CapítuloTreintaYCinco|Declaración|

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Noah despertó horas después con un leve dolor de cabeza. Miró a Kara a su lado, acarició su cabello suavemente y rozó su frente con sus dedos.

—Pequeña curiosa...

Cuando estaban en el restaurante y le reveló un gran resumen sobre su pasado. Su expresión de decepción, no le pasó por desapercibido. Sabía perfectamente que ella quería saber todo sobre él, y de alguna manera ayudarlo, pero sabía que eso no sería posible. Le hubiera gustado haberle dicho un poco más, pero prefería dejarla ahí y zanjar el tema por completo. La abrazó con fuerza y la besó en la frente. Se alejó un poco y la miró. Sus labios estaban ligeramente abiertos, haciéndolos muy tentadores. Con su mano libre, movió la cobija por su torso, descubriéndolo. Deslizó sus dedos desde su cuello, hasta su vientre.

Movió sus dedos alrededor de su ombligo y luego posó su mano sobre su vientre.

¿Cómo sería ser papá?

La pregunta había llegado tan rápido a su mente como fue deshecha. No podía permitirse pensar en algo así. No era momento para eso, sin embargo, recordó todas las veces que no usó preservativo. Pensar en la posibilidad de un embarazo, le ponía los pelos de punta. No lo creía posible, pero no podía estar seguro. Tenía que dejar pasar los días y le pediría que se hiciera la prueba. Sólo así saldría de dudas. Aunque imaginar a una pequeña combinación de ambos corriendo por ahí, riendo y siendo feliz como él jamás fue en su infancia, lo colmaba.

En ése momento, recordó todo lo que había hablado con Erick días atrás. ¿Qué pensaría Kara ante las acciones de su padre en el pasado? Lograba entender el por qué del secuestro de Kara. Era una venganza, obviamente. Pero, ¿por qué no lo habían atacado a él directamente? Si tan vigilada la tenían, debían saber que él la protegía, y sin embargo no le habían hecho nada. Habían atacado a Brandon pero no a él, ¿por qué?

Imaginaba que el Animal uno y dos, estuvieran trabajando para el maldito que secuestró a Kara cuando niña. Y, por ello, la insistencia de llevársela. Todo estaba comenzando a encajar en su cabeza, y pensó que debería tener aún más cuidado. No sabía con quién estaba tratando al protegerla, así que debía tanto cuidarla a ella, como a él mismo.

Bajó la mirada y la observó dormir tranquilamente. Se había quedado un poco preocupado al verla tan pálida, pero ahora se veía mejor. Subió nuevamente la cobija y la cubrió por completo. Volvió a acercarla a su pecho y la abrazó con fuerza.

La adoraba y no podía siquiera pensar en que algo le sucediera.

...

Noah despertó por el insistente pitido del timbre de entrada. Abrió los ojos y estiró su cuerpo, desperezándose. Miró a Kara, quién dormía plácidamente a su lado abrazando su brazo izquierdo. Sonrió, no quería despertarla, pero debía soltarse de su agarre. Comenzó a sacar el brazo con extrema delicadeza, buscando no despertarla. Segundos después, cuando liberó su brazo, le colocó una almohada entre los brazos y ella misma se acomodó aún estando dormida.

Caminó hasta la peinadora y sacó unos pantalones de pijama y una camisa de algodón blanco. Entró al baño, en donde se cepilló los dientes y se colocó la ropa y por encima se puso su albornoz. Salió de la habitación dejando la puerta abierta detrás de sí.

Bajó las escaleras y se frotó los ojos. Era sábado; exactamente, eran las siete y media de la mañana. ¿Quién era tan desquiciado como para despertar a alguien a esa hora, un sábado?

Corazón Principiante✔️Where stories live. Discover now