CapítuloCuarentaYCuatro|¿Quieres ser mi...?|

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El día de la fiesta había llegado y Kara no podía encontrarse más nerviosa. Sus manos temblaban mientras se probaba nuevamente el vestido que usaría aquella noche. Era un rojo llamativo manga larga, con brillos en el escote corazón, cintura y parte de la falda.

Ver a sus padres biológicos, había sido su sueño desde el momento en el que supo que no era hija de Stephy. Ellos era diferentes a ella y lo sabía por lo que Brandon le había contado sobre ellos durante los días que estuvo con él. Tenía miedo de lo que ellos llegasen a pensar sobre ella, más aún que la reconocieran como la mujer del vídeo que exhibieron durante la fiesta del bufete. Tenía tantos miedos que no único que pensaba hacer era afrontarlos con la cara en alto. 

Las pesadillas que solía tener habían desaparecido por completo y se lo atribuía totalmente a Noah. Él era su bálsamo, eso lo sabía muy bien. Los resultados de la prueba de embarazo habían salido ese día, pero por los apuros de la fiesta, decidieron esperar un día más. Se quitó el vestido y volvió a ponerlo en su gancho. No se molestó en girar cuando escuchó la puerta cerrarse detrás de ella. Sabía que era Noah.

—¿Se puede saber por qué estas en ropa interior?

—Me estaba probando el vestido. Justo lo acabé de colgar.

—¿Puedo pensar que lo hiciste para seducirme?

Noah sonrió y la tomó de la mano, sacándola del vestidor. Se dirigieron a la cama y la hizo acostarse boca arriba. Él se sentó a su lado y colocó su oreja sobre el vientre de Kara. Ella intentó apartarlo, pero él no se lo permitió.

—Déjame.

Kara asintió sin más y él se quedó quieto allí.

Noah sabía que estando así, estaba más cerca de su bebé. Estaba seguro que aquellos resultados serían positivos. Deseaba ver su barriga abultada y saber qué extraños antojos tendría. Deseaba que todo saliera bien esa noche. Quería que todo en su vida tomara el ritmo que debió tener, así que ella debería regresar al lugar en donde todo comenzó. 

Se sentó nuevamente y recostó su espalda a la cabecera de la cama mientras observaba a Kara levantarse e ir a ponerse algo de ropa. Verla de esa manera, lo hacía sentir como si ya tuviera la familia que siempre anheló en secreto tener. Siempre había sido el tipo de hombre que aborrecía todo aquello que tuviese que ver con el unirse sentimentalmente a una persona, con entregarse totalmente; ahora, lo anhelaba.  

Había hablado con Annie ese día y habían quedado para que fuese con ellos, así que cuando salieran de allí, debía pasar a buscarla. Se sorprendió un poco al saber que Brandon no la llevaría. ¿Qué había pasado entre ellos? No había querido preguntarle mucho sobre el tema por no parecer chismoso, pero ahora, tenía la necesidad de saber un poco más sobre su relación. No estaba seguro de la relación que mantenían esos dos, pero sabía que no debía oponerse a ello.

Suspiró y miró nuevamente hacia Kara. Se había puesto un ligero vestido blanco sin mangas que llegaba hasta sus rodillas y se ajustaba levemente a su cintura. Ella salió de la habitación y se quedó completamente solo, como estaría cuando ella se fuera. Estaba seguro que aquello ocurriría. Sabía que sus padres intentarían llevársela para que viviera permanentemente con ellos. Kara probablemente accedería a su petición y él se quedaría solo. No quería que aquello pasara, pero era lo correcto, ellos eran su familia.

Tenía una sorpresa para ella. Había estado en ello durante semanas y por fin había llegado el día. Estaba nervioso pero sabía que todo saldría bien. Era su cumpleaños y quería disfrutarlo con ella. Había arreglado un poco el jardín con luces y había mandado a instalar altavoces que se encontraban escondidos alrededor del lugar. La había mantenido alejada de la casa durante días llevándola con Mary y Sophie. Había logrado que ella no se enterara de nada y se sentía feliz por haber mantenido el secreto. 

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