Por accidente | Enzo Perez

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JUANA

17 de agosto, 2019

¿Vieron qué estaba todo bien con Enzo? Bueno, ya no.

Resulta que hace una semana aprox vinieron unos "amigos" de Mendoza, y lo digo entre comillas porque yo no los conozco y hasta sus hermanos me dijeron que esos pibes son los que están para la joda y nada más, o sea, ni ahí son amigos.

Como decía, vinieron esos pibes a hacerse los mejores amigos de Enzo, solamente para ir de joda con él y ahora salen casi todos los días juntos, el chabón toma hasta no acordarse de su nombre más o menos y obviamente que ni ahí sigue el tratamiento de su rodilla como debería.

De hecho, el Club ya le dió como un "reto" o algo así, por lo que entendí diciendole que por más que no entrenara el seguía siendo un jugador de la institución y que sabía que no podía hacer esas cosas. Él ni bola les dió, pero lo quiero ver cuando lo quieran sacar (porque seguro que va a llegar un punto en el que no lo banquen más) y no sepa que hacer.

Además, como si todo eso fuera poco, se olvidó que tiene una hija desde que empezó a portarse así. No me llama, no me pregunta por ella, no la viene a ver. Literalmente, se borró. Y tampoco es como que yo le vaya a rogar que estuviera, el primer día lo llamé, pero después cuando me enteré todo lo que estaba haciendo...ja, ni ahí. Me las arreglé sola con Alma y con mi mamá que cuando no tenía mucho trabajo, me re ayudaba con mi hija.

Hablando de mi hija, desde hace dos días que está enferma y les juro que fueron los peores dos días de mi vida. Por lo que me dijo el medico, no era nada grave, pero levantaba fiebre, tenía moquitos constantemente y yo no sabía muy bien que hacer, literalmente casi ni dormí estos días por estar pendiente a ella, le controlaba la fiebre o me fijaba si respiraba bien, porque tengo miedo, en serio. Capaz es una pavada, que se yo, pero a mi me da miedo.

-¿Quién es? -pregunté para que quien estuviera del otro lafo me escuchara. Eran como las seis de la mañana o cerca. Tenía a Alma a upa que dormía, o intentaba, porque los mocos que tenía no la dejaban dormir bien.

-Ju -era Iván-, soy yo -le abrí la puerta y ahí estaba con una sonrisa-. Vine para que puedas dormir un rato. ¿Cómo está la gorda?

-Más o menos -respondí-, de a ratos parece que bien, pero por ahí se despierta y llora.

-Bueno, andá a dormir aunque sea un ratito, yo me quedo con ella -me dijo y yo lo miré con una ceja levantada-. Dale Ju, en serio, yo me quedo. Tenes que dormir un ratito, sino no vas a estar bien.

-¿Seguro? -la verdad que confiaba en Iván, una vez cuando yo me atrasé en una clase y mi mamá no podía cuidarla él se había quedado con mi hija, así que sabía que la cuidaba bien.

-Si. Dale, andate, chau -me dijo sacandome a Alma de los brazos y empujandome hasta la pieza-. Me quedó acá, si queres, para que la tengas cerca -yo asentí y él se acostó con mi hija en la cama, mientras me hacía mimitos en el pelo, lo que me hizo acercame más a él. Diosss, te amo ivan, gracias por tanto-. Dormí.

Me desperté sin saber cuanto había dormido o que hora era, pero todavía con Iván al lado mío. Ahora, con Alma despierta y jugando con él.

-Hola -dije von la voz ronca de tanto dormir. Bah, no sé cuanto habré dormido pero a mi me parecía un montón.

-Hola -me sonrió Iván y me pasó a mi hija que ya me tiraba los bracitos-. Recién se despertó la gorda...hace, como mucho, quince minutos -me dijo-. ¿Vos dormiste bien?

-Re -le respondí-, gracias por venir, re necesitaba dormir aunque sea una hora de corrido.

-No me tenes que agradecer nada -me dijo parandose-. Voy a ñreparar unos mates, ¿queres? -yo asentí y antes de irse de la pieza me avisó:- Ah, tu hija tiene un regalito en el pañal para vos.