Jeon Jungkook es un simple Beta. No tiene olor propio, no percibe olores ajenos, no cuenta con celo y no está seguro de tener un destinado.
Jungkook se encontraba resignado a vivir de tal forma, algo que seguramente hubiese conseguido de no ser tan...
Namjoon se estaba acostumbrando a los gruñidos de Taehyung, ya era su segundo mañana haciendo de guardia para el Alfa y eso no lo estaba tranquilizando mucho. Su mente no paraba de darle vueltas a muchas de las teorías que podrían encajar con la situación en la que se veían envueltos los... ¿Los qué de Jimin? Ni siquiera sabía que nombre podría darle a esa relación.
Era obvio, por lo menos para él y Karrell, que a Jimin también le gustaba bastante Jungkook, aunque no quería admitir que sentía quedarse corto con la cantidad de amor que el estimaba de parte del Omega hacia el Beta.
No era algo de todos los días ver que una pareja de lobos unidos por la Luna también se encontrara tan encaprichada en quedarse con un lobo Beta. Había buscado por todos lados, algún caso similar, pero solo encontraba tríos de lobos que se sentían cómodos viviendo una romance así, sin ser unidos por ningún lazo.
─Taehyung, deja de gruñir, solo te estoy dejando la comida─ le regaña el Alfa, dejando la bandeja de comida sobre el escritorio de Jungkook.
Ese era otro punto curioso: el Alfa no deseaba salir por nada en el mundo de la habitación del Beta. Namjoon era capaz de seguir el pequeño rastro de olor que Jimin había dejado sobre la cama, pero ese aroma se mezclaba de forma misteriosa con algo más, algo perdido que a lo que no sabía cómo nombrar.
Jungkook no poseía ningún aroma, pero ese rastro parecía ser suyo.
─Sal─ la ronca voz del chico ordenó, agazapado en una esquina de la cama, viéndolo con los ojos rojos resplandecientes de ira y tristeza, algo contradictorio y curioso.
Namjoon no podía más que sentirse curioso con toda la información que flotaba alrededor de esos tres lobos y le preocupaba que pudiesen salir lastimados de lo que fuese que se avecinaba, con todo y la ceremonia de enlace.
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Las páginas frente a él parecían demasiado irreales, cada cierto tiempo debía de tomar el manuscrito y sacudirlo un poco, midiendo la cantidad de páginas que contenía. Solo había leído los primeros capítulos, pero no podría terminar de creerse que existiera algo así.
Suspirando se golpea la frente con libro. No sabe qué hacer, pero está seguro de que si Taehyung se encontrara cerca él tendría una respuesta a todas sus interrogantes, aunque fuesen absurdas. Lo extrañaba demasiado y el pasillo dentro de su mente continuaba cerrado para él, expulsándolo cada vez que intentaba materializarse en su interior.
Se sentía frustrado.
─¿Qué pasa, Jungkookie?─ Jimin, que estaba en su descanso de 10 minutos antes de continuar estudiando para sus exámenes, se acercó al sillón de la sala donde se encontraba sentado el chico, tomando lugar a su lado y arrebatándole el libro─ ¿De qué va?
─Aún no sé qué hacer para la portada del libro─ bufa, recostándose en el sillón mientras observa a Jimin comenzar a leer el libro─. Deja eso, es algo extraño.
