"CAPITULO 32"

5.3K 625 33
                                    

Lena

Las palabras de Vanessa se repetían en mi mente una y otra vez. No me había puesto la venda de nuevo en mi pierna pues aún seguía viéndola. Vanessa había desprendido una pequeña parte de la piel que estuvo quemada y fue como quitar papel.

—Sigo sin creerlo —dijo Robert.

Me pasó otro paño mojado y seguí quitando todo lo que pude. Mis piernas no tenían un excelente color, pero el no tener esa horrible piel negra, me había animado bastante.

—Pienso que es otra cosa —le dije—, no sé, es muy raro que comience a curarme de un día para otro, apenas hace una semana me estaba muriendo además, se supone que tu hermana era la única que podía ayudarme.

Vanessa solo pudo decirnos que podía deberse a la muerte de Cataline. Tal vez la magia había muerto con ella y solo era cuestión de tiempo para que abandonara mi cuerpo. Aún así, prometió investigar un poco más pues la magia de agua no era su fuerte y menos una tan antigua.

Robert le dio las gracias junto con un intento de disculpa por lo que había ocurrido con ella y Tatiana. Pero Vanessa apenas y le dio una respuesta y no sabíamos si la había aceptado o simplemente le dio lo mismo. Lo único que si le pidió a Robert, fue una disculpa para Tatiana, la cual él prometió realizar en cuanto saliera de esta habitación.

—Vanessa es un ángel, espero que encuentre una respuesta fiable.

—Conociendo su capacidad cerebral, yo creo que si.

Terminamos de limpiar mi pierna y Robert se ofreció para poner la venda nueva. Mientras tanto, revisé mis manos y brazos, ya no había hematomas, estaban desapareciendo. Necesitaba estar a solas para revisar mi vientre.

—Todo luce mejor —me dio un rápido beso—, menos problemas.

Eso no era del todo cierto. La audiencia tendría lugar al día siguiente y aún no tenía noticias del testigo que vendría. No sabía quién era, ni quién lo había conseguido, pero mis sospechas iban hacia Alexia. Podía estarse portando muy amable y amigable, pero muy en el fondo, podía seguir con el plan de arruinar mi existencia, sí es que alguna vez tuvo un plan.

Lo cual me llevó a recordar la libreta de Vanessa. No había terminado de leer todo lo que había sobre Solara. Solo esperaba que esa información no estuviera en malas manos, pues roto el vínculo o no, podían usarla en contra de Alexia. Una pequeña parte en mi interior seguía preocupándose por ella.

—Tengo miedo de lo que pueda pasar mañana —admití—, no sé qué clase de información pueda tener esa persona, pero es algo muy poderoso, tiene que serlo si todo acabará mañana.

—Haré lo que sea para sacarte de aquí, incluso si ellos te declaran culpable, alguien ha ofrecido su ayuda y podemos irnos a Terra.

¿Estaba hablando en serio? Porque yo era la que estaba acostumbrada a vivir allá. Robert no sabía adaptarse muy rápido a ese ambiente. Fue por eso que me sorprendí tanto cuando lo vi en Ravenville.

—¿Y quién nos ayudaría? —le pregunté.

—No te lo puedo decir ahora, pero confío en lo que me dijo. Ya tengo un plan, nadie te tocará ni un pelo.

Robert parecía muy seguro de si mismo y de lo que fuera que estuviese planeando. No me quedaba de otra más que confiar en él y en la persona que nos ayudaría.

Tomé su rostro entre mis manos y lo besé muy despacio. Sentí como su cuerpo se iba acercando más al mio, sus manos bajaron con suavidad por mí espalda. Estaba tratando de recostarme en la cama. Dios, lo necesitaba tanto. Habíamos perdido todo contacto físico desde hacia meses y el tenerlo tan cerca de mi estaba provocando miles de sensaciones. Mis manos fueron torpemente hacia los botones de su chaqueta y al darse cuenta, él mismo se la quitó rápidamente. Tomé su camisa por el dobladillo y se la quité sin ningún cuidado.

"El Elemento Perdido #4: Aire" ⚠️ Disponible Hasta El 31 De Diciembre⚠️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora