Prólogo

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Querido Kyle:

Supongo que esta es la última vez que te escribo algo parecido a una carta porque dentro de poco me iré, alejándome de todo aquello que consideraba mi hogar desde el momento en el que te conocí. Sé que odias las despedidas, pero es que me es imposible no escribirte algo de despedida. Hay veces en la vida en las que es mejor marcharse para dejar el dolor atrás, pero es que eres como un imán que me atrae hacia ti sin pensarlo siquiera.

Sin darme cuenta siquiera.

Recuerdo perfectamente el día en el que te conocí. ¿Sabes qué es lo mejor de haberte conocido? Lo mejor fue que en ti pude conocer la infinidad de estrellas que existen en el universo, pero terminé enamorándome de una de ellas. De la que vive en tu interior. Esa que nunca se apagó a pesar de todo lo que sufriste a mi lado. Quiero que sepas que nunca me olvidaré de ti. Y perdóname si no sé escribirte una buena carta, pero tú más que nadie sabes lo malo que soy para expresarme con las palabras.

Por eso la música siempre ha hablado por mí.

Me llevaré los mejores momentos que vivimos juntos acompañados de mi teclado, mis letras, tu voz al momento de cantar, tu admiración por las historias de amor juveniles de todos los libros que tienes en tu habitación. Pero, más que nada, me llevaré conmigo el brillo de tus ojos, las estrellas que se formaban en esas pupilas cada vez que se dilataban cuando probaba la sed de tus labios. Me llevaré las constelaciones que formaban las manchas en tu rostro. El universo que había en tu anatomía.

Pero lo mejor de todo es que te llevaré a ti en mi corazón.

A la única estrella capaz de iluminar el universo entero sin necesidad de la ayuda de otras estrellas. Porque contigo aprendí a bajar las estrellas del firmamento.

Me iré dentro de poco, regresaré a Kansas con mi familia. Te diría que tengo una buena excusa, pero no es así. Quiero que seas feliz, porque yo nada más te traía dolor y tristeza. Ya tengo arreglado mi pasaje en autobús, mi madre los ha comprado los boletos desde hace un par de días. No me busques en mi casa, porque no quiero que mi papá te haga daño. Las cosas entre ellos dos no van bien desde que nos descubrieron en mi habitación, pero no me culpo. Ni culpo a mi mamá. Ella se merece a un hombre que la quiera con todas sus fuerzas y la haga feliz.

Espero de todo corazón que consigas a alguien que te ame de verdad, con cada latido de su corazón y que no te haga sufrir. Por favor te encargo que te defiendas contra todo aquél que intente hacerte menos, tal como te defendí en la fiesta de la noche innombrable.

Porque tú eres más que ellos, y eso es lo que importa.

No quisiera irme, pero es que me duele más a mí verte sufrir que a ti mismo. Y una vez tú me dijiste que a veces era mejor no pensar, sólo sentir y siento que te he lastimado bastante en estos meses que estuve viviendo en West Spokane.

Te quiero, y siempre lo haré chico de las estrellas.

KAEL.

El Corazón Nunca Se EquivocaWhere stories live. Discover now