"CAPÍTULO 15"

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Lena

Los Dunne. Ellos son mi primera clave en este estúpido proceso de investigación. Matilda es una anciana que conoce historias, historias muy antiguas. Le advertí a Eric que tomaría tiempo, pero no le importa, lo único que necesita es saber qué pasa con Alexia.

Sigo aprendiendo, todo este asunto de los dioses y la magia aún me parece complicado. Pero nadie parece querer aceptar el trabajo. Nathan tiene que ser un guerrero, Dëni sigue asustada (y debo admitir que la cercanía de Eric hacia ella, me parece muy extraña.

Matilda me habló sobre Terra, al ser de las aldeas del fuego, ella conoce muchas leyendas sobre la Guardiana Solara y sobre la familia Vasilith. Habla sobre una hermosa mujer que guió a muchos hacia Caudentry en la época de la Inquisición. Hablan sobre personas siendo acusadas de brujería. Pero no era así, era gente que poseía un alma pura y que fueron dotados con el elemento.

Eso fue en México, me sorprende que sepa el nombre. Me describió de manera muy vaga a una mujer de cabellos naranjas, así como el fuego, intensos ojos verdes y un hermosura sin igual.

Quise preguntarle más pero dijo sentirse cansada. Su nieta, Tamara, hablará conmigo. Ella esta muy bien informada. Son leyendas, historias que han pasado por miles de generaciones. De una u otra manera las mantienen frescas en su mente.


...

Rayos. Esto no estaba bien. Ahora entendía por qué Vanessa tenía tanta urgencia por encontrar esto. Porque más que ser una libreta con información, era un diario. No tenía idea de cuándo lo había comenzado pero era claro que fue en sus primeros meses en este lugar. Eric fue más listo que nosotros. Comenzó a averiguar cosas que a nosotros nunca nos pasaron por la cabeza.

El nombre de Solara estaba grabado en cada hoja y no precisamente con tinta. Podía sentirlo. Se trataba de ella. Y era más que lógico, la descripción de esa dichosa mujer. No conocía a muchas pelirrojas hermosas y de ojos verdes.

Terminé de tomar el último vaso de agua con el remedio que Vanessa me había traído. Ya era de noche y me sorprendió que Greta no viniera en todo el día. Metí la libreta debajo de la almohada y me recosté con cuidado. Tenía mucho que pensar. Vanessa estaba muy interesada en conseguirla a como diera lugar, ¿debía devolvérsela?

Escuché las llaves en la puerta. Los guardias estaban abriendo. ¿Quien podía ser?

—Sólo serán unos minutos Roger —dijo una voz—, vengo a despedirme.

Mierda. Era Vanessa. Subí las colchas a modo de esconder hasta las almohadas. Sería mi fin si ella encontraba su libreta.

-Creí que estabas dormida- dijo.

Las velas de la habitación comenzaron a encenderse. Era algo que yo misma podía hacer, lo había comprobado, pero nada más pasaba. Ya hubiera volado todo de ser posible.

—Estaba a punto de —respondí—, me siento un poco más tranquila.

—Me alegra saberlo —se sentó a mi lado—, antes de irme, le diré a Greta que te traiga la cena.

Lucía un poco desanimada y su atuendo me daba bastante curiosidad. Tenía puesto un largo abrigo café, guantes y un pequeño sombrero.

"El Elemento Perdido #4: Aire" ⚠️ Disponible Hasta El 31 De Diciembre⚠️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora