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Estamos en el coche de camino a Kinda, donde Chris Brown presentará su exposición de dibujos a la que Justin y Kendall fueron invitados y según ellos yo también.
Miro a mi ángel que está sentado a mi lado y y no puedo creer lo guapo que se ve.
¿Habrá algún día en el que me canse de mirarlo?
-¿Cómo está Lamar?- le pregunta Justin a Kendall.
Lamar es el marido de su hermana Khloe que hace días entró a rehabilitación.
-Mejor- responde ella un poco incómoda.
-¿Va a retirar el divorcio?
-No lo se, no le gusta hablar de eso y menos conmigo- le responde Kendall.
Nos quedamos en silencio por un momento, cada uno atento en su teléfono.
-Harry no deja de preguntar por ti- me dice Kendall.
Maldición, me había olvidado que le prometí salir cuando llegara.
-¿Quién es Harry?- pregunta Justin un poco molesto y eso me hace sonreír.
-Un amigo- responde Kendall que mira a Justin con una sonrisa traviesa- salimos el otro día con Hailey y quedó encantado.
Sabe lo que le molesta y piensa darle justo ahí.
-No jueges con fuego- murmura Justin.
-No me lo digas a mi, dicelo a Harry- responde Kendall y no puedo evitar reír recibiendo una mirada asesina de Justin que me hace calmar al momento.
-Tú ríete, tranquila- bufa apartando la mirada.
¿Se enfada conmigo por reirme?
-¿Cuántos años tienes?- le pregunto.
-Que te importa.
Oh, me sorprendo por sus duras palabras.
¿Quieres jugar, Bieber? Adelante.
Quito la mirada bajo la sonrisa silenciosa de Kendall y marco el teléfono de Harry.
-Dichosos los oídos- responde Harry al tercer tono.
-Hola, pequeño- digo feliz.
-¿Pequeño? Déjame adivinar, tienes a la estrella de pop al lado y quieres darle celos- dice dejándome helada.
¿Cómo lo sabe?
-Algo así- digo.
-Tranquila, yo te ayudo, pequeña- se burla y ambos reimos.
-¿Cómo estas?- le pregunto poniendo una voz del todo sensual recibiendo como resultado una mirada sorprendida de Justin.
Chúpate esa Bieber.
Estoy a punto de echarme a reír y acabar con mi plan cuándo la cara de sorprendida de Kendall me distrae, ella sabe lo que estoy haciendo.
-Estoy bien aunque un poco decepcionado porque cierta persona me dijo que me iba a invitar a comer y hasta ahora...- responde Harry- bueno, ahora acabo de recibir su llamada sólo para darle celos a su novio.
-No es mi novio- digo arrepintiendome al instante cuando Justin vuelve a mirarme- aún que lo quiero como tal- arreglo las cosas.
Justin sonríe y se que todo a vuelto a la normalidad.
-Ohh- escucho la voz de Harry pero sólo tengo ojos para mi ángel.
Justin se acerca a mí acariciándome el rostro con su mano y poniendo la otra en mi cuello para empujarme suavemente hacia él, me mira directamente a los ojos, con esos ojos tan hermosos.
Un color miel derretido me llama a perderme en su infierno y yo no me resisto, rozo sus labios éxtasiandome de él y olvidando todo a mi alrededor.
Justin toma mi celular recordando con quién estaba hablando.
-¿Harry verdad?- le pregunta a mi amigo, estoy a punto de lanzarme a quitarle el teléfono pero él me detiene- ni se te ocurra- me dice del todo serio- bueno, no te puedo prohibir que te acerques a ella aún que quisiera pero, cuidado.
Kendall estalla en risas contagiandome.
-¡Justin basta ya!- le digo entre risas y me devuelve el teléfono- te llamo en otro momento- le digo a Harry que para mi sorpresa también estaba riendo.
-Estaré esperando tu llamada.
-Hazme un hueco en tu agenda y avisame- le digo y cuelgo- ya es hora de que madurez- le lanzo a Justin.
-Ya es hora de que madurez- repite imitando mi voz dándose el título.
Lo empujó bromeando y todos volvemos a reír.
-Servidos- dice la voz de Hugo después de abrir la puerta del furgón.
Bajamos del coche y entramos rápidamente al edificio.
Una vez dentro todo se vuelve rojo, con pinturas y grafitis en todas las paredes parece una casa abandonada, impresionante.
-Vinieron- una voz nos sorprende por detrás.
-Como perdernos esto- responde Kendall mirando encantada una de las imágenes.
Yo regreso a ver al procedente de la voz y me encuentro al mismísimo Chris Brown delante.
-Bro- lo saluda Justin y se dan un cariñoso abrazo varonil- te presento a Hailey- dice cuando se separan.
-Encantado- responde ofreciendome su mano y con esa bonita sonrisa que tiene.
-El placer es mío- respondo complemente feliz de conocerlo.
-Iré a saludar a algunas personas y luego vengo para tomarnos algo- nos dice y se marcha.
Justin entrelaza su mano a la mía y tira de mi hacia el principio de la exposición y de esa forma vamos viendo cada una de las obras, agarrados de la mano y emocionados.
-Es increíble- murmuro observando un grafiti del perfil de una mujer.
-Tiene mucho talento- responde Justin.
-Este es mi favorito sin duda- digo admirando los colores.
-¿Segura?- me pregunta y asiento sonriendo.
-Bieber haznos un foto- le dice Kendall dándole su teléfono.
Poso con Kendall en uno de los pasillos llenos de grafitis y Justin hace la foto.