CapítuloDieciséis|Cambio|

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Kara sonrió internamente ante su estupefacción. Él se dedicó a mirarla fijamente hasta que entró el Doctor a su cargo. Los miró a ambos y prosiguió en hacer su trabajo.

—¿Él puede irse?—preguntó Kara mirando hacia Noah notablemente enojada.

—Si es su novio, no creo que sea necesario, señorita.

—Él no es mi novio, siquiera somos amigos.

Noah se levantó de un salto y salió sin mirarla. Estaba enojado, frustrado. Quería estar allí con ella pero, si no lo quería ahí, no pensaba rogarle. 

...

Cinco meses después.

—¡No te puedes ir!—Chilló Mary halándole los brazos a Kara—. ¿A quién le contaré chismes ahora que tu te irás?

—Sabes perfectamente que puedes visitarme cuando quieras, no estaré lejos.

Kara observó con nostalgia la habitación en la que había estado durante varios meses. Luego de salir de la clínica, se había propuesto a buscar un departamento. No quería ser más la Lámpara Mata Pasiones de Mary y Mike. Además, yéndose de allí, podría evitar más fácilmente a Noah. Aunque fuera estúpido de su parte, había seguido al pie de la letra todo lo que Logan le había exigido. No arriesgaría la seguridad de Mary y la de su bebé por nada del mundo.

—Realmente harás falta, Kara. Me había acostumbrado a tu presencia y a tu deliciosa comida.—dijo Mike agarrando las maletas—. Aunque ahora, Mary no tendrá con quién desahogarse. Ahora seré yo quien escuche todo su día a día, ¿genial, no?—Mary lo golpeó en el hombro y él se fue riéndose de ella.

—No pasará nada, no tienes por qué preocuparte. ¿Nos veremos en la noche?

—Claro. Yo llevaré la cena. Será tu regalo de inauguración y te permitiré invitar a ese Doctorcito que es tan amigo tuyo.

Mary pasó su brazo por los hombros de Kara y recostó su cabeza sobre la de ella.

—Deberías crecer un poco.

—Ja, ja. 

Ya abajo, Kara se sorprendió cuando se encontró a Matías. Se acercó a él y lo abrazó como siempre lo hacía. Él había sido su Doctor cuando estaba internada en la clínica y habían pasado bastante tiempo juntos y gracias a ello, se habían hecho buenos amigos. 

—Ya Mike metió las maletas.—dijo mirándola.

—Se suponía que iba a irme en Taxi.

—Es mi día libre, Muñeca. No tenía nada mejor que hacer que venir a ayudarte.

Mary tomó del brazo a Kara y la haló varios metros lejos de ellos.

—¿Que carajos tienes con ese tipo?—preguntó Mary mirando hacia él—. Acepto que es guapo, pero, joder no. ¿Qué pasó con Noah?

—Con él nunca tuve nada que ver. Y, con Matías no tengo absolutamente nada. Es mi amigo y lo aprecio. Me apoyó cuando estaba mal en la clínica y nos hicimos buenos amigos, listo, ¿satisfecha?

—No.

—Las hormonas del embarazo te tienen mal.

—Jodete.

Ambas se dirigieron nuevamente al impresionante auto de su amigo.

—Cuídala.—exigió Mary mirándolo amenazante—. Si llega a ocurrirle algo, te castraré.

—Recuerda que soy Doctor, querida.

—Me caes mal—espetó Mary sacándole la lengua y haciéndolo reír.

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