Felicidad entre tanto

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El voluntariado que Nayeon y Momo eligieron consistía en ser un soporte para su familiar o amistad que se encontrara en el centro de rehabilitación, por eso podrían dedicarse exclusivamente a apoyar a Mina.

No remplazarían el trabajo de los fisioterapeutas y demás empleados del lugar, estos serían sus guías para hacer un buen servicio de voluntariado.

-Ojalá salga viva. —Menciona Mina cuando están por ponerse camino al área de gimnasio.

-Yo voy a cuidarte bien amorcito. —Nayeon afirma con una sonrisa.

-Tú ni lleves mi silla, lo haré sola. —Después de que la llevara a toda velocidad, ya no podía fiarse de ella.

Una vez en el gimnasio, Mina es puesta en el piso y luego de que los fisioterapeutas les dieran unas cuantas instrucciones a Momo y Nayeon, se alejaron permitiendo que se encarguen y confiando en que no tendrán ningún problema.

Nayeon tomo las piernas de Mina para ayudarla con los estiramientos.

-Ten cuidado, no porque no tenga sensibilidad quiere decir que no pueda salir lastimada.

-Pingüi yo soy muy cuidadosa, iré poco a poco, lento y lento. —Y su sonrisa de perversión aparece— Aumentando el ritmo cuando sea necesario.

-Voy a ponerme en el mismo plan y terminaras asqueada como la otra ocasión. —Una guerra de perversiones la tendría ganada.

-Lo de esa vez fue degenerado de tu parte, y sobre decirnos cositas subidas de tono, no creo que seas más pervertida que yo, tú eres bien princesa.

-Mira que cuenta la leyenda que mi madre solía ser pervertida y Jessica la término superando al punto de que hoy hasta ya no sabe ni como callarla. ¿Quieres llevarme a ese extremo?

-No. Igual me puedo entrenar con Momo. —La que a sus ojos es así como la reina de las pervertidas pero aquí está muy callada.

-¿Hirai? —Mina logra hacerla reaccionar pues parecía estar en trance.

-Estoy pensando en silencio. —Su excusa a la que mal piensan y por la que es llamada sucia— No todo lo que pienso es porno.

-Es lésbico. —Dice Nayeon, continúa flexionado las piernas de Mina.

-Dejen de molestarme, estaba pensando en eso de tu insensibilidad. ¿Quiere decir que si te quemaras no sentirías? —La ve negar— ¿Y cómo haces cuando te da picazón o frío? ¿Te rascas, te cobijas?

-Momo, ella no tiene sensibilidad. ¿Entiendes eso?

-Si pero es confuso.

-Justo porque no percibo es que podría salir lastimada sin darme cuenta, con heridas en la piel y muchas otras cosas, el frío o calor me perjudican, no soy inmune. —Le explica y Momo se mantiene con expresión confusa.

-Te lo pongo así, la podríamos pasando haciéndole cosquillas en la planta de los pies y no sentiría en lo más mínimo. —Explica Nayeon.

-Oh, ya comprendo, creo.

-Eso me trae un par de ideas. —Menciona Nayeon con su vista en Mina.

-¿Qué ideas?

-Nada, que ya estas. —Hace una seña a uno de los empleados de lugar— Terminamos ¿Qué sigue?

Un par de estiramientos ahora de manos y torso para poner a Mina a hacer otros ejercicios. Los que son menores por recién iniciar y es con Momo, con la que los lleva a cabo.

Están a unos metros de distancia lanzándose una pelota, algo sencillo, que no podría salir mal. Mina tiene que trabajar los músculos de sus brazos.

My TurnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora