Capítulo 62

7 4 0
                                    

Kael

—¡Ya, Kail, por Dios ya déjalo! —Gritó desenfrenada mi madre. Su voz se escuchaba en eco en mis oídos.

—¡No te metras, Kiara!

—¡Es mi hijo y yo lo defenderé siempre!

—Mamá... —Mi voz era ronca. Me dolía todo el cuerpo, todo sin escusas. Cada parte de mi ser había sido lastimado por el hombre que consideraba el mejor de todos. Hay veces en las que los papás no son lo que uno espera ver.

—¡Que mamá ni que ocho cuartos! —Me da otra patada en la pierna.

Estoy tirado en el piso de mi habitación, cubierto de sangre y heridas graves. Pero no hay nada peor que cuando tu propio padre te lastima a golpes, rechazándote.

—¡Ya déjalo! —Grita mi madre.

—Yo no voy a querer a ningún desviado en mi familia, aquí se crían hombres, no maricones —sentencia mi padre y, justo cuando me va a dar otra patada, mi madre se interpone entre él y yo y no sabe lo mucho que se lo agradezco.

—¿Y qué si es gay o no?

—Eso va en contra de la naturaleza, Kiara, por Dios.

—Pues fíjate que yo quiero a mi hijo tal y como es, porque eso es: nuestro hijo.

—No voy a permitir ese tipo de desviaciones en mi casa, así que o te me largas o te haces hombre, ¿entendiste? —Me señala con el dedo índice y se va, echando fuego de la habitación.

Mi mamá solloza mientras se hinca frente a mí con el móvil en la mano.

Lo último que escuché antes de quedar inconsciente fueron las palabras de Kyle.

《A veces no necesitamos pensar, sólo sentir... 》

El Corazón Nunca Se EquivocaWhere stories live. Discover now