"CAPITULO 38"

4.9K 556 33
                                    

Dashia

—No me importa lo que digas —miré a Ruth—, no dejaré que cuentes nada de eso mañana.

Aún seguía sin creer todo lo que esa perra había hecho pero aun si era verdad, me importaba un comino. Ya de por si estaba segura de que salvarían a Lena, esto solo me arruinaría más.

—No tengo otra opción —respondió—, Eric Zerktai prometió no matarme con tal de hacer esto y me pagaron muy bien. Además no pienso correr el mismo destino que Henrietta, la muy tonta quiso sacar provecho y la mataron frente a mí, ese chico Nathan no es tan bueno como parece.

¿Nathan? ¿El Nathan que yo conocía? Se me hacía imposible creer que él la hubiera matado. ¿Acaso él también sabía todo sobre Solara? ¿O lo tenía bajo algún control?

—Estoy segura de que si planteo todo bien, te perdonarán la vida —se acercó a mi—, y podremos irnos linda, a cualquier parte de Caudentry.

Era una broma, ¿cierto? No había ningún maldito lugar a dónde yo pudiera ir y por supuesto que no me iría con ella. La aparté de mí con fuerza. Me daba asco incluso el verla. Había pensado que me alegraría cuando la tuviera de nuevo frente a mí. Era casi como mi madre y siempre agradecí por haberla tenido a mi lado cuando Lucinda me dio la espalda por Lena. Pero ahora, la odiaba. Ella me había metido en todo esto. ¿Por qué tuvo que elegirme a mí? Estoy segura de que existían miles de bebés que pudieron haber ocupado el lugar de la hija muerta de los Tornander.

—¿De verdad piensas que iré contigo?, después de todo la mierda que he tenido que aguantar, agradece a los dioses que aún no te he matado porque realmente ganas no faltan. Siempre me hiciste creer que me estabas protegiendo, que querías lo mejor para mí, ¡pero todo era mentira!

—Dashia yo...

—¡Al menos dime quienes son mis verdaderos padres! —exigí— ¡Qué les diste para que aceptaran hacer esto! ¿O es que acaso me raptaste igual que Lucinda hizo con Lena? Porque en este punto, ya nada de eso me sorprendería.

Quizá hasta tenía otro nombre. Después de todo, llevaba años con uno que no era el mio. Siempre quise ser Eleanor, pero fue casi un golpe de suerte para todos el que Anthony me llamara de otra forma cuando era pequeño. Y gracias a mí hermanito, me tuve que conformar Incluso en estos pocos minutos, llegué a imaginar que mi familia podría seguir viva.

—Te rescaté de la miseria en donde naciste Dashia —me dijo—, y claro, ya  tenías un nombre, eras Laura. Te salvé de morir de hambre, tu padre era un alcohólico y tu madre una ramera de bajo monto que prefirió entregarte. Era una amiga mía, qué futuro pudiste haber tenido en una familia donde ya eran seis hijos, entiende que eras una boca más que ellos no podrían mantener. Y sí, yo me encargué de que lucieras como ellos, de que pudieras integrarte sin tanto problema, gracias a mí, tienes esa linda marca en el hombro que permitió que empezaras todo este circo desde el primer día. Quizá Lucinda prefirió quedarse con Lena, pero eso no impidió que tuvieras una excelente vida sin importar que estuvieras lejos del palacio. Iván te llenó de amor, a su manera, pero lo hizo, Anthony también e incluso Lena, a su modo, pero siempre quiso darte ese amor de hermana, y me lamento por haber hecho que ustedes siempre actuaran como enemigas.

—¿Están vivos?

Ignoré todo lo demás que me había dicho. Me importaba un demonio que me hubiera dado la vida "perfecta".

—Christian murió al poco tiempo de que naciste, la bebida acabo con él —dijo en voz baja—, y  Mónica y tus hermanos, lamentablemente, ellos murieron en los ataques que hubo hacia las aldeas de los Tornander. Eran lugares pobres y sin importancia, así que Adrián los destruyó primero.

Una vez más, no me quedaba absolutamente nada. Y todo era por culpa de esta maldita familia a la que había querido pertenecer con tantas ansias.

—Dashia, ya no eres una niña —siguió—, eres una mujer que debe enfrentar la realidad de su vida. Tienes que aceptar lo que la señorita Alexia y los demás te ofrecen, no hay de otra.

—¡Ella no es Alexia!

Ya estaba harta. Aun si no me creía, tenía que decirlo. Sentía que estaba a punto de explotar. Este secreto me había estado consumiendo por meses. Pude haber ayudado a Alexia, pude haber detenido a esa cosa que ahora vivía en su cuerpo, pero ahora me parecía inútil pues no tenía ni idea de si la princesa seguía viva. Nunca estuve relacionada con los asuntos de Dioses y guardianes. Pero tenía esperanza de encontrar una solución y acabar con Solara, no me  importaba si tenía que arriesgar mi vida para ello.

—Sé que estas alterada, pero sí sigues actuando así, creerán que estas loca, y eso será todavía peor...

—¡Maldita sea Ruth, estoy diciendo la verdad! —le grité— No tengo idea de cómo lo hizo o con qué propósito, pero Solara, ella esta en el cuerpo de Alexia, lo ha estado por meses. Esa chica que han visto allá afuera, no es ella. Y ahora mismo, esta engendrado a una nueva criatura en su vientre y ve tú a saber qué tipo de bebé será, puede ser algo con poderes nunca antes vistos.

Me limité con eso. No pude contarle que en un día normal, Alexia había aparecido en mi habitación y se reveló como Solara. Sabía que si le contaba todo, podía echarme de cabeza. Estaba consiente de que podrían considerarme una traidora. Todo se me vendría encima.

—Entiendes que todo lo que me has dicho, suena como una gran locura pero, te daré el beneficio de la duda. Insisto en que debes calmarte —me tomó de los hombros—, iré a prepararte un té para que estés tranquila y sigamos hablando, ¿de acuerdo?

—No, no quiero nada, yo sólo...

—Lo sé querida, lo sé —me sonrió—, aún cuando no me creas, estoy aquí para ayudarte pero necesito que pongas de tu parte, o ambas terminaremos muy mal, y no queremos eso ¿verdad?  Siempre he sabido que mereces algo mejor y me encargaré de que así sea.

No dije nada más. Me sentía tan confundida. Ruth salió de la habitación, dejándome sola con todo lo que había dicho sobre mí verdadero origen. Aceptaría el té y su supuesta ayuda. Pero necesitaba que toda la historia que me había contado, tuviera una protagonista diferente.

Lena sería la hija de esa familia pobre, ella sería la bastarda. No yo.

Sentía que mi mente era un caos. Por un lado, me daba lo mismo mi destino y el de Lena pero había otra parte de mi, la que siempre consideré como mi yo oscura, que me recordaba todo que soporté por meses, todo lo que me habían ordenado como para perder lo que quería así de fácil. No. Las cosas saldrían como yo quería y para eso, la dulce Dashia debía aparecer en escena para la última audiencia.


¡Nuevo capitulo!


Dejen sus comentarios y denle amor ✨

"El Elemento Perdido #4: Aire" ⚠️ Disponible Hasta El 31 De Diciembre⚠️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora