El Corazón Nunca Se Equivoca

Capítulo 52

Kael

—Alexander es alumno de intercambio temporal ahora —me informa Kyle desde el otro lado de la línea. Estoy en mi cama mirando las estrellas del techo en lugar de estar haciendo las maletas para el viaje de mañana.

Me incorporo de golpe y me quedo inmóvil.

—¡¿QUÉ?! ¿Es enserio?

—Sí.

—Pero no irá al viaje, ¿o sí?

—El director le dio oportunidad. Dice que será una buena manera de acoplarse a sus nuevos compañeros de instituto —la voz de Kyle suena desanimada.

Resoplo por la nariz y aprieto los puños.

—Oye —susurra, pero lo escucho perfectamente gracias al manos libres del móvil. Su voz suena por toda la habitación, estremeciéndome.

—¿Qué pasa? —Murmuro con la misma intensidad.

—¿Te cae mal Alexander?

Mi silencio tras su pregunta supongo le da la respuesta a esa pregunta, porque inmediatamente cambia de tema.

—¿Ya tienes todo listo para mañana?

—No, debería estar haciendo las maletas y mejor estoy hablando contigo.

—Yo también estoy hablando contigo —se aclara la garganta—. Y estoy haciendo las maletas. Así que no es ningún pretexto para no hacerlas.

Se ríe y sonrío poniendo los ojos en blanco.

—Vale, ya está en un momento me pongo a hacerlas —digo cediendo.

Se queda callado al otro lado de la línea, aunque solo puedo escuchar cómo lanza y mueve cosas. Me pongo de pie y camino hacia el armario, saco algunos shorts, pantalones y pants y playeras de diferentes colores y las lanzo sobre la cama.

Me aclaro la garganta mientras saco la maleta de debajo de la cama.

—Kyle —saboreo su nombre en mis labios y trago saliva.

—¿Sí?

—¿Serás mi compañero de viaje?

—Amm...

Se queda callado y me incorporo del suelo.

—¿Sí o no?

—Alex también me pidió ser su compañero de viaje...

Ya. Ya está. Ese tipo viene desde California con el único fin de separarme de mi mejor amigo, de mi único amigo al que tengo miedo de perder. Por eso es por lo que no me cae bien. Además de que trata a Kyle como si fuera su novio y eso me pone celoso.

—¿Aceptaste?

—Perdón, Kael, pero es que no conoce a nadie más que a ti y a mí.

—Comprendo...

Tomo la ropa y la meto dentro de la maleta.

—¿Kael?

—¿Sí?

—¿Estás enojado?

Sí, Kyle. Sí estoy enojado. Cabreado. A más no poder. Estoy enojado porque antes éramos inseparables, y ahora nada más porque viene un tipo al que llevas dos años sin ver comienzas a alejarte de mí para estar con él. Suena patético, lo sé, pero algo dentro de mí me hace sentir así.

—¿Por qué debería estarlo?

—No lo sé, tu tono de voz cambió...

—Ya. Es que estoy haciendo la maleta como tú me dijiste.