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NARRA JUSTIN.

-¡Maldición!- doy un golpe sobre el respaldar del asiento que tengo delante.
-¿Qué diablos, Bieber?- se queja Gus que está exactamente sentado donde acabo de dar el golpe.
Lo fulmino con la mirada cuando regresa a mirarme.
-Calma, Gus- lo tranquiliza Maejor- sólo está así por que no encuentra el regalo perfecto para su novia.
Es el turno de fulminar a Maejor.
-Gracias por ir contando mis problemas por la vida- reclamo.
Aún que tiene toda la razón, llevo rompiendome la cabeza desde hace días con eso. Y aún así sigo sin encontrar algo perfecto.
¿Quién demonios inventó esto de San Valentín?
Ruedo los ojos y sigo pensando en algo mientras veo las calles pasar.
-Un perfume bro, y problema resuelto- suelta Maejor con una risa burlona.
Gus se muere de risa al ver mi mirada reprovatoria hacia nuestro amigo.
-No sean tan básico, idiota- reclamo aún que se muy bien que está bromeando.
-Bueno, entonces veamos como podemos sorprender a esta enana- se acomoda en el asiento y rasca su cabeza.
Ahora resulta que hasta Maejor se va a desesperar.
-¿Tu no tienes una chica en quien preocuparte?- le pregunta Gus.
-Mañana a primera hora cada una tendrá su ramo de rosas rojas y su caja de chocolates, estoy tranquilo.
Todos nos reímos de lo descarado que es.
-No se de que te ríes- me señala- antes de que Hailey llegará a tu vida eras igual- me recuerda- aún que no, el cabron no dejaba ramos de rosas, dejaba relojes y joyas, así era él- cuenta mis historias.
Le lanzo la pelota relajante con la que estaba jugando y debido al gran campeón que soy, la pelota golpea su ojo con una fuerza moderada.
-¡Idiota!- grita mientras lleva su mano hacia el lugar del golpe de forma exagerada.
-Ni siquiera fue con fuerza, no seas crío- le reclamo tragandome las ganas de reír.
-Tienen menos de ocho horas para que sea 14 de febrero así que yo me iría planteando bien el regalo- nos recuerda Gus y sólo hace falta una rápida mirada entre Maejor y yo para comenzar a lanzarle todo lo que encontramos.
Pero tiene razón, debo de tener el regalo cuanto antes.
¿Hailey estará sufriendo con mi regalo como yo lo hago?

NARRA HAILEY.

-¡Kendall!- le grito al otro lado de la pantalla y en menos de un segundo aparece delante de la cámara.
-Lo siento- se disculpa con la boca llena de pasta dental.
-¿A que hora sale tu vuelo?- preguto curiosa mirando hacia la ventana que tiene detrás.
-A las diez de la noche- responde- el jetlat me tiene muerta- dice mientras termina con su tarea y antes de desaparecer de nuevo me señala uno de sus dedos a petición de que le de un minuto.
Ruedo los ojos frustrada, ¿qué diablos le regalas a alguien que lo tiene todo?

Hails:
¿Ya estas con él?

Cuando envío el mensaje veo a Kendall aparecer de nuevo frente a la pantalla.
-Listo, soy toda tuya- dice con una sonrisa desbloqueando su teléfono- ¿y Justin?

Bae:
Si, había olvidado lo inquieto que es, creo que ya a dado dos vueltas a toda la pista.

-Fue al aeropuerto a ver a Jaxon, pero hoy no vamos a vernos, mañana pasaremos todo el día juntos.
-Como siempre- responde rodando los ojos.
Me rio avergonzada. Tiene razón.
-Pero mañana es especial, saldremos con Jaxon.
Kendall me mira asustada y luego sonríe.
-Que la estabilidad te asuste no es culpa mía- reclamo con ternura.
Si algunas palabras no son dichas con tacto pueden ser muy hirientes a veces.
-Harry llegará pronto- dice entre dientes como quien no quiere la cosa.
Salto de la sorpresa haciendo caer la botella de agua que tenía encima, por suerte está cerrada.
-Ya decía yo que era raro que te quedarás en España un día más de lo previsto.
Y ahora todo tiene sentido, hace unos días Kendall me llamo para preguntar donde había mandado a hacer el sombrero que le di a Justin en su cumpleaños.
Harry es un amante de los sombreros ahora.
-¿Por eso...?
No me deja terminar la pregunta.
-Si- dice levantándose y cuando regresa lo hace con una bonita caja roja- me llegó esta mañana.
Saca un elegante sombrero color cuero oscuro.
-Le va a encantar- comento y la angustia se vuelve a apoderar de mi.
-¿Qué ocurre?- me pregunta mientras guarda su regalo perfecto.
-Aún no tengo nada para Justin...
-Compra un reloj y una botella de whisky- se burla.
La asesino con la mirada y deja de reír bajo mi ataque.
-Lo siento...
-Ayúdame, es tu mejor amigo.
Kendall piensa por un segundo y su sonrisa de victoria se plasma en su rostro.
Listo, ya tengo el regalo perfecto.

© 《Acostúmbrate It ©Where stories live. Discover now