78

4.6K 255 18
                                    

No dejo de jugar con la cuerda de mi bolso mientras miro por la ventana del coche.
-Calmate- me pide Robert mirando a la izquierda para girar.
No digo nada.
Si alguien entendiera la confusión que siento dentro de mi, todos los sentimientos encontrados y no tan perdidos, todas las dudas que mi cabeza no deje de plantearme y principalmente la preparación que conlleva volver a verlo, no me pedirían calma.
-Hemos llegado- me avisa Robert poniéndome aún más nerviosa.
Miro fuera en todas direcciones, es cierto, estamos a unos quince metros del café.
-Hailey- me llama- él aún no a llegado así que tenemos algo de tiempo, ¿estas bien?
Lo miro a los ojos, buscando un poco de confianza en ellos, de fuerza.
-Oye, todo va a estar bien ¿ok?- dice acariciando mi mano que permanece encima de mi pierna- no voy a dejar que nada malo pase de nuevo.
-Lo se- susurro.
-Va a pasar lo que tenga que pasar y tu tienes que afrontar las cosas como siempre has echo.
-Seré fuerte- digo más para mi que para él- te lo prometo.
-Así me gusta- responde con orgullo- ahora ve, creo que acaba de llegar- dice señalando fuera, donde la entrada al lugar se a llenado de personas.
El corazón se acelera, las manos me sudan, mis nervios se propagan pero aún así abro la puerta.
-Suerte- murmura Robert volviendo a encender el coche y se que no se va a ir hasta que me vea dentro del lugar.
Camino con toda la confianza que tengo, bajo mis pantalones grises y mi camiseta negra, acelero el paso cuando las cámaras me captan.
Al entrar veo a Mike, el nuevo guardaespaldas según varias fotos y en ese momento extraño mucho a Hugo.
-¿Hailey?- me pregunta al verme, asiento mirando su gran estatura- Justin te está esperando.
Eso ya lo se, Grandulon.
Caminamos por el lugar hasta subir las escaleras y llegar al segundo piso, donde lo veo, bajo una gorra negra y lo que más resalta de él son sus medias estúpidamente rosadas.
¿Qué con tu estilo, Bieber?
Chocamos miradas y creo que mi mundo está a punto de desvanecerse hasta que sonríe, abriendo una puerta al paraíso.
-Hola- susurro cerca.
Se levanta tan rápido como puede y me junta a su cuerpo en un fuerte abrazo.
Yo no se que hacer, me quedo de piedra sintiendo su cuerpo pegado al mío.
-Te extrañe- susurra cerca de mi oído.
No me hagas esto, por favor.
Respiro controlando mis sentimientos y por suerte se separa de mi.
-¿Como estas?- pregunto evitando el contacto visual.
Ambos nos sentamos en la mesa lejos de todo el mundo y siento la mirada de Justin buscar la mía.
-He estado mejor- confiesa.
Oh, cariño.
Lo miro a los ojos esperando que no noté lo nerviosa que estoy pero no puedo evitarlo, necesito ese paraíso tan dulce como la miel acechando mi mirada.
-¿Y tú qué tal has estado?- me pregunta.
Sonrio sin poder evitarlo con un poco de amargura.
-Mejor de lo que debería- respondo.
El ambiente se pone tenso, es notorio que ninguno de los dos sabe qué decir ni como actuar pero no es tan incómodo como lo imaginaba. Supongo que es por la confianza que tenemos el uno sobre el otro, de no ser así que esto se habría puesto insoportable.
-Cuéntame cómo fue todo- le pido yendo directamente al grano.
Necesito saber cómo se siente y que fue lo que pensó en el momento que todo sucedió, no creo que sea algo fácil de sobrellevar, el hecho de que la gente viole tu intimidad de esa forma. Imagina levantarte un día y saber que todo el mundo conoce algo de ti que planeaste jamás mostrar, ese sentimiento debe de ser tan desagradable y creo que es la única razón por la que estoy aquí, porque supongo que necesita demasiado apoyo en este momento de su vida.
-¿Segura quieres escucharlo?
-Estoy aquí por eso- susurro.
Me mira enarcando una ceja y se que mi respuesta le a dolido pero lo disimula rápidamente.
-Sinceramente no sé como pasó todo tan rápido... llegué a mi habitación a pasar una noche tranquila, obviamente con ella- añade mirándome de pasada- y así fue, después me desperté a las ocho de la mañana si bien recuerdo, no me tomé la molestia de ponerme algo encima y salí a darme un baño en la piscina privada sin tener la menor idea de que una cámara me estaba tomando fotos a kilómetros de distancia.
Por un segundo lo imagino en una cama junto a ella y se me revuelve el estómago, me hace falta el aire y tengo ganas de salir corriendo pero las palabras de todos mis amigos retumban en mi cabeza, saco fuerzas de donde no sé y me atrevo a mirarlo a los ojos.
-¿Tienes alguna idea de cómo llegó ese fotógrafo a saber tu ubicación exacta o mejor dicho, la habitación en la que te estaba hospedando?
Asiente con mucha pena en los ojos y eso me provoca querer lanzarme a sus brazos y susurrarle que todo va a estar bien.
-Estoy completamente seguro de que fue ella quien dio la exclusiva, primeramente porque estaba sentada dentro de la habitación y cerca del cristal, claramente para salir en las fotos para que de esa forma la gente sepa que yo estaba con ella y así agrandar un poco más su estúpida fama- escupe con rabia.
-Pero eso no tiene sentido- respondo con indiferencia- ella subía videos en los que tú estabas detrás, subía fotos con tus amigos e incluso subió una foto contigo, era obvio que estaba a tu lado, así que no encuentro mucha lógica a tus palabras.
-Si, eso ya lo sé- responde tras un suspiro- pero no encuentro otra respuesta, ya me confirmaron que fue ella quien le avisó a los fotógrafos así que esa es mi única teoría pero para serte sincero me da igual, total esas fotos ya están fuera, ya las vio todo el mundo y tengo que vivir con eso. Pero eso no quiere decir que deje de sentirme mal.
Pasamos varios segundos pensando en las palabras que ambos hemos dicho, encontrando que más decir.
-Todo va estar bien- susurro con mucha pena, intentando trasmitirle un poco de confianza que prácticamente es lo que a mí también me falta, pero debo de actuar como una buena amiga.
Uno de los camareros llega con dos platos de flanes, los coloca encima de la mesa y se retira rápidamente.
-Ordene nuestros favoritos- susurra Justin con una bonita sonrisa.

-Ordene nuestros favoritos- susurra Justin con una bonita sonrisa

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

No digo nada, me limito a comer lentamente.
¿Qué queda ahora? ¿Qué es lo que lo diremos? ¿Seremos capaces de hablar sobre nuestros mensajes, sobre nuestro pasado o simplemente sobre lo que nos va a traer futuro?
Lo miro de reojo, me encantaría poder ver su cabello pero esa estúpida gorra lo tapa por completo, tiene unas ojeras muy grandes bajo los ojos, seguramente no ha dormido nada y siento tanta pena por él, por su infelicidad en este momento, notable en su rostro, porque una vez más alguien rompe su confianza y se lo duro que es eso, se lo difícil que es estar rodeado de personas y no saber si debes confiar en ellas o no y lo que es peor depositar tu confianza en alguien y que termine traicionandote.
Pero así es esta vida y tenemos que aprender a vivir con eso porque dentro de tantas y tantas y tantas cosas buenas siempre va a haber algo malo y eso nunca va a cambiar.
-¿En qué piensas?- me pregunta su bonita voz.
Hago desaparecer todos los pensamientos de mi cabeza y lo miró directamente a los ojos.
-En lo difícil que debe de ser tu vida ahora mismo, en como debes de estar luchando contra la necesidad de abandonar todo y lo fuerte que eres al no hacerlo...
-Si te soy sincero todas las noches pienso en abandonar todo esto porque poco a poco me consume, tengo miedo de no saber qué hacer algún día, de no tener a alguien que me apoye completamente, porque eso es lo que hacen las personas, se alejan de mí cuando todo está mal.
Yo no.
-Pero cuando todo está bien tengo miles y miles de de personas alrededor de mí y ¿que me ofrecen? nada bueno.
Estoy segura que en cualquier momento vamos a comenzar a llorar, la sinceridad en esta conversación casa vez es más extrema.
Abandonaría Hailey, si por mí fuera lo hiciera pero le debo mucho a las personas que están ahí fuera, todo lo que tengo se lo debo a ellas y abandonar sería muy egoísta, esa es mi primera razón para no hacerlo...
-¿Y la segunda?
-La música es mi vida, si algún día tomo la decisión de abandonar y dejo de hacer música me volvería loco, porque no se hacer otra cosa y abandonar eso sería como estar muerto en vida, esa es la segunda.
-Te entiendo completamente, pero no es tu culpa haber llegado tan lejos, no es tu culpa que gente tan mala llege a estar a tu alrededor, no es tu culpa tener a personas que te amen sin ningún límite y a las que creas deberles algo, no es tu culpa ser tan talentoso y tampoco es tu culpa que seas tan débil, en algunas cosas claramente, pero estoy segura y lo digo porque te conozco de que sacaras fuerzas de donde no haya y serás capaz de seguir el tiempo que haga falta hasta que estés preparado para saber separar las cosas, estoy segura de eso yo pongo mi voto de confianza en ti y sé que me vas a hacer sentir orgullosa.
-Gracias por eso- susurra.
Este momento se a vuelto muy íntimo, muy vulnerable.
-Salgamos de aquí- pido viendo que ya no queda nada en nuestros platos.
Él asiente y se levanta.
-Basta de hablar de mi- murmura caminando- ¿qué hay de ti? ¿o de nosotros?...

© 《Acostúmbrate It ©Where stories live. Discover now