"CAPÍTULO 44"

4.5K 593 95
                                    

Lena

—¡Ella no era Alexia! —Dëni se levantó del suelo— ¡Lena, en dónde está, dónde!

—¡Qué rayos está pasando!

—Hay que detenerla antes de que llegue a ellos.

Me levanté del suelo totalmente confundida. Todos miraron alrededor, pero no había nadie, se había ido y lo peor era que se había burlado de nosotros en nuestras propias narices. Quién sabe cuánto tiempo llevaba entre nosotros, bien podían haber sido meses, meses en los cuales Alexia bien podía estar muerta. Mientras que nosotros creímos estar con ella. Sabía que algo había ocurrido la maldita noche en el santuario. No había otra explicación a todo lo que estaba ocurriendo. Y su poder debía ser mayor del podíamos imaginar. Conocía cada cosa sobre nosotros, hasta el más mínimo e insignificante detalle.

—¡Cierren la boca todos! —gritó Tatiana—, tenemos que ayudar a Ariana, ¡ya!

Claro. Eso era lo importante ahora. Jonathan ya estaba a su lado. La tomó entre sus brazos con mucho cuidado y su cabeza reposó en el pecho de su hermano. Pero qué demonios había pasado con ellos. Qué clase de poder invadió a Ariana para que ella pudiera ver a esa perra en su verdadera forma.

—Lena —Dëni me tomó del brazo—, ¿ella está...?

—No —la interrumpí—, Dëni, no pienses en eso ahora, la vamos a encontrar y la traeremos de vuelta, sana y salva.

Fuimos con los demás. Derek y Tatiana ya estaban examinando la herida de Ariana. De los dedos de los hermanos Terrancer, salían unos cuantos destellos dorados, era magia de Tierra, la mas eficaz para curar heridas. Quizás Ariana tenía esperanza. ¿O no? La mirada de Tatiana me hizo darme cuenta de que no. Esto la mantendría con nosotros apenas el tiempo suficiente para obtener respuestas.

—Jonathan, tienes que decirles, tienen que matar a esa desgraciada...

—Ariana no —Tatiana le sonrió—, trata de no hablar, mantén tu fuerza para después, ¿de acuerdo?

—Tatiana tiene razón —Jonathan dijo mientas limpiaba de manera discreta las lágrimas que salían—, necesitamos que te mantengas fuerte, saldremos de esta.

Me partía el corazón verlos así. A pesar de que no eran muy de mi agrado, especialmente Ariana, siempre sentí admiración por ellos pues tenían una relación muy cercana, nunca hubo una rivalidad por el trono y eran los únicos dispuestos a apoyarse en el momento en que Ariana fuera coronada, lo cual debía ser pronto. Como guerreros eran feroces y sabían cuidarse la espalda el uno al otro. Pero ahora, Jonathan estaba perdiendo una parte de su alma y temía por lo que podía pasar una vez que Ariana lo dejara de manera definitiva.

—Déjate de sentimentalismos —le dijo Ariana—, no te crié de esa manera.

—Derek —lo llamé.

Pero no hubo respuesta. Él solo negó con la cabeza. Había sacado la daga del pecho de Ariana pero no había nada más que hacer. Solo nos quedaba esperar.

—¿Qué ocurrió con ella? —me atreví a preguntar.

—Diles —le ordenó Ariana—, tienen que saberlo.

Jonathan no parecía muy seguro de querer soltar lo que sabía pero no le quedaba de otra. En estos momentos, su prioridad era su hermana, y eso incluía hacer lo que ella le pidiera.

—Ariana fue bendecida por el guardián del aire al nacer —soltó de golpe—, mis padres la encomendaron con él, llegado el momento, ella sería dotada con habilidades especiales, eso pasaría en algunas de las primeras lunas de plata de cada año, pero no había sucedió en mas de veinte años, no hasta esta noche.

"El Elemento Perdido #4: Aire" ⚠️ Disponible Hasta El 31 De Diciembre⚠️Where stories live. Discover now