0018

2.9K 165 5
                                    

JUANA

Salí apurada de la facultad y me metí en el auto para ir, lo más rápido posible, hasta el jardín de Pía. Hoy, por primera vez, me tocaba retirar a los chicos y cuidarlos hasta que Enzo volviera de entrenar o su madre del trabajo, porque, por lo que sé, está primer semana salía temprano. Ya habíamos ido temprano con el hasta el jardin y la escuela para autorizarme a mi a retirar a los chicos.

Me bajé del auto y me paré en la puerta del jardín. Miré el celular y marcaban las 11:48. Faltaban 2 minutos para que María Pía saliera y 12 para que hiciera lo mismo Santi. Por suerte, quedaban cerca uno del otro y justamente en el jardín salían a esa hora para quienes tengan que retirar chicos del colegio, lleguen bien.

Le avise a Enzo que ya estaba esperando a su hija y el me respondió con un "Gracias", palabra que no se cansaba de decirme.

—Hola, hermosa —saludé a Pía apenas vino corriendo hacia mi. Me abrazó y después de dejarle un beso en el cachete, subimos a mi auto para ir a buscar a su hermano.

Buscamos a Santi y los subí a ambos a la parte de atrás del auto con la idea de llevarlos a mi departamento para almorzar los tres juntos. "¿Podemos ir al mc, Juani?" me preguntó Pía. Y la verdad es que no creo que sea una buena idea pero acepte porque yo sería de esas que los malcria mientras sus papás le ponen limites. Tipo una abuela pero novia de su papá. Si, medio raro todo.

Maneje hasta el Mc'Donals, escuchando como los chicos cantaban las canciones que sonaban en la radio y yo me mataba de risa. Miren que nunca fui fan de los nenes, pero ellos tienen todo mi amor desde el día uno.

Llegamos y después de estacionar bajamos los tres. Por suerte y para mi sorpresa, no había tanta gente como esperaba así que pedimos rápido lo que comeremos y fuimos a elegir una mesa.

—¿Nos podemos sacar una foto los tres? —preguntó Pía y yo asentí mientras sonreía. Nos pusimos los tres juntos, ellos me abrazaron por el cuello y yo estaré mi mano poniendo el celular en frente nuestro para después tocar el botón y sacar la foto.

Un ratito más tarde ya estábamos yendo para el departamento y Pía apenas se subió al auto, palmó. Reí y hable con Santi, el cual me venía contando como le había ido en el colegio.

Llegamos al edificio y tuve que alzar a Pía porque literalmente no había forma de despertarla. Los tres subimos por el ascensor hasta mi piso y apenas llegamos al departamento acosté a la nena en mi cama.

—Santi, si querés dormí vos también. Cuando venga tu papá los despierto —le dije y el asintió. Sabiendo que al toque se dormiría, me fui a tirar al sillón. Respondí un par de mensajes de mis hermanos, que ya se habían vuelto a Francia con mi papá y le pasé la foto que me había sacado con sus hijos a Enzo.

Estaba a punto de dormirme cuando suena el timbre y me obliga a despabilarme para ir a abrir. Frunzo el ceño antes de preguntar quien era, ya que, no me esperaba a nadie más que a mi novio que vendría pasadas las dos. "Florencia" me responden del otro lado y sé que es la ex mujer de Enzo.

Abro la puerta y la veo, como siempre que me miraba, seria. Sonrio, y siendo lo más amable posible, la dejo pasar.

—¿Venís a buscar a los chicos? —y si tonta, me respondo sola internamente, ¿a qué va a venir; a tomar mates con vos como las mejores amigas que (no) son? —. Bueno si, es obvio.

—¿Me los traes, por favor? —me dijo impaciente.

—¿Podemos hablar antes? —no dejo que responda, porque sé que va a decir que no y agrego: —. Ya sé que no te caigo bien —suspiró y me mira con la ceja levantada—. Los chicos me cuentan las cosas que les decís de mi a ellos o a Enzo y la verdad que me parece que no está bueno, sobre todo por ellos —suelto—. Antes que nada te quiero aclarar que yo con Enzo empecé a salir después de que ustedes se separaran. Nunca se me cruzaria por la cabeza meterme en una familia, si ese es el concepto que tenes de mi. Tampoco quiero que pienses que yo quiero ocupar tu lugar de mamá cuando los chicos estan conmigo porque no es así. Yo tengo bien en claro mi lugar, así como ellos tienen bien en claro que vos sos su mamá, me parece que eso lo sabes. El punto es que quiero que nos llevemos bien, Florencia. No te digo ser las mejores amigas, pero si tener una buena relación. Yo quiero un montón a tus hijos y creo que ellos también a mi. Bueno, a vos te aman, eso no hay ni que decirlo y ellos se sentirían muy bien si al menos nos llevamos bien.

—¿Vas a seguir con tu discurso o ya me puedo llevar a mis hijos? Dale que estoy cansada y quiero dormir.

Suspiré con bronca y fui a buscar a los chicos. Creo que, no sólo tenía ganas de decirle de todo, también quería llorar justamente de la bronca que me daba que ni siquiera me haya escuchado y dado una oportunidad. Aunque sea por sus hijos.

—Chicos, vino su mamá —los desperté. Los dos se levantaron, aún con los ojos entrecerrados, y caminaron hacia donde estaba su mamá, quien observaba todo mi departamento.

—Hola, amores. ¿Cómo están?  —saludó a sus hijos, quienes no entendían mucho—. Vamos.

—Chau, hermosos —me despedí de ellos, quienes me vinieron a dar un beso antes de irse—. Nos vemos mañana, ¿si?

Antes de irse, Florencia frenó y me habló: —Los chicos no se van a quedar con vos, ¿sabes? Mañana viene mi hermana y ella los va a cuidar. Cuando se vaya, voy a contratar a una niñera.

—¿Por?

—No me gusta que se queden con vos y no quiero dejar a mis hijos acá. Disculpame, pero yo no te conozco.

—¿Me estás hablando en serio, Florencia? ¿Vos ves a los chicos mal conmigo? —cuestioné—. ¿No te parece que lo mejor es que los chicos se queden con alguien que conocen y con quien se sienten comodos antes de, por ejemplo, una niñera?

—Buenasssss —apareció Enzo, con el ceño fruncido. Claramente sabía que algo pasaba—. ¿Todo bien?

—Si, le estaba diciendo a Juana que no va a hacer falta que cuide a los chicos. Mañana viene mi hermana y se queda por un tiempo y después voy a contratar a una niñera.

—¿Qué? Florencia ya hablamos de esto...

—Cambie de opinión —sentenció.

—Yo también soy el padre, eh. Así que vos sola no tomas la decisión.

—Bueno, lo hablamos después, no quiero discutir adelante de los chicos —dijo y agarró de la mano a los nenes que, habían estado presentes en todo momento, para irse.

—¿Estás bien? —me preguntó Enzo. Yo lo miré, con los ojos medio llorosos, y asentí. La verdad que yo la pasaba re mal con situaciones asi, sobre todo porque no entendía que le había hecho a ella para que me tratara así.

—¿Te podes quedar conmigo? —pedí y el asintió—. ¿Querés comer algo?

—No, vamos a acostarnos.

Nos tiramos en la cama y me abrazó, pegandome más a el. Yo, obviamente, me acurruqué, dejando mi cabeza en su pecho y el me empezó a hacer mimos. Esto para mi era lo mejor. Y todo parecía un poquito mejor.

• • •

Hola! Quería aclarar la fecha de esta novela porque nunca la aclaré y por ahí están re perdidas je. Empezó, supongan, en agosto y ahora está por mediados de octubre (todavía no paso la ida con Gremio, para que se den una idea)

Por accidente | Enzo PerezWhere stories live. Discover now