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42

Me levanto entre pesadillas en las que sus hermosos ojos miel ya no me miran a mi.
¿Qué esperabas, Baldwin?
Es la verdad, estaba tardando mucho en suceder, demasiada felicidad no era tan bueno.
No lo deje explicarse por que en realidad no hacia falta, él no me debe nada, nosotros no somos nada.
Pensar en eso duele mucho.
Tengo suerte de que Robert no haya estado ayer cuando llegue o ahora mismo estaría soportando sus "te lo dije" y no estoy de humor para eso.
Mi teléfono suena en algún lado de la habitación, cuando lo encuentro respondo, es mamá.
-Buenos días cariño- dice su hermosa voz al otro lado del teléfono.
-Hola mamá.
-¿Estas ocupada?
-Para nada- respondo.
-Te llamaba para decirte que llegó esta tarde- murmura y eso me da completa felicidad, la necesito demasiado.
Hablo con ella acerca de su vuelo para estar en el aeropuerto a la hora exacta y la llamada termina.
Miro los mensajes, tengo varios de Justin que no me apetece leer ahora.
Ocupó mi día limpiando mi habitación y salgo a hacer algunas compras, no he sabido nada de Robert en todo el día pero también lo dejo pasar, ocupo mi mente en hacer cosas para así no tener que pensar en lo ocurrido y eso me ayuda mucho.
A las cinco salgo de casa camino al aeropuerto y mientras conduzco suena mi teléfono, es Maejor.
-¿Si?- respondo cuando activó el manos libres del coche.
-Hola Hails- responde- ¿cómo estas?
-Bien- digo sabiendo por que es la llamada- estoy de camino al aeropuerto.
-¿Te vas?- pregunta más alto de lo normal.
-No- rio- llega mi mamá.
-Oh- murmura
-Pero mañana me iré a Nueva York algunos días- digo pensando en un rápido plan, necesito escapar de aquí hasta saber que vuelvo a estar bien y se que él se lo dira a Justin
-¿Segura estas bien?- pregunta de nuevo- ayer...
-Ayer no paso nada, Maejor- le digo- todo está bien en serio.
-¿Entonces por que no respondes mis mensajes?- la voz de Justin me sorprende y me paraliza.
-He estado ocupada hoy, tenía varias cosas que hacer y ahora estoy conduciendo, hablamos luego- respondo rápidamente y cuelgo.
Aprovecho el semáforo en rojo para suspirar y calmar mis sentimientos.

Veo a mamá a lo lejos luchar con las maletas y no puedo evitar reír, corro hasta ella y la sorprendo con un abrazo por la espalda al que ella sonríe rápidamente cuando sabe de quien se trata y agarra mi brazo.
-Cariño- murmura abrazandome.
-Mamá, te extrañe tanto- respondo en sus brazos.
Tomó una sus maletas y vamos de regreso al coche.

Llegamos a casa donde ella sube a darse una ducha y yo me meto de lleno en la cocina para preparar la cena de esta noche.
-¡Llego por quien lloraban!- escucho la voz de Robert en la entrada y no puedo evitar sonreír- no me digas que va a venir Bieber- comenta abriendo la herida de mi corazón.
-No- respondo incrédula.
-¿Entonces que haces en la cocina?- pregunta.
-Cocina para su madre- responde mamá entrando.
Robert la mira y corre a abrazarla. Todos aman a mi mamá.
Cuando la cena está lista Robert pone la mesa y nos sentamos a comer.
-¿Y como va todo por aquí?- pregunta mamá iniciando su interrogatorio.
-Robert está a punto de firmar para diseñar en Nike- la digo dándole toda la atención, él le cuenta un poco todo y mi madre escucha atentamente.
-¿Y tu?- pregunta cuando Robert termina de hablar.
-Todo está bien- respondo con una sonrisa.
-¿Entonces lo que dicen las revistas es mentira?- pregunta.
-¿Y que dicen las revistas?- le pregunto aún que ya se de que está hablando.
-Que tu y ese lindo chico rubio con la voz de un ángel tienen algo- dice haciéndome reír.
-Sólo somos amigos, mamá- respondo pero la tos obvia de Robert arruina todo.
Lo fulmino con la mirada.
-No le mientras a tu madre- murmura burlándose.
-No le estoy mintiendo- respondo- ya no hay nada.
Robert se da cuenta de mi voz herida cuando hablo y cierra los puños.
-Tuvimos algo, mamá pero me di cuenta de que no va a funcionar por nuestras vidas ocupadas- lo digo más para que Robert se calme.
-Por la forma en la que hablas se nota que lo quieres- me dice mamá.
-Si lo quiero, pero eso no quiere decir que lo vaya a perder, somos buenos amigos y de esa forma para mi es suficiente.
-Mi pequeña- susurra mamá tocando mi rostro de forma melancólica.
Le sonrio y uno más mi rostro a su suave mano disfrutando del momento.
-¿Qué pasó ayer?- me pregunta Robert mirando su teléfono.
-¿Por qué?- pregunto.
-Saliste llorando de la fiesta de Madison- dice y me quedo en shock, ¿cómo lo sabe?- hay fotos en Internet- dice al ver mi reacción.
Miro a mamá, que espera mi respuesta.
-No estaba llorando, me dio un mareo super feo y necesitaba salir de allí- miento pero no puedo hacer otra cosa, no con mamá delante y ruego por que Robert lo entienda.
-No me mientas, Rodhe- dice y yo intensifico la mirada.
-No te estoy mintiendo, si quieres llama a Justin- murmuro y por suerte deja de preguntar.
Recogemos la mesa para poder ir al salón a ver alguna película.
-Mamá- digo recordando lo que le dije a Maejor- mañana nos vamos a Nueva York.
-¿Como así?- pregunta contenta.
-Tengo que ir a la agencia de allí a hacer algunas cosas y de paso disfrutamos de la ciudad- miento.
-Me parece genial- responde y yo me alegro de eso.
-¿Quieres ir?- le pregunto a Robert que escucha atentamente pero sin decir nada.
-Quizás- murmura, sigue molesto por que le he mentido, luego solucionare eso.
Desbloqueo mi teléfono y sin ver nada le escribo a Camila.