llegar.
-¿Dónde está mi amigo el que odiaba quedarse en casa?- pregunta y yo ruedo los ojos.
Los tiempos cambian, amigo mío.
-Déjame adivinar- murmura viendo que no voy a responder- alguien te está esperando en casa.
-Quizás- respondo sonriendo.
Me conoce bien.
-Alguien rubia y malditamente ardiente- dice y por un segundo me consumen los celos pero recuerdo quien es la persona que me está hablando.
-No te pases- bufo.
-Y te pones celosos- rie burlándose de mi- estas cayendo en picado, Bieber.
-No eres quien para hablar, Beadles- respondo- ¿cómo está Caitlin?- pregunto queriendo cambiar de tema para hacerlo enfadar un rato.
Me asesina con la mirada.
-Ni la nombres.
-Ella fue mi primer amor y eso no lo puedes evitar.
-Bieber, cállate si no quieres que te entre a patadas ahora mismo- bufa muy molesto.
Suelto una carcajada y golpeó su cara con la palma de mi mano, cuando está a punto de reaccionar y golpearme de vuelta salgo del coche calculando que Hugo lo estacione y entro en casa aún riendo.
Escucho música en la cocina y voy directamente hasta allí.
-¿Y tu como te sientes?- le pregunta Maejor a Hailey.
Me quedo en la puerta escuchando su respuesta.
-Estoy muy feliz- responde su suave voz.
-Te mereces todo lo bueno que te pasa en la vida- responde mi amigo.
-¿Tu como estas?- le pregunta ella.
-Invadido por una mujer- responde y ambos ríen.
Entró en la cocina disimulando que estaba de fisgon.
Hailey esta sacando el bote de jugo de la nevera y Maejor esta sentado leyendo el periódico.
-Buenos días- me dice Hailey mirando como camino hasta ella.
-¿Y Christian?- pregunta Maejor y yo señalo la puerta aspirando el aroma de Hailey mientras la abrazo.
-Lista tu tortilla con tocino- susurra en mi cuello erizandome por completo.
Me resisto las ganas de subirla al mesón y hacerla mía.
Christian entra a la cocina y me busca con la mirada.
-Las vas a pagar- me amenaza apuntandome con su dedo y yo sólo me rio.
-Bro- lo saluda Maejor que se levanta a abrazarlo.
Christian me mira desafiante después de saludar a mi amigo y camina hasta donde estoy.
-Ella es Hailey- los presento.
Hailey sonríe y le ofrece la mano pero Christian que sabe que hacer para jugar conmigo se lanza a darle un abrazo de lo mas fugaz.
-No lo intentes, Beadles- murmuro apartando a Hailey de él.

NARRA HAILEY.

Justin agarra mi cintura y me aparta de los brazos de su amigo, se lo que están haciendo, tienen un juego entre manos que me involucra a mi y ya que fui incluida, quiero jugarlo.
-Me gustan canadienses- digo sabiendo la procedencia de Christian, que sonríe como si acabará de ganar el mejor de los premios.
Regreso a mirar a Justin que me mira sorprendido y no puedo evitar reír.
-Ya la has escuchado, Bieber- le dice su amigo burlándose.
Salgo del ring imaginario que han inventado y voy a sentarme al lado de Maejor.
-Échale más leña al fuego- me anima golpeandome con el codo sin perderse ningun movimiento.
-Justin me matara.
-Neeh- bufa conociendo a su amigo.
-Mis dos hermosos canadienses, el desayuno se enfría- les digo con voz seductora pero terminando con risas contagiosas por culpa de Maejor.
Christian corre a sentarse a mi lado dejando a Justin de pie sólo mirándonos como si nos hubieran crecido tres cabezas a cada uno.
-Ya no tengo hambre- dice apoyándose en el meson que tiene detrás.
Lo recrimino con la mirada.
Madura, cariño.
-Justin ven a comer, por favor- digo apartando todo lo gracioso.
Luchamos por algunos segundos con la mirada hasta que me declaró ganadora viendo como camina lento hasta la mesa.
-Sal de mi lugar, Chris- le dice seriamente a su amigo, que se traslada al asiento de al lado sin decir nada.
Justin se sienta a mi lado y agarra el tenedor para comenzar a comer.
Vaya, después de una escena tan graciosa es todo seriedad.
Golpeó a Maejor con mi codo disimuladamente para que haga algo.
Él levanta su mano mostrandome los cinco dedos y va bajando uno por uno cada cinco segundos.
Cuando llega a cero Justin suelta una enorme carcajada a la que se le une Christian.
¿Qué?
-Jamás vas a poder conmigo- se burla Justin de su amigo.
-Acabo de ganarte- responde él.
Ruedo los ojos al escuchar que vuelven a discutir por la victoria.
-¿Qué quieres hacer hoy?- le pregunta Justin.
-Descansar- responde Christian.
-Yo tengo que ir a resolver algunas cosas, puedes quedarte aquí y saldremos a cenar por la noche- le dice Justin.
-Perfecto- responde Christian.
Terminamos de desayunar entre historias contadas por el nuevo miembro de nuestro círculo.
-¿Puedes llevarme a casa?- le pregunto a Justin cuando nos quedamos solos en la cocina.
Levanta la mirada de su teléfono para mirarme interrogativo.
-Tengo que ir, no puedo pasar todo el día aquí- le respondo a su pregunta sin formular.
-Si puedes
Sonrió por su necedad.
-Sólo iré a ver a Robert, a por algunas cosas y nos vemos en la noche si quieres.
-Claro que quiero- responde haciéndome feliz- pasare por ti con los chicos- dice.
-Puedo ir sola, tengo coche-le recuerdo.
Rueda los ojos molesto por no hacerle caso y me acerco encantada hasta él para acariciar su rostro.
-Entonces te mando la dirección cuando sepa donde iremos- dice molesto.
-Bueno, pero deja de enfadarte tan constantemente o te van a salir arrugas.
Me regala una sonrisa del todo fingida y demasiado exagerada que me roba el corazón.
Es tan único.
Subimos a la habitación a cambiarnos y cuando estamos listos Justin me lleva a casa.

© 《Acostúmbrate It ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora