𝐃𝐢𝐥𝐞𝐦𝐚𝐬 𝐃𝐞 𝐔𝐧 𝐁𝐞𝐭𝐚 ×𝐕𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧×

Dilema 41

─Podemos hacer esto fácil, Taehyung, vamos, suéltalo─ los intentos de Yoongi y Hoseok por liberarlo de la fuerza de su amigo no terminaban por surtir efecto, cada palabra haciendo que el Alfa se alejara un poco más de la salida, adentrándose en el pasillo.

Jungkook ni siquiera podía patalear desde su incómoda posición sobre el hombro del chico, sus manos aferrándose a la camisa del chico para no estrellarse contra el suelo en un mal movimiento. Se sentía al borde de cualquier sentimiento, su mente trabajando en el motivo por el que le sucedían ese tipo de cosas.

Bien podría ser que el aroma de Jimin perdurara más de lo que él creía, el único sinsentido sería entonces la razón para que el celo se adelantara.

─TaeTae, suéltame, podemos hablar, este no es mi aroma, siempre te acompaño durante la semana de celo para que no mueras─ intenta que haga memoria, pero los temblores del cuerpo del Alfa solo empeoran.

No podía ser posible.

─¡Yoongi!─ fue el grito que Jungkook soltó cuando el Alfa giró y pudo verlos, alejándose velozmente al ser llevado por un lobo en celo.

Apenas había pestañado cuando ya se encontraba encerrado junto al Alfa en su habitación al final del pasillo. El terror que lo llenaba ahora se hacía más potente, sin saber cómo debería reaccionar ahora que el Alfa lo consideraba un Omega, más específicamente su Omega.

─Taehyung, deja de jugar─ suplica, los ojos llorosos mientras es colocado sobre la cama, el cuerpo de su amigo colocándose sobre él.

La mirada de Taehyung centellado por la intensidad del rojo, parecía un demonio lobo de las leyendas que contaban en Rattsga, listo para comerse su alma de un solo bocado. Ese tipo de pensamientos provocó que otro ramalazo de terror le golpeara con fuerza.

─Taehyung...─ ya ni siquiera podía encontrar su voz.

Todo en la escena estaba mal, porque eran amigos, porque se trataba de un Alfa comprometido a punto de... ¿Apunto de qué? Jungkook no lo creía capaz de hacerle nada malo.

O eso hasta que vio la forma en que se abría su boca, mostrando una dentadura más bien animal, su rostro deformándose en cuestión de segundos al notar lo que el Alfa tenía en mente para él. Rezó en silencio a la Luna, aunque ella pocas veces le ayudaba en momentos tan terribles.

Golpéalo y huye, la desesperada voz en su interior ordenó en conjunto con sus instintos, si te muerde eres Beta muerto.

Su cuerpo no estaba diseñado para recibir ninguna de las marcas que cualquier Omega podría recibir incluso gustoso, su temor acrecentándose dentro del pecho, luchando por manifestarse de alguna manera.

Tampoco sería capaz de hacer algo que lastimara a Taehyung, por lo que ladeo su cabeza, intentando evitar el roce se su dentadura. Su aliento se estrellaba contra la piel sensible del cuello, las manos del Alfa inmovilizándolo mientras se posicionaba.

Entre su maraña de pensamientos Jungkook descubrió que haría cualquier cosa para que ni Jimin ni Taehyung salieran lastimados, dejándose ir mientras cerraba los ojos.

Nunca le había servido de nada cerrar los ojos cuando se encontraba en peligro, pero era mejor que ver lo que le esperaba.

─¡Maldita sea, Taehyung!─ el estruendo de la puerta abriéndose y golpeando contra la pared le hizo abrir los ojos, encontrándose con Yoongi y Hoseok tomando con fuerza al Alfa por los brazos, alejándolo de él.

Como un conejo asustado, Jungkook se levantó de la cama, corriendo sin que nadie se lo ordenara, saliendo del apartamento con las piernas temblando, su instinto dictándole que lo mejor sería bajar por las escaleras de emergencia del edificio en lugar de esperar el elevador. Todo el movimiento para desgastar la energía que la adrenalina le otorgaba, notándose calmado cuando ya se encontraba en la salida del edificio.