Corazón Principiante✔️

CapítuloVeintidós|Fastidio|

Stephy no podía parar de mirar a su esposo y a su hijastro.

¿Cuál sería el plan?

Observaba a Marcus moviéndose de un lado a otro, notablemente nervioso y enojado. Sus heridas ya se habían curado casi por completo, sin embargo, aún tenía sus limitaciones.

Marcus no podía dejar de pensar en la manera de hacer que Kara; su Kara, regresara con él. Sabía a la perfección que ella no lo amaba de la manera en la que él la amaba a ella, pero de alguna manera lograría que ella lo quisiera, así fuera a la fuerza. La extrañaba como nunca, eso no podía negarlo. Sin embargo, antes que nada, le haría pagar por haber huido de esa manera. Por su culpa había pasado meses tumbado en una cama siendo totalmente un inservible; y eso, no se podía perdonar así por así.

Le ardía la sangre de sólo imaginársela con ése hombre en la cama. Le llenaba de ira imaginárselos juntos, teniendo sexo mientras ése imbécil disfrutaba del cuerpo de Su Mujer, cuando él debía de ser el único que podía satisfacerse con su cuerpo.

Ella era suya, y eso nunca cambiaría.

La ira se acumulaba cada vez más en él, y no esperaba el momento para por fin deshacerse de ella.

Otra cosa que no desocupaba su mente, era en dónde estaba Logan. El muy imbécil se había ido supuestamente para ir por ella, y traerla de regreso mientras estaba convaleciente. Ya habían pasado cuatro meses, y él no aparecía, siquiera daba rastros de vida, lo cual, lo enojaba.

Sabía a la perfección la atracción que siempre tuvo Logan hacia Kara, pero él nunca le permitió acercase a ella de esa manera. Esa mujer era suya, y ningún hombre, además de él, podía colocarle un dedo encima.

Su vista voló a su madrastra y sonrió. Al verla, una gran idea llegó a su mente.

...

Kara sintió cómo todo su cuerpo se estremecía. Giró su cuerpo, y recorrió con la mirada a la persona que yacía frente a ella.

¿Qué hacía aquí?

—¿Mamá?

Stephy sonrió con melancolía y se acercó a Kara con los brazos abiertos, dispuesta a abrazarla por primera vez. Se sorprendió al darse cuenta que Kara retrocedía y se alejaba cada vez más de ella.

—¿Por qué te alejas?

Kara parpadeó, perpleja. ¿Por qué la quería abrazar? Ella nunca la había abrazado, siquiera cuando era una niña. Miró con ojos expectantes esperando la respuesta de su madre, pero ella simplemente sonrió melancólica.

—Te extrañé.

—¿Qué..., qué haces aquí?

—Vine a buscarte. Quiero que vuelvas conmigo, con Anthon y con Marcus. Él te extraña.

Kara rió con amargura. ¿Volver a vivir con ellos?

Ni loca.

De repente, sintió una oleada de calor en todo su cuerpo y presentía que se caería, el sueño la estaba matando. Se apoyó en el auto más cercano que había y se obligó a mantener la compostura.

Llegó a una conclusión mirando a su madre: Si ella estaba ahí, no podía significar nada bueno para ella.

—Quiero que te vayas, no quiero verte.

Stephy maldijo para sus adentros y se concentró en parecer la supuesta madre dolida. Se acercó un poco a Kara y la miró con tristeza.

—¿Por qué no crees que tengo buenas intensiones? Hija, hacía tantos meses que no te veía, y te extrañaba. Y no soy la única a la que le haces falta.