𝐃𝐢𝐥𝐞𝐦𝐚𝐬 𝐃𝐞 𝐔𝐧 𝐁𝐞𝐭𝐚 ×𝐕𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧×

Dilema 57

Cuando Taehyung abre los ojos lo primero que se encuentra es a Jimin observándolo, el semblante triste del muchacho siendo un recordatorio doloroso de la madrugada que había pasado. Las caricias del Omega se detienen en ese instante.

─¿Te sientes mejor?─ le pregunta en un susurro, pellizcando sus mejillas en un vago intento por levantar su ánimo─. Sé que debió ser difícil. Ambos fallamos con esto de confesarnos...

─No estoy seguro de en qué fallamos, realmente─ murmura, su voz ronca termina provocando un escalofrío que recorre la columna de Jimin.

─Tu voz puede ser aterradora cuando te lo propones─ se queja el muchacho, uno de sus deditos regordetes pinchando la mejilla derecha del chico─ ¿A qué te refiere con que no sabes en qué fallamos?

─En que no sé si fue porque no se lo dijimos hace unos meses, cuando aún no nos decidíamos en esto del enlace, o si fue porque...

─¡Porque somos unos grandes idiotas!─ la resolución de Jimin consigue que Taehyung se ría─ En serio, grandes tontos, ¿por qué carajo teníamos que hacerlo a unas horas de la boda? ¿Si quiera pensamos?

─Fue nuestra desesperación por no perderlo─ Taehyung intenta calmarlo, la sonrisa cuadrada apareciendo lentamente─. Aunque tu confesión fue menos patética.

─Se lo susurré, casi no cuenta como confesión ¡Y me mando directamente a la zona de los mejores amigos!

Las lamentaciones dieron inicio al silencio dentro de la habitación. Alfa y Omega se veían a los ojos mientras sonrisas conformes se dibujaban en las comisuras de sus labios. Jimin posó ambas palmas sobre el pecho de Taehyung, dándole unas palmaditas para animarlo a levantarse del lecho. Con las sábanas crujiendo bajo su cuerpo, el chico se incorpora, quedando sentados frente al otro.

─Mira el lado bueno; Jungkook admitió que nos ama de la misma forma, aunque esto no tenga futuro por la ceremonia─ los ánimos bajan con las suaves palabras de Taehyung, que toma las manos del Omega para acercarlas a él─. Hacemos buena pareja, ¿cierto? Ambos fracasando en confesarnos con el chico que amamos por la parte humana.

Los ojos de Jimin se tornan finas líneas cuando su sonrisa aparece, ocultando el dulce dolor del rechazo que pesa en su interior.

─Mi parte humana también te ama, Taehyung─ confiesa con el corazón desbocado─. Es raro, pero mi parte humana los ama a ambos y mi lobo solo puede aceptar la intensidad de ese sentimiento.

─Yo aún no se separar las emociones entonces─ excusa, sus mejillas bruñéndose lentamente de rosa─. Pero te amo, ¿sí? Con la misma intensidad con la que amo a Jungkook.

La puerta de la habitación resuena con tres golpes firmes antes de abrirse, la cabeza de Karrell asomándose con cuidado para observar a los muchachos que morían de vergüenza con las repentinas confesiones.

─¿Listos, bebés? El desayuno ya está servido y tenemos que prepararnos. Todavía tienen que practicar un poco su baile al Dios Astado.

─Ya vamos, mamá─ contesta Jimin, intentando sonar tranquilo.

─Bien, apresúrense, las seis de la mañana nos espera con los mejores rayos de sol─ antes de abandonar la habitación, la mujer hace un último comentario─. Mejor si van ya por sus amigos, Jin tendrá el día libre en el hotel.

La mujer sale en silencio, deslizándose por el pasillo hasta llegar a su propia habitación, donde Kim Namjoon la esperaba con un libro entre las manos.

─¿Quieres ir por Jungkook primero?─ Jimin se levanta de la cama de un salto, esperando que el Alfa lo siga─. Namjoon dijo que lo vio ir a su habitación en el hotel.