© 《Acostúmbrate It ©

21

El tercer día del año y Justin me dejo en casa hace como diez minutos, Robert está aquí y ya me siente rara, pero necesito contarle esto junto con Kendall que llegará en veinte minutos.
Mi amistad con Justin sigue igual que siempre pero no puedo negar que estar cerca de él se me hace mucho más difícil que antes y tengo que buscar una solución a eso.
Para mi buena suerte y su supervivencia a dejado de hacer bromas respecto a eso y así las cosas se facilitan mucho más.
-Hailey- me asusta Robert entrando a mi habitación- puedes hablar de una vez, me estoy volviendo loco.
Sonrió y lo miro, se a dejado crecer un poco la barba y a eso se le adjuntan dos años más de los que tiene.
-Sólo espera a que llegue Kendall, no quiero contarlo dos veces- respondo y sale enfadado de la habitación.
Pensé estos dos días en como contarles todo y me estuve comiendo la cabeza con eso.

-¿En que tanto piensas?- la voz de Justin me saca de mis pensamientos.
Regreso a mirarlo y me encuentro con unos ojos observadores.
-En nada.
-Vamos Hails, sabes que puedes hablar conmigo- responde dándome confianza.
Lo miro,pensando en si debería o no contarle y llego a la conclusión de que él también va a ser parte de todo este drama.
-No encuentro la forma de contárselo a mis amigos- suelto sin más.
-¿Amigos?- pregunta un poco nervioso.
-Es decir a Kendall y Robert.
Suspira y acaricia su cuello.
-Hazlo sin más, tampoco es que hayas cometido un crimen, sólo asegúrate de que Robert no quiera cortarme las bolas- dice y ambos reimos- de Kendall puedo encargarme.

Cierro los ojos perdiendome un momento en el silencio de mi habitación hasta que es interrumpido por el timbre de casa, debe de ser Kendall.
Espero unos minutos hasta que tengo a mis dos mejores amigos enfrente.
-Habla- dice Kendall con voz neutra.
-¿Pueden calmarse?- pregunto algo molesta, tanto drama me saca de mis casillas.
Ellos se miran para luego mirarme a mi y se sientan en la cama.
-Es sólo que...- comienzo pero Kendall me interrumpe.
-Antes que nada, ¿viste la foto que subió Justin?- dice y el corazón se me acelera esperando otra decepción.
-¿Cuál?- pregunta Robert.
Agarró mi teléfono.
-¿Instagram?- pregunto.
Kendall asiente y yo entro rápidamente a su perfil, no hay ninguna foto que no haya visto y miro a Kendall enarcando una ceja.
Ella me mira levantando la vista de su teléfono y ríe.
-¿Lo sigues en su privado?- pregunta dejándome confusa.
-¿Su privado?- pregunto.
-Justin tiene un Instagram privado que sólo amigos cercanos saben- responde y me llevo otra decepción.
¿Por que diablos no me lo dijo?
-Pues no lo sabía- murmuró enfadada.
Esto es algo que luego hablaré con él.
-¿Y cual es la foto de la que hablas?- pregunta Robert notando mi estado de animo.
-Es Hailey- suelta Kendall dejándome de piedra.
¿Qué?
-Puedes mostrarnos- le digo con ansiedad.
Cuando Kendall quiere hacer drama, lo hace.
Desbloquea su teléfono y se lo da a Robert que mira la foto y deja salir una pequeña sonrisa, me lanzo a su lado y le quito el teléfono.
Me encuentro en la pantalla una foto mía de la noche de Año Nuevo, tengo de fondo la puerta de madera de la habitación de Harri y miro directamente a la cámara, recuerdo esa foto, fue antes de que todo pasará, pero no me la hizo Justin si no Harri.
Bajo para ver la descripción pero no hay escrito nada.
¿Porqué diablos subiría esa foto?
-¿Porqué subió esa foto?- me pregunta Robert.
-Me estoy preguntando lo mismo- respondo.
-No tiene nada de malo, yo también subo fotos de mis amigos- responde Kendall en defensa de Justin.
-Bueno si, pero el tiene novia- responde Robert.
-No tiene novia- dice Kendall.
Y por primera vez desde que me acosté con Justin pienso en eso, Justin tiene una extraña relación con Yovanna, o eso creo.
Maldición, también tengo que hablar de eso con él y va a ser muy incómodo.
-No tienes que hablar de nada- me reclama mi yo interno.
Quizás tenga razón, ya zanjamos el tema y no tendría que hablar de eso más, lo que haga Justin con su vida privada no es asunto mío.
-¿Qué era lo que tenías que contarnos?- pregunta Kendall y ahora me pongo más nerviosa.
-Que más da, total es mi vida- pienso y les relató todo.