Flashback

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Hay un fuerte fastidio con la vida, con su maldita suerte o destino, da lo mismo como se le llame, la situación es que no va a volver a ser la misma.

Mina tiene presente que su vida cambio en un abrir y cerrar de ojos, la rabia de que le tocara esa desgracia es insuperable, normal que tratara a Nayeon como la trato.

Normal que le reproche a sus madres el permitir la entrada de la que meses atrás fuera el amor de su vida.

-¡¿Por qué la dejaron pasar?! Ya ni siquiera es mi novia, no tenían por qué dejarla pasar. ¡Las odio! —Ha sido vista probablemente en uno de los momentos más vulnerables de su vida, no hay perdón.

-Fue porque —Jessica queriendo explicar sus razones.

-¡Las odio! —El coraje se refleja en sus ojos causando que Jessica abandone la habitación entre lágrimas.

La doctora Jung puede ser una mujer fría pero aquí no funciona esa faceta, cuando se trata de su familia y de sus seres queridos, tiene a caer con facilidad.

Tiffany que ha quedado frente a Mina tiene que soportar verla llorar de rabia, ella sabía que no debía dejar entrar a Nayeon, por lo menos no por el momento y se maldice internamente.

-Perdóname Mina, perdóname. —Lo único que le queda es disculparse.

Nayeon se marchó corriendo dejando todo atrás, con lágrimas saliendo de sus ojos y con un dolor punzante en su pecho, ignorando los gritos detrás de ella que pronunciaban su nombre por parte de Jessica y Tiffany.

Sus lágrimas habían cesado únicamente después de las avanzadas calles que fue transitando a pie, pero su corazón no encontraba consuelo, por eso tomo un bus con dirección hasta una de sus mejores amigas, apoyarse en alguien en esos momentos es lo único que se puede hacer.

Jihyo tuvo que pedir permiso para salir antes del trabajo, su amiga afuera sollozando la asusto así como a la gente que labora a su lado, tuvo suerte de que la dejaran salir antes y fue que se encontró abrazándola.

Un llanto desgarrador del que Jihyo relaciono con Mina, y no queriendo asustarse demás no imagino que algo mayor le sucedió, de haberlo sido las habría avisado Sana, y no, no había mensajes en su celular ni llamadas que hubiera perdido, así que se mantuvo sosteniendo a Nayeon.

Hasta ella derramo un par de lagrimar por tener a su amiga sufriendo, de hecho cuando supo la noticia del accidente de Mina, las lágrimas se presentaron, como no hacerlo si la lleva conociendo tiempo, es parte de sus amigas.

Tuvieron que pasar varios minutos para que Nayeon calmara sus lágrimas, que no significa que encontrase consuelo, el dolor de Mina diciéndole que se fuera y no se volviera a aparecer en su vida está vivo, resuena en su ser y ella ahora solo es una pobre chica frágil.

-Déjame adivinar, fuiste a ver a Mina. —Escucha un sonido de sufrimiento, su amiga un no puede hablar— Se te dijo que esperaras, por algo su mamá avisaría a Sana de cuándo podría recibir las visitas, quizás era lo mejor.

Nayeon pasa saliva con dificultad y continúa con su vista clavada al suelo.

-Que digo, a Queen N no se le dice que hacer. —Intenta levantarle el ánimo.

-Me odia, ella me odia y no quiere volver a verme. —Por fin salen las palabras que dejan confusa a Jihyo— Maldita sea, fue horrible verla así, con una mirada apagada, con su expresión fría y con las lesiones que tiene, su rostro con cicatrices, vendajes por aquí y por allá, y su cuerpo destinado a la camilla. —Sus ojos de nueva cuenta se inundan de lágrimas.

My TurnWhere stories live. Discover now