"El Elemento Perdido #4: Aire" ⚠️ Disponible Hasta El 31 De Diciembre⚠️

"CAPITULO 43"

Solara

—¡No podemos seguir esperando!

Era casi medianoche y aún me tenían encerrada en el estudio de Adrián. Tuvimos que ser bastante discretos con la paranoia que surgió después de darnos cuenta de lo que Dashia había hecho para que la noticia no saliera disparada por toda la corte.

—Tienes que calmarte —me dijo Lena—, puede hacerte daño y también al bebé, de nada les servirás, ni a Nath ni a Vanessa.

Vaya, ahora que ya se sentía mejor, parecía muy dispuesta a darme sus mejores consejos de hermana mayor. Yo sabía exactamente en dónde estaba esa desquiciada pero por supuesto tenía que actuar como una tonta débil y desesperada.

—Señorita Lena, los niños se han quedado dormidos en su habitación —avisó Greta—, Clara se ofreció a quedarse con ellos.

Con eso me confirmaban que Daniela no se aparecería por aquí.

—Gracias Greta —le respondió—, y antes de otra cosa, no crean que hemos abandonado los planes que en un momento comentamos, nos vamos a ir, pero primero, ayudaremos a encontrar a los chicos y a Damon.

Robert la miró muy serio. Al parecer él no estaba muy convencido de la idea de su querida esposa pero no le quedaba de otra pues Lena no desistiría. En estos momentos, ella lo hacía por más personas, no sólo por mí.

—Greta —la llamó Jonathan—, ¿podrías traer otro té para Tatiana?, y uno más para mi hermana, por favor.

—Por supuesto, Alteza.

Al ver que ya no se ofrecía nada más, salió de la habitación rápidamente. Había dado miles de vueltas durante un buen rato, por ordenes de Adrián. Greta ya había dado aviso a Eric de la situación y su respuesta llegó en cuestión de segundos, también mandó varios mensajes a los Cornelius y a los Terrancer, aún cuando sus hijos se opusieron. Todos menos Tatiana. La pobre estaba muriendo en vida al no saber nada de Vanessa, y fue un gran alivio que Derek estuviera aquí a su lado para darle todo el apoyo posible.

—¿Y entonces? —me paré frente a Adrián— ¿Me quedo aquí sentada, esperando a que me mande sus cabezas?

—No —respondió—, pero necesito saber dónde rayos está, y además debo asegurarme de que llevemos a los mejores hombres para luchar.

¿Cuántos podía necesitar para luchar contra ella? No era alguien que tuviera un inmenso poder como yo. Era una simple mediocre que estaba tomando medidas desesperadas.

—Sólo espero que no les haga daño —Tatiana tomó la mano de Derek—, no me los imagino...

—Ya verás que no —le dijo a Ariana—, Dashia no sería capaz de tocarles un solo pelo, no si no quiere que Alexia la queme viva.

Una buena idea por parte de Ariana, la cual por cierto estaba actuando muy raro. Parecía estar muy nerviosa , su mirada se perdía constantemente e incluso se trababa al hablar. ¿Qué rayos le estaba pasando?

—¿Qué fue eso?

Anabeth se quedó mirando el techo, como si tratara de encontrar algo detrás de la gran araña de cristal, pero yo no había visto nada. Entonces, un leve destello apareció y bajó hasta el suelo en donde se volvió una llamarada. Nos hicimos a un lado, dejando que descendiera  por completo, ya en el suelo, cobró forma. Era un pergamino, era un mensaje de fuego. Robert lo recogió de inmediato. Lo analizó con mucho cuidado y se lo extendió a Lena pero antes de que ella pudiera tomarlo, Tatiana lo hizo y al leerlo la preocupación invadió su rostro.

Solo en la Villa Encantada los estaré esperando. Con una muy buena historia para contarles... 

—Esta escrito con sangre —Tatiana nos miró aterrada—, dios mio, es sangre, pero quién, de quién es...