"El Elemento Perdido #4: Aire" ⚠️ Disponible Hasta El 31 De Diciembre⚠️

"CAPITULO 20"

Alexia

Dios, era tan difícil abrir un portal sin tener la ayuda de alguien más. Especialmente si eran distancias largas. El palacio de Eric estaba en las montañas, realmente apartado de todos y viajar hasta el territorio de los Terrancer necesito más energía. Recordaba muy poco sobre cómo hacerlo.

Aparecí en la entrada del palacio de los Terrancer y los guardias se pusieron en alerta pero al darse cuenta de que era yo, abrieron las puertas y me dejaron pasar. Ya casi amanecía y había bastante actividad en el lugar. Caminé rápidamente por el patio con dos guardias escoltándome. Pocos prestaron verdadera atención a mi visita y se apresuraron a hacer reverencias ante mi. Correspondí  con leves sonrisas. No tenía tiempo para esto.

—La anunciaremos con la reina —dijo uno de los guardias.

Me dejaron en la entrada del palacio. Varios sirvientes andaban de aquí para allá, preparando el desayuno para la familia y la corte. Era extraño no ver a muchas personas, pocas veces recordaba que los demás reinos eran más pequeños.

—Alexia.

Bueno, no era la reina la que me estaba recibiendo, era Vanessa. Al parecer estaba dormida pues traía una bata puesta y su cabello era un desastre. Lo que me llevaba a otra cuestión. ¿Por qué rayos estaba aquí? Su rostro reflejaba cierta preocupación. Me dio un rápido abrazó y me miró de pies a cabeza. Ya venían los regaños.

—Adrián no está muy feliz —dijo—, Nathan y tú se largaron sin decir nada a nadie, ¿acaso están locos?

A decir verdad, no me había molestado en pensar que mi "familia" se preocuparía. Si Nathan y yo no estábamos en el palacio, lo más lógico era que pensaran en Terra. Pero no contábamos con que nos quedaríamos más tiempo del esperado. Se suponía que íbamos a dejar flores solamente.

—Tenemos que hablar Nessie —la tomé de las manos—, es un asunto serio.

—Vamos a mi habitación.

Subimos por las escaleras. Me preguntaba si Vanessa estaba en una habitación distinta a la de Tatiana o si estaban juntas. Todo este asunto de su relación no estaba tan definido para mí y con todo lo que estaba pasando, Vanessa no había soltado ni una sola palabra al respecto.

Abrió la puerta con mucho cuidado y mi respuesta llegó. Tatiana estaba terminando de peinarse y sonrió al verme.

—Por fin apareces —dijo—, Vanessa estaba suponiendo lo peor.

—Ella siempre exagera —respondí—, pero la verdad es que necesito hablar con ella y quizá contigo Tatiana.

Las dos me miraron confundidas pero no dijeron nada. Tomamos asiento en la pequeña salita de la habitación. No tenía idea de cómo empezar. Vanessa estallaría al saber que Nath estaba con Selma y quizá con John en estos momentos. No había querido presenciar el reencuentro entre padre e hijo. Ya había pasado por eso con mí propia familia.

—Fuimos a Terra —comencé—, Nath quería dejarle flores a Alma, pero algo ocurrió en el cementerio, Selma nos vio.

Vanessa abrió tanto los ojos que creí que atravesarían los vidrios de sus lentes. Se llevó una mano a la frente y comenzó a moverla de manera nerviosa.

—Es lo más estúpido que han hecho —dijo—, y eso ya es mucho en ti Alexia, debieron tener más cuidado.

—No sabíamos que Selma estaba en Ravenville —expliqué—, lo último que yo sabía de ella era que seguía en Nueva York.

—Debe estar vuelta una loca...

—La verdad no —interrumpí—, lo tomó demasiado bien para mi gusto. Fuimos a su casa y nos explicó el porqué de su visita. Además, vimos a tu papá.