CapítuloTrece|Solos|

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Kara y Noah bajaban por el elevador hasta el estacionamiento. Irían al departamento de Mary y Mike a cenar y luego Noah se iría a la soledad de su casa. Ella alzó la mirada y detalló el rostro serio de su acompañante. Se veía pensativo. ¿Qué le estaba pasando? Estaba más serio de lo normal. No sabía por qué, pero le molestaba un poco no saber qué pasaba por su mente.

Kara suspiró y se recostó en su asiento. Miró hacia los peatones que cruzaban la calle cuando Noah frenó en un semáforo. Una figura que permanecía quieta a un lado de la acera, llamó su atención. Estaba un poco lejos así que entrecerró sus ojos y detalló a la figura un tanto borrosa. Su pulso se aceleró y sus manos comenzaron a temblar. Ése era...

Noah giró el rostro para ver a Kara, al verla, se sorprendió al verla hiperventilar, casi al borde de un ataque.

—¡Kara!—la llamó con una muy notoria preocupación en su voz. Ella no respondió, su vista seguía fija en algún punto a un lado de la acera.

Sin importarle que los autos de atrás estuvieran tocando sin lástima las cornetas de sus autos para que se moviera, tomó a Kara por los hombros y la zarandeó con delicadeza. Los ojos de Kara fueron directos a los suyos. Tenía una expresión de terror y temblaba como una hoja. Desvió la vista y miró de nuevo hacia la acera.

—Kara..., Kara mírame.—Ella lo miró nuevamente, pero sus manos seguían temblando, y por más que intentara articular alguna palabra coherente, no podía. Tenía pánico.

Sea cual sea la razón por la que ella estaba teniendo un ataque de nervios, no dejaría que le pasara absolutamente nada. Una fuerza mucho más grande que su propia razón, lo hizo actuar de nuevo a pesar de que no sabía qué hacer. Desabrochó el cinturón de ella y como él no lo tenía porque no le gustaba usarlo, la estrechó entre sus brazos. La abrazó con fuerza durante varios minutos y le acariciaba la espalda. La soltó cuando sintió como el temblor de su cuerpo disminuía. Se separó de ella lentamente, mirándola a los ojos.

—¿Que te hizo colocarte así?—Preguntó. Ella desvió la mirada—. Te exijo que me digas de una vez cuál fue la razón para que tuvieras ese ataque de nervios.

Kara se mordió el labio. No quería decir absolutamente nada. Tenía mucho miedo. Sabía que Logan era igual, o incluso peor de lo que era Marcus. Miró nuevamente a Noah, quien la escrutaba con la mirada. Suspiró.

—Yo... he visto a un hombre que...

—¿Qué hombre?, ¿a tu ex?

—¡No!—aclaró su garganta e intentó alejar los nervios que la consumían—, era el amigo de Marcus.

Noah asintió furioso. No sabía nada de él y tampoco reconocía su rostro. Blasfemó conteniéndose y comenzó a conducir de nuevo dejándose sumergir por sus pensamientos. Si ese maldito se atrevía a hacerle algo, pagaría con su vida.

—Lo que pasó hoy se quedará entre nosotros, ¿entendiste?—Noah la miró y observó cuando ella asentía con las manos entrelazadas sobre su regazo.

Unos minutos después ambos llegaron al departamento. Kara abrió con la llave que tenía. Al entrar, se encontraron con una escena que los confundió y los hizo quedarse en el umbral de la puerta. Ahí, frente a ellos estaban Mary y Mike. Mary estaba acostada y Mike le daba besos por todo el torso mientras ella reía a carcajadas.

—Eh...—murmuró Noah mirando a su hermano.

Mike alzó la vista y se encontró a sus confundidos amigos. Sonrió y se levantó.

—Hola—Saludó con una sonrisa y ayudó a Mary a levantarse del mueble—. Tenemos algo que informarles.

Noah frunció el ceño. ¿Qué pasaba allí?

Corazón Principiante✔️Where stories live. Discover now