Corazón Principiante✔️

Epílogo.

Tres meses después. 

Kara se observaba en el espejo cuerpo completo, estaba terriblemente nerviosa. Todos sus amigos y conocidos estaban allí afuera, esperándole. Sus manos temblaban con fuerza y su corazón latía algo acelerado por los nervios. Toda la boda se llevaría a cabo en un hotel que Noah eligió. Era realmente hermoso y extremadamente elegante. 

La boda había sido planeada rápidamente y todo había salido a la perfección. 

—Me veo muy panzona y estoy muy nerviosa.  

—Tienes casi seis meses de embarazo de gemelos, ¿qué esperabas?—respondió Mary mirando hacia su amiga con la pequeña Sophie en brazos—. Sin embargo, estás hermosa. 

 —Gracias.—respondió acariciando su incipiente barriga—. Ya quisiera que llegaran...

—Puede que cuando los tengas en tus brazos te arrepientas un poco de esas palabras, o cuando llegue la hora del parto, o cuando tengas que limpiar traseros sucios y vómitos, aguantar chillidos...

—Mary... no me asustes.

—Es la verdad, pero vale la pena por ver a tu hijo feliz. Ellos se ríen internamente cuando te dejan una enorme sorpresa olorosa en su pañal.  

—Imagino lo que gozas haciendo sufrir al pobre Mike. 

—Oh, vamos Kara. Se lo merece y Noah tiene que pasar por lo mismo. Ellos no pasan por el montón de cambios hormonales, no se le hinchan los pies, ni les crece una sandía en el vientre. Ah, además de que en sus vidas sabrán lo que son los cólicos menstruales.—finalizó con una sonrisa en sus labios y besó a Sophie en la cabeza—. Les toca cambiarle el pañal sucio. 

—Mentira no es.—rió por lo bajo y giró cuando la puerta se abrió.

Eran sus suegros. Nora le sonreía abiertamente al igual que Anselmo. Ambos la abrazaron y la felicitaron. 

—¡Estás hermosa! 

—Muchas gracias, Nora.—le sonrió y ella volvió a abrazarla.

—Tienes que salir pronto, ya el novio está esperando por ti.—habló Mary levantándose y sonriéndole a sus suegros—. Confío que le quitarán esos nervios que tiene. 

—Tranquila, Linda, yo la calmaré.—Le guiñó un ojo Nora. 

Mary salió de la habitación con la pequeña en sus brazos y se dirigió hacia donde se llevaría a cabo la ceremonia. Observó a Mike y a Brandon al lado derecho de Noah y a Annie, con su panza de tres meses de pie con un vestido vinotinto al igual que el suyo del lado izquierdo. Le dejó a la bebé a su padre y se juntó con su familia en el altar.

Kara jugaba con sus manos mientras sus suegros intentaban calmarla. Era inútil, sabía que no se calmaría hasta que viera a Noah. No lo veía desde hacía un día y la necesidad de sentirlo a su lado era lo que la tenía tan agobiada.    

—Kara, respira y cálmate. Debes ser fuerte por tus bebés ahora mismo.—dijo Anselmo, sonriéndole—. Sé que nunca he hablado mucho contigo, pero te aprecio muchísimo y ahora mismo, viéndote tan hermosa como estás, te puedo decir que Erick estaría muy orgulloso de ti. Piensa en él y encuentra la fuerza que necesitas en éste momento.