A Yuri le basto un primer momento para quedarle claro que las hermanas Jung-Hwang son unas pequeñas bastardas, eso por actitud de ambas cuando las vio en la mansión.
A la vez, concluyó que la perra mayor de las dos chicas es Eunbi Hwang, por los comentarios que le ha dado y por su parecido con Jessica, como repudia a esta por tener lo que ella no.
Esa entrada y forma de cerrar su oficina le resulto más que retadora, y le gusto. Ver a SinB le fue como ver a la inútil de Jessica en joven pero con carácter.
Yuri no se intimido en lo más mínimo, la mirada de hielo no tiene efecto sobre ella, hasta ahora...
-Escazas ganas tengo de conversar contigo así que a lo mucho invertiré tres minutos de mi tiempo. —SinB continuo y para Yuri, la perra tenia actitud, le quedo reafirmado.
-¿Tengo que contar? —Pregunto con arrogancia.
-Desaparece —Le clavo su mirada intensa— De aquí. Lejos de mi madre.
La morena soltó una carcajada.
-Entiéndelo no como una petición o una sugerencia, es una orden. —La risa de Yuri paro, se levantó del escritorio y camino hasta quedar frente a frente.
-¿Qué te hace pensar que acatare tus ordenes? Ilusa. —Logro sacarle una ligera expresión de disgusto.
-Si sabes lo que te conviene lo harás. —Sonó amenazante.
-¿Crees que me asustas? No le temo a Jessica, mucho menos a su niña caprichosa que cree que con un berrinche sus deseos se harán realidad. —Se detuvo unos segundos sin dejar de sostener mirada— Yo no soy mami Jessi y tú no eres la mitad de lo que es ella.
Aunque en su interior se encontraba irritada, la inexpresión se conservó en el rostro de SinB. Jamás previo la posibilidad de ser derrotada por Yuri en lo verbal, la subestimo, de todas maneras, las acciones son más divertidas.
-Nadie sabe quién soy, tendrás la fortuna de darte cuenta y eso que me das asco.
-Ya se acabaron tus tres minutos y ya conoces donde está la puerta. —Su temeraria arrogancia pagaría a futuro, actualmente elevaron la furia de SinB.
-Mezclaste la droga con el alcohol, y una cantidad que no supiste manejar, eh ahí tu fallo, ILUSA. —Énfasis en la última palabra con una sonrisa tenebrosa dibujada en sus labios, y una media vuelta para irse de ahí.
Yuri quedo fría, por primera vez helada, aun así podía decirse que se llevó la batalla.
La abogada había llegado con pésimo humor a su oficina, lo de cancelar la boda termino con una Jessica muy molesta que si bien no la envió a dormir fuera de la habitación, provoco que esta apenas y le dirigiera la palabra.
Jinyoung, el joven pasante, le entrego café y una rebanada de pastel, la cual normalmente hubiera rechazado por su estado de ánimo pero al ver su color ya no pudo negarse.
Probando un primer bocado la sonrisa se le dibujo y fue dejando de lado su mal humor.
-Me has hecho el día. —Ya casi no quedaba nada del pastel— Te apodare encantador.
Jinyoung sonrió con nerviosismo y se sonrojo prefiriendo girar su rostro para evitar ser descubierto.
Unos segundos después retomo su vista a la abogada y se extrañó de lo estuviera viendo con intensidad.
-¿Qué sucede? —A duras penas pudo preguntar.
-Tú. —Lo escaneo con la vista para formar su eye smile— Eres perfecto. ¿Tienes novia?
