CAPÍTULO 18 - Detalles

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Aitana
Desde que llegué, que me vio desnuda un par de veces. Hasta ahora, que empiezo a fijarme en los pequeños detalles que Luis me regala a diario. Su sonrisa a medio día y sus trayectos en coche por la noche de vuelta a casa.
Casi cada palabra que me ha dedicado le cuento a Marta. Ella a veces grita emocionada por la narrativa y hace que algunos comensales de las mesas de al lado nos miren como si estuviéramos locas.

– ¿ No es muy joven para dar clase ?

Bufo y peino mi flequillo con los dedos. Es joven, pero no tanto.

– Veintinueve tacos.– Marta me mira atónita y mueve sus manos sobre su cabeza. Es la reacción que yo hubiese tenido si no fuese él mismo el que me lo dijo y en persona.– Has flipado ¿ eh amiga ?

– Aiti... ¡ Que es el hombre perfecto para ti !

Ya empezaba a fantasear. Con Lucas fue parecido. Que si es muy guapo, que si va a nuestra clase y lo puedo ver más, que si es el influencer de nuestro curso...

– ¿ Qué dices Marta ? Definitivamente has perdido la cabeza, te recuerdo lo que dijiste de otro.

– Es verdad y ese otro es un gilipollas. Pero Luis es diferente.

– ¿ Y tú cómo lo sabes ? ¿ Eh ? Listilla.

– Se le ve en la mirada, ¿ no te has parado a observarlo bien ? Esos dos ojos negros...

– Si quieres tiene uno... No te jode.

– ¡ Calla ! – Marta está demasiado concentrada y sigue con su narrativa de voz sensual, acompañada con gestos. – Y es alto, moreno. ¿ Y los brazos ? De gimnasio. Imagínate el abdomen, la espalda...

– ¡ Marta ! Cállate ya.

Pero ella sigue, siempre sigue. La revolución ha llegado a Madrid. A mi piso y a mi cabeza. Empieza a comerme el coco y continúa describiendo a Luis.

– ¿ Has visto las venas de los brazos ? – Llevaba jersey, pienso. – Imagínalas en otro sitio.

– ¿ Te callas ? – Me está molestando realmente. Aunque luego la risa explota por sus comentarios posteriores.

– Me he puesto hasta cachonda.

Bufo y la obligo a cerrar la boca y cambiar de tema. Más Luis no, por favor. Suficiente tengo con verlo después y recordar la descripción de mi amiga. Aunque aprovecharé para fijarme en algunos detalles que había pasado por alto. Las venas, por ejemplo.
Marta termina su plato, pagamos la cena y con la ayuda de un taxi y después de soltar el primer billete que he sacado del monedero, llegamos a casa.
Se escucha el jolgorio desde el portal, vaya la que deben de haber armado.
Ana subida al sofá bailando, Luis tocando la guitarra como un loco y Roi cantando y moviéndose como si le hubieran dado cuerda.
Marta ríe cuando no se dan cuenta y pasamos desapercibidas. Le enseño la casa, se tira en mi cama y me mira pícara.

– ¿ Esta era antes su habitación ?

Asiento con la cabeza y se envuelve en las sábanas, intentando alcanzar su aroma.

– ¡ Marta tía ! Que es mi cama y mis sábanas.

– ¿ Te imaginas tenerle aquí alguna noche ? – Marta nació para fantasear mirando al techo y creer que es el cielo. Ruedo los ojos y niego con la cabeza. – ¡ Venga ya !

ACORDES SOBRE TU PIEL || AITEDANơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ