-¡Vete de una vez! —Se grita Nayeon a Mina, la cual solo agacha su cabeza.
Nayeon está fastidiada con la presencia de Mina que no le importa hacérselo saber en plena parada de autobús, la menor la ha acompañado y esperado por ella como una de las tantas acciones que piensa hacer para resarcir el daño.
-Mina en serio, vete ya. —Si la sigue esperando llegara tarde.
-No hasta que pase tu trasporte. —El trasporte de Nayeon pasa con menos frecuencia que el suyo— Ahí viene, que tengas un bonito día.
-Es que te veo y —No termina su frase y sube al trasporte que ya ha parado.
Para Nayeon ver a la cara a Mina le mantiene vivo el sentimiento de dolor, el recuerdo de como la trato, y la manera en que no se detenía y le importaba poco el ataque respiratorio, tan parecida a SinB cuando la ataco.
Imaginar que Mina puede ser no muy diferente a SinB, preocupa a Nayeon.
Ha llegado a la escuela de artes, y debe devolver algo que todavía tiene y que no le pertenece, el vestuario de la obra. Una falda y una blusa, que esta última, con el forcejeo con Mina termino con botones rotos que tuvo que remplazar, ahora lo pone en manos de su ex profesor Jokwon.
-Loca ¿Por qué tiene nuevos botones? —Jokwon lo dice con su tono de diva que jamás le falta.
-Se atascó y —Dar la explicación es duro.
-Te los arrancaron, ya me imagino la noche que pasaste. —Mueve sus cejas sugerentemente.
-No se imagina. —Dice Nayeon cabizbaja.
-No vuelvas a llevarte mis vestuarios para tener sexo, es de fantasía pero cómprate tus propios trajes ¿Entendido? —La ve observarlo con seriedad.
-No tuve sexo. ¿Puedo hablarle de algo?
-Se rápida que tengo clase.
Nayeon lo mira con duda pero necesita hablar con alguien, por lo que comienza.
-Resulta que cuando me fui con su vestuario, me fui tras de mi novia que estaba muy enojada, en nuestro departamento discutimos y —Las ganas de llorar la invaden y se corta dándose cuenta que es duro hablar de ello.
-Resolviendo con sexo. —De nuevo esas expresiones sugerentes— Lo he aplicado varias veces y es el jodido paraíso, no exageras querida, lo gozaste, gritaste y no importa que al siguiente día hayas reaccionado con que no resolvieron nada, quédate con la parte buena y hazle drama, mucho drama. Sí es todo, te veo el sábado.
Nayeon piensa que Jokwon es un idiota y ya no hace más por aclararle la situación, había elegido abrirse a la charla con él por ser muy ajeno a ellas, y por ser homosexual, creyó le daría un buen consejo, que equivocación de su parte.
Nayeon no se encuentra nada bien y por lo visto no tiene a nadie para desahogarse, ya que la única adulta experimentada que le daría un buen consejo es la mamá de Mina, y no quiere ni imaginar la reacción del demonio al enterarse de lo que ocurrió.
La semana avanza y casi termina, Nayeon sigue recia a siquiera darle la cara a Mina, muy poco que le dirige palabra y siguen durmiendo separadas.
Mina, que se mantiene disgustada con la situación por el hecho de no poder hacer mucho por remediarla, encuentra aún peor tener que ir a la oficina de su madre, de quien sigue recibiendo las mismas exigencias, las que relaciona con habérsele rebelado, además, verla tan sonriente le confirma que Tiffany disfruta en torturarla.
Esa mañana de viernes, cuando entra a la oficina ve a sus dos madres que están en pleno beso, cierra la puerta luego de entrar con fuerza y las hace separar de golpe asustadas.
