"El Elemento Perdido #4: Aire" ⚠️ Disponible Hasta El 31 De Diciembre⚠️

FINAL ALTERNATIVO

"CAPITULO 53"

Lena

—Mi hermana ya despertó —anuncié al llegar al gran salón—, Nathan se quedó con ella, ambos necesitaban estar solos un momento.

—¿Nada cambió? —preguntó Adrián— ¿Sigue igual que hace unas horas?

—Sí —respondí—, sigue exactamente igual, supongo que hay una explicación lógica para ello pero debemos dejarla descansar, ya pasó por mucho. Las preguntas vendrán después.

Por primera vez, nadie se atrevió a contradecirme. Alexia necesitaba tiempo y paciencia, después de todo, no se había ido de vacaciones.

—Entonces debemos decidir qué pasará con Dashia y Eric —siguió Adrián.

—Por mi parte ambos pueden morirse —dijo Ariana decidida—, cometieron traición y una muy grande.

—Dashia se salió de control —Tatiana me miró—, casi mata a Vanessa, y a varios aquí.

—Mi hermana y Tatiana tienen razón —Jonathan se acercó a la mesa—, lo que hicieron es imperdonable.

—Lo que Alexia y Lena hicieron también es traición —Arthur nos miró a todos—, ya es bien sabido que quería derrocar todo esto incluso antes de ser poseída por Solara, por qué habríamos de dejarla sin castigo. Y en cuanto a ti Lena...

—Arthur, por favor —Evelyn no parecía estar de acuerdo.

—Papá —Jonathan lo miró molesto.

Tenía que ser un maldito chiste. Me levanté por mero impulso pero Robert me detuvo. Y era lo mejor.

—Lamento romperte el corazón Arthur —dije con toda la calma posible—, pero de manera no oficial, he sido perdonada por cualquier ofensa que haya cometido.

—Gracias por recordarnos todo eso Arthur.

La voz de Alexia sonó en la entrada del salón. Nathan estaba a su lado, sosteniendo su mano, dándole el apoyo y el amor que tanto había perdido, era tan extraño verla en su nueva apariencia o mejor dicho, su verdadera imagen.

—Por fin estas despierta.

Katrina corrió hacia ella y tomó a Alexia entre sus brazos. Esta no supo como reaccionar.

—Hola mamá.

—No hagas caso a nada de lo que mi padre dijo —Ariana miró a sus padres—, ya pasamos por mucho.

—Descuida Ariana, estoy dispuesta a aceptar cualquier castigo que el Consejo decida —Alexia entró—, después de todo ya no soy nada más que una simple terrana.

—¿De qué hablas? —Adrián se quiso acercar a ella pero algo lo detuvo— ¿Cómo que terrana?

Alexia se acercó a una vela que estaba en la mesa. Puso una de sus manos en la llama encendida, nada ocurrió. Una mueca de dolor apareció en su rostro. El fuego... la lastimaba.

—Ya basta —Nathan la apartó de ahí—, es suficiente, te harás daño.

—¿Qué fue lo que pasó? —le pregunté.