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Aviso: La "maldad" locura o crueldad de algunos personajes no representa lo que yo opine del idol ni que los deteste u odie y por eso les puse en tal personaje, esto es mera ficción, simplemente alguien tenía que ocupar esos puestos, no es nada personal.
Spoiler: Ya aquí se empiezan a ver los objetivos de SinB.
Listo, disfruten el capítulo. **
Aquel hombre que odiaba tanto como apreciaba, con su traje reluciente y su estatura sobresaliente al promedio, estaba con Stephanie a su lado, mientras ella tenía la expresión por la que la denominaron dragón rojo, él no se quedaba atrás exponiendo su mirada intensa que llegaba a paralizar, pronto se marchaban sin que Jessica pudiera hacer algo.
Jessica abrió los ojos con impacto encontrando la oscuridad del cuarto, fue una pesadilla, una de verdad y a diferencia de su esposa no la tiro de la cama. Como Tiffany descansaba con parte de su cuerpo sobre el suyo, la envolvió con sus brazos porque tuvo la ligera sensación de perderla.
Eso le pasaba por pensar en el pasado, cerró sus ojos y como pudo volvió a dormir. Aunque quien sabe y el futuro le traería sorpresas.
La mañana que llego, Jessica omitió contar el perturbador sueño a su esposa. Actuó normal llevándola al trabajo y de ahí partió a una pequeña reunión con uno de sus ahora amigos.
-Pensé que vendría pegada a tu brazo, ya veo que por fin te afloja la correa. —Nichkhun sintió miedo de verla llegar con Tiffany, con quien la relación era cordial sin que ella dejara las miradas nada discretas de odio, pensar que años atrás hubiera sido Jessica la de las miradas de odio.
-Nunca me ha prohibido algo. —Tomo lugar en la mesa y su mirada encontró dos tazas de café listas como se veían en una cafetería.
-Me tome la libertad de pedir por ti, preparado como te gusta. —Ya habían tenido un par de salidas antes pero nunca fuera del nuevo hospital donde él trabaja.
-Gracias. Tengo una duda. ¿Cuántos años tiene tu supuesta hija? —A veces se pregunta si de verdad existe.
-Ocho. —Respondió sonriente.
-¿Cada cuánto la vez? —Lo vio pensarse la respuesta— No me respondas, llegue a ver a Eunbi y a Mina una vez al mes, de ahí que me dejar de llamar mami o mamá y pasara a ser Jessica.
-Supongo que Tiffany fue dura al no hacerlas entender que mamá estaba trabajando arduamente por ellas. —Le fue fácil culparla por desconocer la historia.
-Por su corta edad no podían entender mis ausencias, aparte, se dieron cuenta que Tiffany dormía unas cuatro o cinco horas para trabajar arduamente por ellas y para tener tiempo de permanecer a su lado.
-No te castigues. —Le dijo por la mirada triste que le alcanzo a percibir— Recuerda lo complicado que es ser doctor.
-Nunca he demeritado mi profesión ni la culpo de la casi destrucción de mi vida personal, fui yo la que decidió. Visita más a tu hija, dale tiempo de calidad. —Le aconsejo de buena manera.
-Lo que tú mandes. —Lo tomo con gracia solo para él ya que Jessica no le devolvió la sonrisa— Por cierto, conocí a tu hija, la que se te parece mucho, es más hermosa que tú y también es encantadora.
-¿Hablaste con ella? —Su expresión comenzó a dar miedo.
-Un rato.
-Que sea la última ocasión que no quiero imaginar lo que Tiffany te dirá cuando descubra que andas buscando en su hija lo que no lograste en mí. —Golpe directo.
