*Antes que nada este capítulo transcurre en el futuro, no lo olviden**
Nayeon observa a Mina arrastrar su silla de ruedas de aquí para allá en la habitación y hurgar en cada rincón de la misma, si Tiffany lo supiera le daría el mismísimo infarto por el desorden que está haciendo, pero la actriz sabe que no puede detener a su esposa, Mina se ha vuelto imposible los últimos meses.
-Ni una mísera evidencia de dónde pudieron irse, es bastante sospechoso. —Cierra el cajón del escritorio, siendo la cuarta vez que lo revisa.
-Se dieron una escapada de amor, ya deja de hacer escándalo, hasta pareces yo.
-De ser así me lo habrían contado, nunca se van sin planear, aquí hay algo que está muy mal. —Ella está preocupada.
-Calma amorcito, no te hace bien preocuparte en tu estado.
-Tampoco me hace mal, llama a mi madre, con suerte a ti si te responde. —Las dos divas se entienden muy bien, la era de insultos casi que quedó atrás— ¿O es que tú si sabes a dónde fueron?
-Para nada.
-No me estés ocultando información. —Se muestra amenazante mientras se le acerca.
-Atrápame. —Formando su sonrisa corre entre la habitación solo para ser ella quien llegue a Mina y la bese.
-Te dejas vencer muy fácil. —Le dice entre sus labios— Ahora cuéntame dónde están mis madres.
-Pingüi, te juro que no sé nada. —Ella dice la verdad, tampoco tiene idea del motivo de las esposas Jung-Hwang para salir desde muy temprano.
A metros de ahí, Sana y Momo estaban entrando a la mansión y al pasar la verificación de acceso, llegaron sin mayor problema a la sala principal.
El pequeño de ahora seis años de edad se encuentra jugando videojuegos por permiso de Mina, una forma de dejarlo entretenido y seguro mientras investiga el paradero de sus madres.
-Jaehyun. —Lo nombra Momo.
-¡Momo, Sana! —Pone en pausa el juego y va a abrazarlas.
-Hola pequeño.
-¿Dónde están tus hermanas? —Pregunta Sana.
-En el despacho de mami. ¿Vamos a jugar con lo que me regalaste? —Le pregunta a Momo, esta le regaló pistolas de agua y únicamente puede usarlas cuando ella va de visita.
-Primero tenemos que hablar con tus hermanas. —Responde Sana, están allí por un tema de importancia.
Sin más se aproximan a donde se supone se encuentra el minayeon, debido a la prisa entran sin llamar antes y las encuentran besándose.
-Perdón por la interrupción esposas. —Dice Sana.
-¿Qué hacen aquí? —Mina trae un tono de voz de disgusto.
-¿Por qué pareces enojada? —Momo le pregunta.
-Mis madres salieron muy temprano y sin darme la cara me mandaron decir con uno de los empleados que cuide de Jaehyun por el fin de semana, las llamo y no responden. Estoy preocupada, ustedes saben quién reapareció. —Por esto último es que se encuentra tan desesperada.
-Hace meses amor, ya desapareció para siempre. —Menciona Nayeon.
-Nosotras sabemos donde estarán tus madres el fin de semana. —Dice Momo y de hecho es la razón de su visita.
Nayeon y Mina ponen los ojos en ellas a la espera.
-Quizás es mala idea contártelo en tu estado.