Capítulo 56

9 4 0
                                    

Kael

Cada noche tengo el mismo sueño, y esto me está matando.

🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻

Después de un buen rato, subimos a su habitación cuando la oscuridad infinita cubre todo nuestro alrededor. Son aproximadamente las diez de la noche, así que ya mero es hora de que mis padres me busquen o me llamen por el móvil para saber en dónde estoy. Deslizo mis dedos por los lomos de todos sus libros y me detengo en un ejemplar de Cumbres Borrascosas de Emily Brontë.

—Kael...

Su suave voz me hace volverme de inmediato y observo cómo camina lentamente hacia mí. Se detiene justo enfrente y me dedica media sonrisa.

Todavía puedo ver tristeza en sus ojos.

—¿Qué sucede?

Sin decir nada, vuelve a lanzarse a mis brazos y lo recibo de inmediato cuando lo siento tocar mi piel. Incluso puedo sentir el latido de su corazón chocar con fuerza sobre mi pecho. Lo atraigo más hacia mí y se quita de inmediato

—Pe-perdón... ¿te lastimé?

Asiente lentamente.

—Sí, Kael. Si me lastimaste. ¿No te has dado cuenta que —su voz suena ahogada, casi un susurro—, yo te quiero como nunca he querido a nadie?

Aprieto los labios.

—Si me doy cuenta —murmuro.

—¿Entonces por qué sigues? ¿Sientes lo mismo que yo?

—Es que no es tan fácil, Kyle...

—No, si lo es —me interrumpe—. ¿O me quieres o no?

Da un paso hacia mí, acortando la distancia que había entre nosotros. Sus ojos comienzan a tornarse de color rojo y comienzan a llenarse de lágrimas.

—Por favor, Kael. —Solloza posando su mano sobre mi hombro. Le tomo de la muñeca y agacha la mirada comenzando a llorar—. No sigas rompiendo mi corazón, ¿sí? —Posa su otra mano en mi cuello y me mira. El nudo que comienza a crecer en mi garganta se hace cada vez más grande.

Sin pensarlo, lo tomo del cuello y lo atraigo hacia mí, chocando nuestras frentes. Cierra los ojos y continúa sollozando.

—Quiero ser feliz, Kael. Y sin ti no puedo serlo.

Ladea su cabeza un poco, haciéndome sentir su cálido aliento chocar en mis labios y entonces despierto.

🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻

Me descubro con las mejillas húmedas cuando abro los ojos de sopetón y me enfrento a la oscuridad de la noche. ¿He llorado dormido? La voz de Kyle resuena en mi mente consecutivamente, diciéndome que sin mí no puede ser feliz.

No creo que una persona dependa de otra para ser feliz.

Pero el sueño fue tan real...

Incluso juraría que sentí a Kyle tocándome.

Lo estoy lastimando con mis confusiones y no me estoy dando cuenta.

El último día, alrededor de las siete de la noche, salgo de la tienda de campaña sintiéndome un poco relajado. Cada día que pasaba, aumentaban más mis celos. Estos celos me estaban matando y debería ponerles fin de una vez por todas. Por eso lo había decidido ya después de varios días pensándolo: llegando del viaje les confesaría a mis papás que me gusta Kyle y le confesaría todos mis sentimientos a él. Ya estuvo bueno de ser cobarde cuando siempre he tenido en mente que para todo hay que ser valiente. Además, mi corazón dice que llegó el momento, al igual que yo siento y aseguro lo que soy y lo que quiero ser.

O eso creo.

Camino entre los árboles hasta llegar a su tienda de campaña.

Está sola, vacía. Deposito el trozo de papel que llevo entre las manos sobre su maleta, colocando una roca encima para que no se caiga o se la lleve el viento.

Espero que la lea.

El Corazón Nunca Se EquivocaWhere stories live. Discover now