CapítuloCatorce|RCP|

10.9K 864 34
                                    

Kara se quedó mirando hacia la puerta aún sorprendida y con el dolor clavado en su pecho por sus palabras dichas. Debía recordar cuál era su lugar en su vida: Nadie. Ella misma lo había oído decir que jamás le gustaría una chica de su calaña, por lo que debía centrarse en recordar ésa conversación para mantener sus pensamientos donde debería.

¿Por qué había sido tan estúpida al no percatarse que había dejado medio abierta la puerta?

Se sentía totalmente extraña y sucia. Era como si él la hubiera usado sólo para satisfacer un deseo momentáneo. No sabía qué pensar, estaba tan confundida y perdida que quería mandar todo al demonio. No le gustaba darse cuenta de que había reaccionado de la manera errónea con él, debió alejarlo inmediatamente y no haber reaccionado a sus caricias y besos. No quería caer nuevamente en las telarañas de un hombre, si podía llamarlo así. Sin embargo, no podía evitar aceptar que sí le había gustado y lo había disfrutado; había sido su mejor experiencia casi sexual.

¿Por qué no lo había rechazado? Simple, porque muy dentro de ella, deseaba que él la tocara de esa manera, que la hiciera suya en todos los sentidos inimaginables. De sólo recordar sus manos recorriendo, tocando y pellizcando a lo largo de su cuerpo, sentía una corriente eléctrica atravesarla de pies, a cabeza. ¿Por qué se sentía tan confusa y nerviosa? La única cosa que sabía, era que si él no hubiera salido corriendo de ésa manera, casi al momento de empezar la acción, le hubiera correspondido de la mejor manera en la que podría hacerlo. Tanto como para complacerlo a él, como ha ella. Deseaba saber por qué Noah, había reaccionado de esa manera, pero al mismo tiempo no quería. Estuvo varios minutos dándole vueltas al asunto sobre si quería o no saber.

Recordar sus labios, moviéndose con avidez sobre los suyos, era increíblemente maravilloso sentir su barba raspándole la barbilla. Cerró sus ojos con fuerza y se obligó a no pensar más en ello. No debía... Se alejó de la puerta y se encaminó a paso lento a la bañera en donde estuvo poco más de una hora relajándose y poco después caer en un profundo sueño...

...

—¿Por qué no te quedas ésta noche? Así repetimos todas las veces que quieras.

—Declino la oferta.

—Estaré esperándote para cuando quieras seguir imaginándote que te estás follando a esa mujercita que te tiene loco.

Noah cerró la puerta de golpe, sintiéndose estresado nuevamente. El sexo, antes solía calmarlo y relajarlo un poco, pero ahora, no había ayudado absolutamente en nada. Lo único que quería, era sacar a Kara de su mente. Quería olvidar sus labios, sus caricias, sus uñas aferrándose a su espalda... ¡Sus besos, joder! ¿Por qué le costaba tanto olvidar aquello tan insignificante?

Había besado a una que otra mujer en su vida, a pesar de que no era un fanático de los besos; con ninguna había sentido esa chispa tan excitante que sintió con ella al momento de besar a Kara. Y también, jamás había tenido una erección tan rápido como la tuvo viéndola desnudarse frente a él. De sólo recordarla hacía que todas sus terminaciones nerviosas comenzaran a revolotear dentro de él. Recordaba perfectamente la primera vez que la besó, fue el día que la rescató del Animal uno y dos. En ése tiempo, lo había hecho en modo de venganza, para joder más al tipo y aumentar su rabia. Al parecer, sus sentimientos habían cambiado un poco respecto a ella, porque la primera vez, no se había sentido tan excitado como en ésta.

Observó a todos los presentes, esperando a que la mujer, con la cual acababa de follar, apareciera por el escenario moviendo sus caderas y exorbitantes pechos. Ella apareció luciendo un diminuto traje color Fucsia.

Corazón Principiante✔️Where stories live. Discover now