CapítuloTreintaYSiete|¿Tú Quién Crees?|

7.6K 600 62
                                    

Noah observaba el alargado objeto entre sus manos luego de que éste sonara. Frunció el ceño y se levantó entregándoselo a ella. ¿Por qué se sentía enojado? Dejó salir una bocanada de aire y cerró los ojos.

—Es negativo.

—Lo sé.—musitó moviéndose en círculos.

Aquello le había frustrado y no sabía el porqué. Durante años siempre se imaginó que nunca tendría hijos y, ahora que se le había presentado la oportunidad se había hecho ilusiones como un imbécil. Se había decepcionado, claro que sí. La miró y torció el gesto.

—¿Por qué te pones así?

—No lo sé.

—Noah..., esa sola raya debería ser una buena noticia, ¿no?

—¿Por qué?—preguntó irritado.

—No estamos en la mejor situación. No quisiera que pasara algo y...

—Sabes que te protegería con mi vida si fuera necesario.

—Lo sé, Noah. Pero, te lo vuelvo a repetir, no es el momento adecuado.

—Bueno... Vístete tranquila, te espero en la cama.

—Vale.

Noah salió del baño y fue directo a la cama. Se tiró boca abajo y recostó su cabeza a una mullida almohada con olor a lavanda. No podía evitar seguir sentiéndose decepcionado por esa maldita raya. Estaba al tanto de que ella tenía la razón, inclusive él mismo lo había pensado, sin embargo, había comenzado a hacerse la idea de ser papá. De cargar a un bebé que fuese fruto del amor que ambos se sentían. Era decepcionante pero, aún no perdería la esperanza.

Suspiró y se levantó. Buscó su maleta y sacó un bóxer negro. Se lo puso y volvió a acostarse en la cama.

—¿No te piensas vestir?—dijo Kara, saliendo del baño y parándose a un lado de la cama.

Noah tenía su mirada fija en ella. No podía dejar de imaginarse cómo hubiese sido si esa prueba hubiera sido positiva. Apretó los puños y se obligó a dejar de pensar en ello. No era el momento.

—Se me quitaron las ganas de salir.

—Es porque la prueba salió negativa, ¿no?

—Creo que sí. Se me quitaron los ánimos de todo.

Kara torció el gesto y se sentó a su lado. Pasó su mano de arriba abajo por la amplia espalda de Noah. A diferencia de él, le había alegrado esa sola raya. Cabía la posibilidad que algo malo podría suceder en cualquier momento, y no quería pasar el dolor de perder un hijo. Sabía que eso sería muy duro de superar, por ello, se permitió imaginar cómo se sintieron sus verdaderos padres cuando la secuestraron y el dolor que deben tener hoy en día al pensar que puede estar muerta.

Comenzaba a pensar que era su momento de aparecer ante ellos, de hacerles ver que ella en realidad estaba viva y feliz. Todas las piezas de su rompecabezas mental habían encontrado su lugar.

—Tendrás que hacerte otra prueba dentro de unas semanas.

—Cierto, tu...

—Sí, me terminé dentro de ti.

—Siempre se te olvida el preservativo.

—Cuando estoy contigo se me olvida todo.—estiró su brazo y lo envolvió alrededor de su cuello haciéndola acostarse a su lado.

Noah se inclinó y pegó su nariz contra la de Kara. Sonrió y comenzó a repetirle besos alrededor de todo su rostro. Ella empezó a reír cuando él comenzó a hacerle cosquillas con una mano mientras que con la otra deshacía el nudo de la bata de baño. Él se separó y observó su rostro sonriente. ¿Era posible que esa mujer le gustara más? Quería sentirla suya en todo momento y protegerla de todo aquello que quisiera hacerle daño. La mimó durante un rato hasta que todo rastro de tela entre ellos desapareció.

Corazón Principiante✔️Where stories live. Discover now