Aquel emotivo "Le voy a pedir matrimonio" quedo lejos de causar la emoción que debería en la japonesa menor, impactada si y había algo más que Momo todavía no percibía.
-Eres mi mejor amiga, mejor que nadie sabes lo idiota que puedo ser, necesito que me ayudes a idear como proponerme y que logre pedírselo. —Sus preocupaciones, creyendo que contaría con ella de forma incondicional, su única y mejor amiga en la vida.
Mina continuaba sin decir palabra alguna, dando la leve impresión de que la repentina noticia la afectaba, la incomodaba. ¿Cuál es la razón? Tendría que estar feliz por sus mejores amigas, en el fondo sabe que Sana será la persona más feliz del mundo en cuanto escuche la propuesta por parte de Momo.
-Tiene que ser algo muy especial y lindo. —Se movía inquieta en el mismo lugar y jugaba con sus manos— Mi cabeza esta turbada cada que busco maneras de hacerlo, me distraigo y me voy a otra cosa, sé que son nervios y que es algo tonto. Sana me diría que sí. ¿Verdad?
Esperanzada a que su amiga por fin emitiera palabras únicamente le vio negar dándole un gran susto.
-¿NO? ¿Has hablado con ella? —Se llevó las manos a la cabeza.
-No es eso, tú no puedes pedirle matrimonio, son muy jóvenes para ello.
-La amo y ella a mí. Con eso basta.
-Me niego a apoyar tu nueva locura. —Pego media vuelta para entrar a la habitación.
-Mina chan. —Por supuesto fue tras ella— ¿Es en serio? ¿Vas a negarme ayuda en algo tan importante en mi vida?
-Lo hago por tu bien. —Pego el giro, lista para dar razones— Pienso que primero debes superarte en otros aspectos antes de dar ese pasó. Ven, escuchemos a la voz de la experiencia.
Avanzaron unos metros para llegar a donde estaban las camas, claro había una puerta antes a la cual dio un par de golpes para no ser inoportuna, sus madres podrían estar haciendo cualquier cosa.
-¿Mamá y mamá, están haciendo cosas raras?
-¿Define cosa rara? —Fue Tiffany quien hablo.
-Se le refiere al sexo. —Momo lo dijo sin tapujos.
-Jessica sigue dormida. —Les informo en tono de decepción.
-Estoy despierta, pueden entrar. —La nombrada se quejó y en seguida las menores entraron.
-Tus ojos estaban cerrados, debiste decirme que ya habías despertado.
-Es que me encantan tus caricias. —Escucharon a su hija aclarar la garganta.
-Necesitamos un consejo. —Comenzó causando que Jessica se envolviera en la sabana y se enderezara para dar atención, Tiffany estaba a su lado todavía en la bata de seda—Momo quiere pedirle matrimonio a Sana.
-Hay que lindo, que sea lo más romántico posible, con flores, globos, fuegos artificiales, música de fondo, que sea de noche, iluminación tenue, solas las dos. —La dueña de las sonrisas de ojos formo esta misma al tiempo que expreso todo eso.
-Voy a guardar todo eso aquí. —Jessica se señaló la cabeza, quedo confusa sobre tanto deseo de su esposa.
-Yo tengo que anotarlo —Momo se apresuró a apuntar en su celular.
-Ustedes. —Decía Mina en reproche y decepción.
-¿Ya tienes el anillo? Conozco buenas joyerías. —Siguió Jessica.
-Basta, se supone que le dirían que no lo haga. —Mina decidió detener la cosa de una vez— ¿Se olvidad de la edad tiene?
-A su edad nosotras ya éramos madres. —Presumió Tiffany.
