CapítuloOnce|Besos a escondidas|

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Noah despertó sintiendo como todo su cuerpo dolía y no tenía la fuerza suficiente como para levantarse. Seguía sintiéndose enfermo y con ganas de golpear todo lo que se atravesara en su camino. Estaba solo..., y en ése momento se dio cuenta de que no importaba mucho encontrarse solo puesto qué, sufría su martirio en silencio.

Algo que él hubiera querido, era que su experiencia con Esa mujer no lo hubiera traumatizado de esa manera tan agobiante. Quizá si hubiese sido un poco más fuerte en aquel tiempo, no estuviera tan destrozado como lo estaba ahora internamente. Para su suerte, ella había desaparecido hacía unas cuántas horas luego de burlarse durante un buen rato de él. Había optado por quedarse tirado en el suelo, escuchando todo lo que ella tenía por decirle. Desde que estaba allí nadie habían sido varios los que tocaron a la puerta y se fueron poco después al no tener respuesta.

Tenía que lograr una manera de recobrar un poco la fuerza y salir de allí. Tenía muchas cosas que hacer como para quedarse ahí tirado como un trapo viejo entre toda su basura. Además, tenía que llamar para que restauraran la oficina. Ya se imaginaba los caras sorprendidas de sus empleados al ver tal desastre y del montón de chismes que comenzarían a correr nuevamente. No podía hacer nada para evitar que aquello sucediera. Total, tampoco era que le importara mucho la opinión de las demás personas.

Intentó varias veces levantarse y dirigirse hacia el elevador dentro de su oficina, aquél que usaba exclusivamente para emergencias y muy pocos sabían de su existencia. Era algo que había olvidado por completo al momento de entrar en crisis. Si hubiera recordado que estaba allí, se hubiera ido a cualquier lugar y no hubiera destrozado de tal manera su despacho. Sus ojos ardían y sabía que su cara debía de estar hecha un desastre, pero no sería capaz de mirarse. Estaba completamente solo y no quería seguir sintiéndose así, era algo que tenía que dejar a toda costa.

Toc toc.

Tocaron a la puerta, él simplemente lo ignoró. Nadie podría entrar si no tenían la clave, por lo que suspiró con pesadez. Estaba demasiado cansado y el dolor en sus nudillos y cabeza era cada vez más insoportable.

Toc toc.

Volvieron a tocar y un poco frustrado volvió a ignorarlo.

Segundos después oyó el típico pitido de la puerta al desbloquearse, y poco después la luz se encendió. Escuchó un grito ahogado de una mujer, reconociendo al instante que se trataba de Kara. Escuchó sus pasos rápidos por todo el lugar, no la podía ver, pero intuía que estaba buscándolo.

Joder, había olvidado por completo que ella comenzaría a trabajar para él ese día y peor aún, había memorizado la clave de acceso. Seguía oyendo sus pasos y la necesidad de verla, de no sentirse solo lo nuevamente lo embargó.

—Kara...—Murmuró lo suficientemente alto como para que ella pudiera oírlo.

Oyó sus pasos acelerados recorrer todo el lugar en su búsqueda nuevamente, segundos después llegó a él. Se arrodilló y lo vio con preocupación evidente en sus ojos. Era normal que lo mirara de esa manera debido a las horribles condiciones en las que se encontraba. En cuanto ella intentó levantarse, lo más probable para pedir ayuda, la tomó del brazo y la atrajo hacia él. Si ella se iba, se quedaría solo nuevamente, y no quería eso. Con Kara allí no sentía esa soledad tan asfixiante. La abrazó sintiendo como todos sus músculos se tensaban. ¿Era la primera vez que abrazaba a una mujer de esa manera? Creía que sí, no solía ser tan amoroso. Se sentía demasiado reconfortante estar de esa manera con ella. Lo último que desearía en ése momento era soltarla.

Ella se separó lentamente de él y miró fijamente sus ojos sintiendo cómo su corazón comenzaba a acelerarse cada vez más por la cercanía. Él tenía sus ojos fijos en sus labios e iba acercándose cada vez más a éstos. El agarre en sus brazos cada vez se hacía más fuerte y sólo quería una cosa en ése momento, estaba decidido. Sus labios estaban rozándose cuando vio a Esa mujer aparecer detrás de Kara con una brillante sonrisa.

Corazón Principiante✔️Where stories live. Discover now