CapítuloCuarentaYSiete|¿Qué me ocultas?|

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Su madre lo miró durante unos segundos, esperando su respuesta. 

—Es mi prometida, ¿no la conoces? 

—¿Debería conocerla? Noah, ¿pero qué me estás diciendo? 

—¿Cómo no puedes saber quién es ella?—preguntó Noah atónito. 

¿Se iba a casar con una mujer que no había presentado a sus padres? Sus dudas aumentaron al igual que su dolor de cabeza.  

—Señora, ¿podría acompañarme un segundo?

Nora la miró con el entrecejo fruncido y la siguió fuera de la habitación.  

—No pueden decirle nada sobre esa mujer.—habló Mell luego de cerrar la puerta. 

—Espera, ¿qué? ¿Quién te crees tú para decirme qué hacer?

—Noah no puede recibir noticias fuertes, podría afectarle gravemente así qué, si quieren que él siga recuperándose tan bien como va, será mejor que no hablen nada y no dejar que esa mujer venga a visitarlo. Ayer tuvieron que venir las enfermeras de emergencia a mitad de la noche para sedarlo, y todo, por ver a esa Kara. 

Pasaron varios días y, luego de tanta insistencia, Noah fue dado de alta. Mientras se dirigía a su casa con George a su lado, se preguntó por qué Kara no había ido a verlo más a la clínica. Había esperado verla nuevamente, pero nunca apareció al igual que Annie.  Seguía sin recordar muchas cosas, pero sí recordaba el día que se vieron por primera vez luego de tantos años. No recordaba con claridad cómo ella llegó a él, pero esperaba verla pronto. Llegaron a la casa y el portón se abrió. George metió el auto en el garaje y ambos se bajaron. 

—¿Te sientes bien?

—Sí, George.—Espetó ya cansado de sus preguntas. 

—¿Todavía sin recordar nada?

—¿Por qué insistes tanto?

—Porque sí.

Entraron a la casa y sintió una sensación extraña al ver varios portaretratos de él con Kara y eso lo intrigó aún más y lo molestó a la vez al sentirse engañado y cada vez más confundido. Dejó la maleta de ropa sucia en la cocina y fue escaleras arriba. Se dirigió a su habitación y cuando entró, se quedó de pie bajo el umbral. Se quedó quieto y sin saber qué hacer, cerró la puerta detrás de él con seguro y se acercó a la mujer que yacía durmiendo en su cama. Sólo podía verle el cabello, puesto que tenía una cobija sobre su cuerpo cubriéndola toda. Se acuclilló a su lado y descubrió su rostro.

Era ella.

Kara.

No supo qué hacer en ése momento. Sabía que debía despertarla, pero sentía que no debía hacerlo. Se notaba que estaba profundamente dormida y se preguntó si había sido ella, la que entró en su habitación aquella noche y le dijo que debía recordarla para saber si iban a ser padres. Se sentó a su lado y quitó el cabello que caía sobre su rostro. 

Oyó un grito desde abajo, luego unos tacones golpear con fuerza los escalones de la escalera. Escuchó que Mell lo llamaba y se tensó cuando escuchó que ella intentaba abrir la puerta. 

Corazón Principiante✔️Where stories live. Discover now