Dilema 5

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Los sollozos de Jimin también provocan que Jungkook sienta los ojos picar con la necesidad de soltar lágrimas, pero no podía arriesgarse a entrar de nuevo y dejar que el lobo de su pequeño le atacara con los deseos sexuales del celo. Además, Yoongi le había dicho que la madre del Omega no tardaría en llegar, pero ya había pasado media hora desde que los Alfas abandonaron el apartamento sin que la mujer apareciera.

Estaba a punto de volverse una bolita y llorar junto con Jimin cuando la puerta (rota, por cierto) era azotada contra la pared, llenando su pequeña morada con gritos eufóricos.

─¡¿Jimin?!─ en cuestión de segundo la mujer ya se encontraba parada frente al Beta, viéndole fijamente, intentando descubrir qué era lo que ocurría en el lugar donde se encontraba su hijo─. ¿Quién eres, pequeño?

El llanto de Jimin cesó del lado contrario de la puerta mientras la señora Bleacker ayudaba a Jungkook para ponerse en pie. En algún momento, viendo los ojos de la señora, notó la genuina preocupación que profesaba por su estado de ánimo.

─Mi nombre es Jeon Jungkook─ le contesta por fin el Beta sin soltar su mano, guiándola hacia la puerta donde se encontraba Jimin─. Es en ese cuarto donde está su hijo.

La mujer no tarda en abrir la puerta para poder ingresar al lugar, dejando afuera a Jungkook para que bloquease la misma de nuevo.

Desde el otro lado Jungkook solo podía escuchar cómo la mujer le susurraba palabras de afecto al Omega, incluso pudo distinguir algunas palabras donde le pedía que se tomara ciertos supresores para que su celo se hiciera más llevadero. No había pasado ni un cuarto de hora cuando la señora le pidió al Beta que le abriese la puerta, acatando sus órdenes de buenas a primeras, sintiendo el peso invisible siendo arrebatado de sus hombros.

─Jungkookie─ le llama la mujer cuando por fin se encuentran cara a cara─, te agradezco mucho lo que hiciste por mi hijo, te juro que intenté frenarlo de ir él solo a traer la comida, pero es un muchacho muy terco─ un suspiro lastimero sale de entre sus labios─. Yo realmente lamento todos los problemas que causó mi niño... Pero no puedo llevármelo en este estado─ los ojos de la señora brillan por lágrimas contenidas─. Solo soy una mujer Beta, no quisiera que más Alfas tuvieran que hacer de guardaespaldas solo por una de mis irresponsabilidades, aparte de que es en esta etapa donde los Omegas son más sensibles a los cambios de olor, si lo saco de aquí creerá que el Alfa al que pertenece el olor del cuarto lo rechazó.

─Comprendo─ Jungkook sentía cómo ahora le colocaban la soga al cuello por su buena acción─. Jimin debe quedarse aquí, pero no sé qué debería hacer mi mejor amigo, es un Alfa y ya tuvimos una mala reacción esta mañana─ se toma unos segundo más para pensar─. Ni siquiera sé cómo cuidar de un Omega en celo.

─Te lo pagaré─ la señora parece estar cercana a romper en llanto si declina su última oferta─. Será como ser una niñera. Lamento muchísimo pedirte esto, pero no tengo a nadie más que pueda hacerlo, menos yo, que estoy en días realmente atareados en el hotel que manejo. Por favor, Jungkook, necesito que lo cuides esta semana y te pagaré con lo que sea que quieras, cualquier cantidad de dinero.

─Yo no sé cómo cuidarlo...

─¡Te daré una lista! Traeré todo lo necesario, mandaré a alguien con la comida, pero por favor cuida de mi hijo. Es lo único que en verdad me importa en esta vida, pero no puedo descuidar mi trabajo, ya lo hice bastante con su último celo.

Entonces todo el mundo comienza a inclinarse a la derecha para Jungkook. Solo debería de cuidar a Jimin y conseguiría dinero, probablemente más del que podrían darle en su trabajo de medio tiempo. Era tentador aceptar, en parte también porque le gustaba tener a Jimin a su alrededor, pero todo se tornaba oscuro cuando recordaba que su compañero de piso era un Alfa.

Un Alfa importante en su vida, su único amigo, su soporte. Incluso, su primer amor, pero se obligó a sacudir la cabeza para desterrar esos recuerdos de su mente y corazón. Era pasado.

Jungkook, no puedes interferir en la relación de un Alfa y un Omega, un Beta solo debe de servirlos y acompañarlos como un buen amigo. Eres de una raza inferior, no puedes escalar para quedarte a su lado. Resultaba impresionante la forma en que la voz de su madre solía colarse entre sus pensamientos, renaciendo de las sombras, escurriéndose entre los cerrojos de su mente. Es anti-natural, un Beta no tiene lobo ¿cómo podría ser correspondido por alguno?

─¿Jungkook?─ parecía que su propia agonía estaba ahogándolo en la desesperación de los recuerdos.

─Me gustaría ayudarla, señora...

─Karrell, solo dime Karrell─ pide amablemente, con la ligera sonrisa plasmada en sus comisuras, aunque con los ojos acuosos.

─Eh, Karrell, yo estaría encantado de ayudarla, pero esto es algo que necesito discutir primero con Taehyung.

Y, como si las sorpresas no debieran de parar nunca, la puerta de nuevo es azotada contra la pared del departamento. Las pisadas rápidas que se dirigen al final del pasillo el Beta las conoce demasiado bien como para sentirse seguro de que ellas sabiendo el estado en que se encontraba su mejor amigo. Todo cambia cuando por fin consigue verlo, parecía encontrarse emocionado, ya que la mascarilla que llevaba sobre la boca y la nariz no cubría la gran sonrisa que mantenía estampada en sus labios.

─¡Señora Karrell Bleacker, dueña de la cadena de hoteles Izzurke, por favor olvide todo lo que mi pequeño Jungkook le acaba de decir y quédese solo con que cuidaremos de su dulce hijo!

Ante semejantes palabras Jungkook no podía más que enarcar una ceja, sorprendido por el cambio del Alfa. Aunque, ahora que lo pensaba mejor, ¿no sería porque se sentía atraído por el lobo del Omega?

No te metas, se regaña mentalmente, si Taehyung se enlaza con Jimin sería algo bueno.

Pero no puede evitar sentir que su corazón duela con solo pensar en su mejor amigo abandonando la casa para irse a vivir con el Omega que acaba de conocer. ¿Qué sería de Jungkook si Taehyung lo dejaba tirado? Peor aún, no sabía qué sería de su vida si su único mejor amigo lo olvidaba por encontrarse en la Luna con su nueva pareja.

─Por favor pase a la sala, tome mi celular para apuntar la lista de cosas que debemos saber para cuidar de Jimin en la semana─ como todo buen anfitrión, Taehyung guía a Karrell hasta el sillón de la sala, donde la acomoda mientras le da su celular para que comience a anotar a detalle lo que deberían hacer ambos chicos.

Jungkook los sigue, pero no siente sus piernas, solo sabe que debe de mostrarse animado con la situación. A él le gustaba ayudar a las personas cuando podía, era su deber como un buen Beta.

Los minutos transcurren con Taehyung y Karrell discutiendo ciertas cuestiones que conlleva tener a un Omega en su semana de celo suelto por el departamento, Jungkook solo había atinado a tomar una silla del comedor para tener un lugar a donde afirmarse mientras sus pensamientos rebotan de un lugar a otro en su mente.

Ni siquiera sabe a qué hora Yoongi había regresado al lugar con personal para arreglar la puerta dañada.

Tampoco nota el momento en que se levanta y se dirige al cuarto del Omega, encontrándolo dormido bajo unas cuantas mantas amarillas.

No sabe en qué momento lo acompaña, adentrándose en las cobijas para abrazar el frágil cuerpo del Omega.

Un Omega que podría quitarle lo más preciado de su vida.

Un Omega que podría convertirse también en lo más preciado en su vida.

𝐃𝐢𝐥𝐞𝐦𝐚𝐬 𝐃𝐞 𝐔𝐧 𝐁𝐞𝐭𝐚 ×𝐕𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧×Where stories live. Discover now