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120

Miro la hora en mi reloj desesperada, faltan cinco minutos para la media noche y no encuentro a Justin.
La gente se comienza a unir a sus familiares en el balcón, donde se podrán apreciar los fuegos artificiales.
Tengo a Amanda de la mano, ella también busca a su novio entre la multitud.
-Vamos a pasar el inicio de año sin amor- sonríe nerviosa.
-Ni hablar- murmuro marcando el número de Justin.
No responde, se va al buzón en el segundo tono.
Estoy a punto de rendirme cuando veo a Johnny a lo lejos, junto a Erin y Jeremy, corro hasta ellos recuperando la calma.
-¡Hailey!- grita Jeremy al verme- ¿dónde te metiste?
-Los estaba buscando- respondo bajando la cabeza por su regaño- ¿y Justin?
-Fue a buscarte- responde Jeremy buscando a su hijo.
Maldición.
Quedan tres minutos para las doce.
No puede ser, voy a comenzar este año sin él.
Me rindo y me siento en una silla arrepentida de haberme alejado de él.
-Bieber, una foto- la voz suena lejana pero suficientemente alta como para escucharla.
Todos mis sentidos se aceleran y busco la procedencia de la voz, lejos lo veo, como el Adonis griego que es, tan guapo que duele.
Sonrió cuando su mirada se topa con la mía y me mira enfadado pero al final sonríe como sólo él sabe.
-¡Dos minutos!- grita el DJ.
Todos se levantan y Justin nos llama con el brazo a todos, no me importa nada, me levanto y corro a sus brazos a pesar de mis tacones altos.
Me recibe con los brazos abiertos y cuando choco con su cuerpo el aspira el aroma de mi cabello.
-Eres mi lugar favorito en el mundo- susurra su preciosa voz.
-¿Más que China?- pregunto sabiendo cual es su país favorito.
-Mmm- murmura y yo agrando mi mirada- mucho más, cariño mío- culmina.
Lo abrazo con todas mis fuerzas, sintiendo el momento mágico.
-Vamos, va a comenzar la cuenta regresiva- dice y caminamos abrazados hacia un espacio privado que han dejado para nosotros.
-Está noche tenemos la oportunidad de cerrar el año con una de la estrella más grande de todos los tiempos, así que a disfrutar- el DJ pone toda la atención en nosotros y Justin como nunca se sonroja y sonríe.
-¿Te sientes bien?- me pregunta abrazandome por la espalda.
-Soy muy feliz, Justin- confirmo acariciando su brazo que reposa en mi estómago.
La gente se emociona en los alrededores, quedan menos de treinta segundos para que el año termine.
Jeremy tiene una botella de champán en las manos, listo para abrirla cuando den las doce.
-¡Seis!- la gente comienza a corear- ¡cinco!- Justin sonríe mirándome- ¡cuatro!- no puedo creer que otro año este acabando- ¡tres!- lo amo demasiado- ¡dos!- estoy segura de que este año será asombroso- ¡uno!- mi único deseo es su felicidad.
-¡FELIZ AÑO NUEVO!- todo el mundo grita y los abrazos van y vienen.
-Gracias por un año más- susurro en los brazos de Justin que me hace girar en el aire.
-Por muchos años más, mi amor- responde dejándome en el piso.
Besa mis labios con tanta ternura que me desgarra el alma y se gira para abrazar a su padre, la siguiente persona a la que abrazo es a Johnny, alguien que también a sido muy importante a lo largo de este año y como me gustaría tener a Robert y Kendall aquí también.
Es tan raro darte cuenta de que un año completo se a ido tan rápido, recordar tantas cosas que han pasado, tantas personas que se fueron y que llegaron, saber que fuiste feliz y lloraste con sentimiento pero lo más importarte, darte cuenta de que encontraste el amor en la persona que menos pensaste.
Después de los abrazos Justin vuelve hacia mi y abraza mi cuerpo para que ambos miremos los bonitos juegos artificiales que cubren el cielo oscuro, cuando terminan nos reunimos todos listos para el brindis.
-¿Lo haces tu?- le pregunta Jeremy a su hijo.
El asiente dispuesto y suelta mi cuerpo para que todos puedan verlo.
-Este año aprendí algo muy valioso y es que las palabras sobran en ocasiones como esta, creo que al final lo único que importa son las personas que están contigo en los ratos buenos y malos y las que no se van a pesar de los errores. Este año conocí a personas maravillosas y también perdí a quienes no eran como decían pero eso no importa. Mi padre me dijo un día- mira a su padre con una sonrisa- quien no este a tu lado cuando caes no merece estarlo cuando llegues a la cima- Jeremy levanta su copa feliz- y es totalmente cierto. Puedo decir que ahora mismo todos merecen estar en la cima conmigo y pueden estar seguros de que nos los dejaré caer si se trata de mi- levanta su copa- ¡salud!- y da por terminado su discurso.
-Gracias por dejarme subir a la cima contigo- susurro.
-Fuiste tu quien me hizo subir a mi- responde besando mi frente.
-Que nadie se aleje- les dice a todos- estaremos aquí un rato y luego iremos a seguir con la fiesta al hotel.
Todos asienten, Justin agarra dos copas llenas de champán y mi mano para llevarnos hasta la playa.
-¿Ahora es cuando me pides matrimonio?- bromeo mirando la noche estrellada mientras me quito los zapatos.
-Ganas no me faltan- sonríe esperándome.
¿Espera, que?
-No lo voy a hacer- asegura observando mi reacción- tranquila.
Me rio avergonzada de pensar en eso.
Llegamos al muelle, donde Justin se sienta y espera a que yo también lo haga.
-Sabes...- dice mirando el agua que cae bajo nuestros pies- nunca he echo el amor en la playa.
Me sonrojo automáticamente y golpeo su hombro con suavidad.
-Ni lo pienses- respondo cuando me mira intensamente- tengo el cabello alisado.
Rueda los ojos y sonríe dándome una de las copas.
-No quiero cerrar ningún año más si no es a tu lado.
-Suena muy comprometedor- respondo mirándolo.
-De eso se trata- responde chocando su copa con la mía.
Nos bebemos el líquido dulce de golpe y Justin invade mis labios rapidamente.