"CAPITULO 11"

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Lena

-Me parece ridículo el interés que tienen en ella -Robert me miró confundido-. Ya sabes, en Alexia, todo ese show de la bendición.

No había estado tan inmersa en el asunto ya que mis padres jamás me contaban nada relacionado con los Vasilith.

-Hasta para mí es complicado -se levantó del suelo-. Mi tío Adrián insiste en que sólo fue una bendición pero quien sabe, a la gente le gusta hablar.

Era claro que Robert no quería tratar el tema. Pero yo había escuchado bastantes cosas entre la gente de las aldeas y en la corte. Hablaban acerca de una posible maldición, incluso le temían a Alexia, algo ridículo teniendo en cuenta que era una niña pequeña.

Solara era una figura importante y tendría que averiguar más para saber si de verdad representaba un peligro.

...

El ruido de algo cayéndose me despertó. Me levanté muy despacio y vi que Vanessa buscaba algo en toda la habitación.

-¿Qué ocurre?

-¡Diablos! -se llevó la mano al pecho- Me asustaste. No quería despertarte.

-Tranquila, ¿estás bien?

Fue hacia la cama y se sentó a mi lado. Algo estaba pasando.

-Perdí una pequeña libreta negra -explicó-, tengo muchas cosas anotadas ahí y es urgente que la encuentre.

Traté de hacer memoria pero no recordé haberla visto con la dichosa libreta.

-Si llego a verla, te lo diré.

-Gracias, ah, por cierto, te traje esto.

Sacó un pequeño frasquito de su chaqueta y me lo entregó. Era un liquido amarillento que me provocó náuseas con tan solo verlo.

-¿Qué rayos es eso? -pregunté.

-Es un remedio para el dolor -sonrió un poco-, Sebastian me lo consiguió ayer, no preguntes dónde, como sea, de preferencia tómalo antes de dormir.

Vanessa era un ángel. Ya había pensado en pedirle algo así pues los dolores eran cada vez peores. No había tenido ni un poco de descanso en los últimos tres días.

-¿Cómo te has sentido? -me preguntó.

Antes de que pudiera responderle tomó mis manos y analizó las manchas que habían salido.

-Están saliendome en todo el cuerpo -expliqué-, aparecieron en mi vientre y anoche descubrí estas en las manos.

Vanessa las analizó con mucho cuidado y las tocó preguntándome si me dolía. Asentí cada vez que me preguntó.

-Me va a consumir -murmuré-, ya está empezando, no sé cuánto me queda.

-¿Lo sabías? -Vanessa me miró sorprendida.

-Al principio no creí que se tratara de eso -respondí-, pero con el paso de los días se hizo más obvio. Conozco muy bien esa magia, yo misma la utilicé en muchas personas hace años.

No quería recordar aquellas situaciones en donde era la encargada de aplicar castigos a todos aquellos que eran traidores. Llevaba clavada en mi mente la imagen de aquellas personas que eran consumidas por la pudrición de la magia.

-Lena, yo estoy tratando de hacer todo lo posible por ayudarte pero es tan complicado, la magia de agua es muy rara.

-Es por eso que tengo que ver a Cataline -limpié mis mejillas-, ella empezó esto y es la única que podrá deshacerlo.

"El Elemento Perdido #4: Aire" ⚠️ Disponible Hasta El 31 De Diciembre⚠️Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ