Dilema 24

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Algo había caído al suelo con la fuerza suficiente para que la cama se sacudiera y despertara a Jungkook con un susto terrible, notando hasta ese momento en que tenía a Jimin rodeándolo con todas sus extremidades, el rostro del muchacho enterrado en su pecho mientras reía suavemente.

─¡Jimin!─ es la voz de Taehyung la que grita dramáticamente, aunque sonando divertido.

El nombrado pasa por encima de Jungkook, cayendo del lado opuesto de la cama sin explicar la situación, no quedándole de otra al muchacho más que sentarse en la cama para observar a ambos lobos, acechándolo.

─¿Qué se supone que están haciendo tan temprano?─ les pregunta, tomando una almohada para golpearlos a ambos─. Jimin, ya no estás en celo para que me contenga de regañarte.

El tierno rostro del muchacho le mostró una sonrisa resplandeciente en la que sus ojos desaparecían, convertidos en dos finas líneas.

─Lo siento, no pude evitarlo─ lentamente, el chico se levanta del suelo─. Taehyung hace sonidos extraños mientras duerme.

Los aullidos, piensa Jungkook, son los aullidos del Alfa llamando a su Omega.

Los recuerdos regresan, golpeándolo con fuerza. La noche y la confirmación de sus más grandes miedos.

─¿De qué está hablando, Kook? Nunca hice ningún ruido mientras dormía.

─¿Además de roncar? No, pero creo que Jimin se refiere a los aullidos de tu lobo─ si ellos ya le habían confesado la verdad ¿Por qué no llamar a las cosas como eran?

Jimin se le queda viendo con una expresión confundida, sentándose a su lado en la cama para verlos a los ojos, brillando en curiosidad.

─¿Qué aullidos, Kookie?─ la pregunta lo deja descolocado, ahora sin saber muy bien qué responder.

─Taehyung aúlla cuando duerme junto a ti, lo escuché una madrugada─ confiesa, ligeramente sonrojado, era parte de la privacidad de sus lobos y en verdad no le incumbía─. Lo siento, solo desperté una vez y lo escuché sin querer.

Jimin lleva ambas manos a las mejillas del Beta, acariciando ambos lados de su rostro.

─Nunca escuché a Taehyung aullar─ le comenta─, él estaba murmurando y me hizo gracia lo que decía, creo que eres realmente amado por él, no dejaba de...

Una almohada voladora le dio por todo el rostro al sonriente Jimin, que terminó riéndose fuertemente al ver el rostro colorado del Alfa. Taehyung no se lo pensó para lanzarse contra el Omega, jugueteando sobre la cama como cachorros.

Y Jungkook supo que la conexión era instantánea. No necesitaba ver más. Sus lobos ya estaban enlazados por el destino, era más que seguro que ellos dos se llevarían de maravilla cuando Jimin recuperara su consciencia.

Se veían demasiado lindos, golpeándose las manos con suavidad mientras se mandaban a callar.

─Son unos tontos─ Jungkook se levanta de la cama, dándoles más espacio para golpearse en juego, comenzando a desfilar rumbo a la cocina─. Si prefieren seguir jugando y no comer, díganme para no desperdiciar la comida.

Se paró bajo el dintel de su puerta, viéndolos frenar el juego para voltearlo a ver. Una sensación helada recorriendo su columna vertebral, descubriéndose deseando que ambos chicos se quedaran otro momento dentro de la habitación, tonteando mientras él les preparaba algo para desayunar.

Extraño.

¿Extraño? Eres su futura criada, muchacho, la voz de su madre sonaba resignada dentro de su mente, al menos les serás de utilidad.

𝐃𝐢𝐥𝐞𝐦𝐚𝐬 𝐃𝐞 𝐔𝐧 𝐁𝐞𝐭𝐚 ×𝐕𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora