𝐃𝐢𝐥𝐞𝐦𝐚𝐬 𝐃𝐞 𝐔𝐧 𝐁𝐞𝐭𝐚 ×𝐕𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧×

Dilema 28

Había tomado más tiempo del que Jungkook pensaba que sería necesario para contar toda su historia en Rattsga. Se lo contó todo a Jin, como un buen confidente, viéndole atento a cada pequeño detalle dentro de la triste verdad del pasado. No reparó en el daño que podría ocasionarle revivir los hechos para narrarlos a alguien que, por supuesto, le había visto tendido en el suelo y rodeado de ancianos.

Algunas lágrimas escaparon sigilosamente de los ojos de Jin cuando creyó que Jungkook no le estaba viendo, siendo difícil ocultarlas cuando llegó al momento en que mencionaba la única voz que pedía por su protección y la seguridad de su lobo.

─¿Viste quién fue la persona?─ la esperanza relucía dentro de los ojos del chico y empañó los ojos del contrario.

Lo sabía, vaya que lo sabía, pero aún no podía decírselo.

Todo a su tiempo.

─No─ mintió ocultando la mirada dentro de sus manos─, pero me conmueve saber que alguien estuvo dispuesto a salvarte en ese entonces. Lo siento mucho por no poder apoyarlos en ese momento.

Entonces una interrogante se formuló dentro de la cabeza de Jungkook.

─Jin─ saboreó pronunciar su nombre─, aunque conozco tu nombre y sé que éramos del mismo pueblo, no puedo recordarte en ningún lugar...

Descubriéndose el rostro Seokjin le sonrió de forma más bien tímida.

─Comprensible, siendo que soy una aberración para ese pueblo.

Ambos se encuentran sentados alrededor de la mesa del comedor, un vaso y un plato vacío frente a ellos, Jin los observó unos cuantos segundo antes de sentirse lo suficientemente seguro para decirle al chico Beta aquellas palabras que no había podido utilizar hasta que se lo preguntaron en los lugares donde buscaba trabajo.

─¿También eres un lobo Beta?─ Jungkook ni siquiera disimulaba lo feliz que le haría la afirmativa a esa cuestión.

Pero no.

─Soy un Gamma, Jungkook─ repentinamente la boca se le había secado, dejando un gusto amargo en su paladar conforme las palabras escapaban de sus labios─. No me dejaban salir de casa, alguien podría asesinarme por el simple hecho de existir.

Jin sabía que los ojos de Jungkook eran grandes, más como los de un conejo que los de un lobo, solo no se esperaba verlos aumentar su tamaño para responder a su sorpresa, resultando completamente tierno para su percepción.

─¿Un Gamma? Yo creí que era solo una leyenda del pueblo, la existencia de otra raza...

Una risilla suave se dejó oír, para nada como la verdadera risa del muchacho, pero era con la que se escudaba del mundo cuando algo le hacía sentir incómodo.

─Estás conociendo a una leyenda, podría firmarte algo si me lo pides con suficiente admiración─ bromeó, intentando apartar un poco su vergüenza.

El Beta golpeo la mesa con ambas manos, inclinándose en dirección a Jin con la curiosidad relejada en las ventanas del alma. No sabía cómo era posible pero el chico tenía estrellas dentro de los ojos, algo maravilloso de ver.

─Tus padres eran ambos Omegas─ la afirmación suena más para él mismo que para Jin─. No comprendo cómo pudieron vivir tanto tiempo dentro de Rattsga.

─El Alfa de mamá no la dejaba ir a otro lugar, entonces mi padre decidió que no podía dejarla sola en ese pueblo y yo tenía que quedarme a su lado porque nadie en el mundo se siente cómodo al lado de un Gamma.

Jungkook le vio sonreír cuando sus ojos contenían el llanto. Y él creía que había tenido una vida horrible sin saber que a su lado otro chico se encontraba sufriendo peores males. Males terribles desde su nacimiento.