Prólogo

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A veces quieres ser invisible, huir, desaparecer. Que no quede nada señalando que tu has estado ahí. Esto persigue a Aitana. Siempre fue una chica lista, brillante, de matrícula de honor, casi. Pero si en algo es especialmente mala es en encontrar a la persona adecuada.

De pequeña, una chica con flequillo y de cuerpo menudo conquistaba a todos los niños de la urbanización al mirarles con sus ojos color miel, a veces verdes, otras grises. Pero ahora no se suele preguntar " ¿quieres jugar conmigo?", porque no, no tiene seis años aunque ella lo quisiera.

Aitana busca huir de una relación tóxica. La que todos veían como la pareja perfecta, idealizandola así, no pasa por su mejor momento tras varias infidelidades y tiene la necesidad de huir. Para ello se matricula en la Universidad de Madrid, el destino elegido para estudiar diseño.

Allí encontrará una nueva vida, que, al principio da un poco de vértigo, pero Ana, su compañera de piso es capaz de verlo todo desde la perspectiva más bonita de las cosas.

Y es que a veces las cosas no se planean, no sabes como han surgido así, como continuarán... Y aparecen chicos de la nada. Unos buscan aprovecharse, otros intentan hacer apuestas con sus amigos y pocos, uno, puede que solo uno se enamore. Y Aitana no espera nada, es una desconfiada. Y ahora no será para menos, porque Luis la mira y la descoloca por completo. Y es que ella no quiere dejarse enredar, no quiere cansarse de las manías del otro. Le gusta la libertad de la personas, sea cual sea su camino.

Aitana y Luis llevan autobuscándose toda una vida. LLegan, se conocen, sienten miedo, pero al fin y al cabo, experimentan. Y llegan a un punto que, no pueden volver a atrás y es que... Son unos locos felices.

A veces necesitas que el ritmo cardiaco de una persona vaya a la par que el tuyo, acelerados y que luego haga acordes sobre piel,  pausados.

ACORDES SOBRE TU PIEL || AITEDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora