CapítuloDoce|Cambio de actitud|

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Clara se quedó plantada en donde estaba mirando cómo Noah y esa mujerzuela entraban al restaurante. ¿Por qué? Desde un inicio esa mujer le había caía pésimo y ahora más. ¿Cómo se atrevía a siquiera estar con alguien como Noah? O pero aún, ¿Cómo alguien como Noah se atrevía a estar con una mujer como ésa? Seguro se había dado un fuerte golpe en la cabeza como para salir a la calle con esa mujer.

—¿Clara? —Preguntó su cita, Paúl.

Ella no respondió. Simplemente se quedó mirando fijamente la puerta de entrada de donde salían y entraban clientes. Aún no podía creer que Noah la hubiera tratado de esa forma. A pesar de que él siempre solía tratarla así, le dolía. Recordaba que antes de haberse ido a la cama con él, pese a que estuvo durante meses intentando estar con Noah, su actitud era totalmente diferente. Antes, él era todo un caballero al momento de tratar con ella, totalmente diferente al trato que mantenía hacia ella actualmente.

Paúl se colocó frente a ella e hizo un ademán con su mano frente a su rostro. Ella lo miró y le dio una sonrisa fingida. Paúl estaba bien tanto física como económicamente, pero él no era Noah. Y ella quería solamente y exclusivamente a Noah. Era el primer hombre en el que se había fijado seriamente y lo quería para sí.

¿Qué podía hacer para lograr que él se fijara en ella y dejara de un lado a esa mujercita?

Tenía que buscar la manera de alejarlo de ella a como diera lugar. No podía permitir que ese hombre por el que se había realmente interesado se le escapara de las manos. Miró a Paúl a los ojos y por el rabillo del ojo vio cómo una figura muy conocida para ella se acercaba a toda velocidad. Cuando llegó a su lado miró con toda su furia a Paúl, éste, le sonrió de manera socarrona a Brandon.

—¿Qué haces con éste tipo aquí?—Preguntó a su hermana intentando calmar su enojo.

—¿Yo te pregunto a ti con quién sales?—Respondió retándolo con la mirada—. Que tu ex esposa te haya dejado por él, y que luego Paúl la dejara, no significa que yo no pueda salir con él.


Noah miraba a una tímida Kara sentada frente a él. Parecía cohibida y algo nerviosa. Le daba cierta gracia verla de esa manera: Tan quieta y mirando hacia todos los ángulos menos hacia él. Era la misma actitud que había tomado cuando la vio por primera vez en la barra la noche en la que se conocieron. Lo ignoraba pero estaba completamente consciente de que él la observaba.

Pensó en decirle algo, para evitar que estuviera así de nerviosa, pero no sabía qué decirle.

Kara no dejaba de sentirse terriblemente intimidada por las miradas dirigidas hacia ella. Podría decirse que del porcentaje de personas que habían en el restaurante, un 70% tenía sus ojos fijos en ella. Escuchaba los murmullos a su alrededor y no entendía por qué tanto revuelo.

¿Quién es esa? ¿Es la novia de Noah? ¿Estará embarazada? ¿Es una mujerzuela? ¿De dónde viene ella? ¿Por qué está con él?

Dio un sonoro suspiro y subió la mirada. Se dio cuenta de que tenía la mirada de Noah fija en ella. Desvió la mirada hacia otro lado y escuchó cómo él dejaba salir una corta risa. Escuchar el sonido de su voz había sido como un bálsamo para ella, puesto que sus nervios bajaron de intensidad y pudo por fin alzar la mirada hacia él, mirarlo a los ojos y sonreírle.

¿Por qué su corazón estaba volviendo a acelerarse?

Un mes después.

Noah ojeaba unos papeles mientras mordía un lápiz. Era la nueva manía que había comenzado a tener desde que tenía a Kara trabajando en su despacho como su secretaria. Se levantó de su silla y abrió la enorme puerta que los separaba. Miró a Kara, quien estaba sentada a unos dos metros de él mirando fijamente la laptop y escribiendo en éste. Aún no se acostumbraba a tenerla allí, con él, haciéndole compañía todos los días en el despacho. Ella se volvió y, mirándolo con intriga, preguntó:

Corazón Principiante✔️Where stories live. Discover now